1. Aprende a perder:“Si ya no te quieren, aprende
a perder y retírate dignamente, ya que luchar por un amor imposible, nuevo o
viejo, deja muchas secuelas”. Este es el primer principio de este psicólogo
italiano, graduado en la Universidad de Colombia y master en bioética que, tras
emigrar a Argentina con su familia y vivir allí muchos años, reside ahora en
España.
“Cuando realmente ya no te
aman, con independencia de las razones y causas posibles, hay que deponer el
espíritu guerrero y no librar una batalla inútil y desgarradora; es mejor
sufrir la pérdida de una vez que someterse a una incertidumbre sostenida y
cruel”, aconseja el psicólogo.
2. No te cases con tu amante:El segundo consejo de este
experto es que nunca te cases con el amante, “porque es como echarle sal al
postre. Solamente un pequeño porcentaje de amantes que acaban casándose o se
van a vivir juntos, mantienen una relación que funcione", mantiene el
experto. “Despertar del éxtasis, reestructurar la locura simpática que mantenía
viva la relación tiene sus consecuencia y contraindicaciones; es muy difícil
reglamentar el amor pasional y que el hechizo no se rompa”, remacha Riso.
3. No ayudes a tu expareja:"También es común, en
estos casos, -agrega- que la persona mantenga un lazo compensatorio con su
expareja por lástima, responsabilidad moral o culpa, un aspecto que pone los
pelos de punta al viejo amante transformado, especialmente, cuando el
marido-esposa ofendido entra en crisis".
“En ocasiones, los ex se
convierten en una especie de apéndice: no cumplen ninguna función, son
incómodos y habría que extraerlos de raíz si se quiere tener una vida saludable
y en paz”, aconseja el especialista.
4. Adiós a los 'ni contigo ni
sin ti':Para aquellos enamorados a
quienes su pareja martiriza con el tan manido “ni contigo ni sin ti”, Riso
aconseja que corran con todas las fuerzas lo más lejos posible y no salten al
compás del otro, sino que sean rotundos y contundentes en el “se acabó”.
“Si decides seriamente salirte
del juego, notarás que, poco a poco, tus emociones empezarán a depender de ti:
este proceso se conoce como ‘autorregulación’ y permitirá que la actitud
dubitativa del otro te afecte menos, que te mueva, pero no te tumbe”, enfatiza
este psicólogo clínico.
5. Invítate a ti mismo a salir:Otro principio de
supervivencia radica en alertar sobre que el poder afectivo lo tiene quien
necesita menos del otro y no faltan quienes intentan sacarle provecho con el
mensaje implícito de que se irán si no le dan lo que desea. “Ensaya la
soledad”, es el consejo del experto, en el bien entendido de que la soledad
afectiva no tiene porqué ser una tortura y que no se define por sustracción (estar
“sin ella o sin él”) sino por la multiplicación del ‘yo’, que se recrea en el
autodescubrimiento.
“Invítate a ti mismo a salir y
conversa de ‘tu a tú’ o de “’yo a yo’ y tendrás que reconocer, aunque sea a
regañadientes, que la persona a la que quieres, a veces, sobra y molesta, a
pesar de que la ames”, añade Riso.
6. Un clavo no saca otro clavo:“Un clavo no saca otro clavo
y, a veces, pueden quedar dentro los dos”, advierte el psicólogo para quienes
suelen recurrir a este proceso, bien por la necesidad de ser amado, la baja
tolerancia al dolor afectivo, o el revanchismo.
“Con esta idea en la cabeza,
los dolientes se lanzan al mundo del mercado afectivo en busca de un ”clavo”
más grande y más potente que desplace y retire el anterior, sin pensar que en
el mundo emocional hay una leyes que subsisten antes deben ser asimiladas y
diluidas por el organismo”, asegura Riso, en relación con el duelo amoroso.
En su opinión, lo mejor sería
un proceso a la inversa: primero hay que sacar el viejo clavo y luego, si
tienes suerte, hallarás una persona que valga la pena y que pueda a entrar en
tu vida tranquila y sin estorbos del exterior.
7. Mantén tu autoestima:Otro principio de
supervivencia afectiva pasa por evitar el sacrificio irracional e intentar
anularte para que tu pareja sea feliz “porque autocastigarte para levantarle la
moral a otro es matar el amor en nombre del amor; ésa es la paradoja”, apunta
Riso.
8. No idealices a tu pareja: Otra máxima a tener en cuenta
es que “si el amor no te ve, ni te siente, no existe o no te sirve” y abomina
de quienes no son capaces de expresar amor porque “no es suficiente sentir el
amor, sino que hay que sacarlo a relucir, hay que probarlo”.
9. El amor no tiene edad, pero
los enamorados sí: “Necesitamos algo de locura,
un poco de desorden, una chispa que nos recuerde que la pasión no ha muerto y
el juego no ha terminado; entre un estilo afectivo apocado y preciso y otro
locuaz y explícito, la mayoría preferimos el segundo”, enfatiza el experto.
10. Aprende de la ruptura: Y, por último, concluye que
algunas separaciones son instructivas ya que "permiten saber lo que no
quieres del amor".
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