miércoles, 28 de febrero de 2018

Cómo abrir el chakra del corazón y atraer el amor que mereces



Según las creencias budistas, los chakras del cuerpo representan los grandes centros de energía, que se vinculan a distintos aspectos.

En principio, todos los chakras tienen igual importancia, ya que lo que verdaderamente hace a la felicidad de los individuos es el correcto equilibro entre ellos. Si algunos chakraas están cerrados, los demás tenderán a estar más activos para suplir las faltas, y entonces no estaremos consiguiendo un equilibrio espiritual.

A pesar de ello, el Anhata tiene particular importancia por ser el chakra del amor. Si está cerrado, no seremos capaces de amar desinteresadamente, y nunca conseguiremos una verdadera conexión de amor con otro. 

Este chakra, el cuarto, se asocia con el color verde, y se ubica justo a la altura del corazón. Para abrirlo, puedes realizar todos estos ejercicios, físicos, mentales y espirituales.

anahata chakra corazón
Como dijimos, el Anahata está asociado al color verde. Por eso, una gran manera de activar este chakra es a través de la naturaleza. 

Prueba, por ejemplo, hacer ejercicios de yoga al aire libre. O salir a caminar por el parque. Conecta con la naturaleza, que es un gran primer paso para abrir tu chakra. 

También puedes agregar plantas a tu vida. Si tienes jardín, prepara una huerta. Si vives en un piso pequeño, unas cuantas plantas de interiores harán que la energía verde te contagie. 

Reconcíliate contigo:Hay una frase que puede parecer cliché, pero la verdad es que es súper real: si no te amas a ti mismo, no podrás dar amor a los demás. 

Debes practicar el ejercicio de reconciliarte con la persona que eres. Las cosas que pasaron, sucedieron por algo. Deja de culparte por las cosas que no salieron como esperaban: hay muchas cosas mejores aguardándote, si tienes la intención de encontrarlas. 

No puedes amar, si no te aceptas con lo que te gusta y lo que no de ti mismo. Pon la mano sobre tu corazón y di para ti mismo: “Yo te amo. Yo te acepto como eres. Eres importante. Tu vida cuenta”.

Vive el presente:Más allá del dolor que hayas pasado, o de tus temores por el futuro, debes poder enfocarte en el presente. Eso te permitirá soltar las cosas malas, y aprender a disfrutar del aquí y el ahora. 

Una buena idea, sacada de la gemoterapia, es llevar siempre cuarzo rosado y una turmalina, ideales para mantener el balance de energías. Si puedes, llévalas cerca del corazón.

Otra idea es hacer un deporte y, en el tiempo en que lo practiques, enfocarte 100% en él. Nadar, andar en bicicleta o correr pueden ser buenas opciones: te ayudarán a concentrarte en el ahora. 

Ama mucho:Lo más importante para destrabar el chakra del amor, es amar mucho. Prueba con asistir a un voluntariado, una actividad solidaria, o simplemente yendo a visitar a alguien de tu familia que esté pasando un mal momento y prepárale una rica merienda. 

Cuando no tengas miedo de entregarte a los demás, con un amor puro y desinteresado, el amor te vendrá de vuelta sin lugar a dudas. 

Ama de forma incondicional y no temas recibir amor a cambio. Es el ejercicio fundamental para destrabar tu Anahata. 

10 formas para sanar el amor


De acuerdo con investigadores de la Universidad Nacional de México (UNAM), las relaciones de pareja son muy complejas, sobre todo cuando existen problemas que dañan el amor y no la dejan continuar; sin embargo, este tipo de conflictos te hacen crecer emocionalmente. ¿Quieres saber por qué? Sigue los siguientes consejos:

1.Los problemas de comunicación surgen, porque equivocadamente se cree que en una relación se tiene la autoridad para decirle al otro cómo son las cosas.Sin embargo, una verdadera y exitosa comunicación se fundamenta en la escucha. Saber escuchar permite conocer lo que el otro busca, quiere y espera de la relación. Cuando uno se sabe escuchado y entendido se siente amado.. 
2. Saber que tu pareja te necesita y tú la necesitas, fortalece la seguridad en ambos, y aunque actualmente las personas son cada vez más independientes, esa idea de contar con alguien en cualquier momento o situación crea lazos de amor que hacen crecer la relación.

3. La inteligencia emocional se desarrolla con la capacidad de amar. Es importante distinguir que lo que amamos no es lo que generalmente nos gusta de la pareja; por el contrario, abrir el corazón a las cosas que nos disgustan del otro forma parte de ese crecimiento emocional que permite aceptar al ser amado como es.

4. La intimidad sexual actúa como un lazo de unión en las relaciones a largo plazo, fomenta las bases para una relación duradera creando una cercanía emocional y una comunicación más fortalecida.

5. Para que una relación pueda avanzar ambas personas tiene que estar completamente comprometidas con la pareja. Si alguno de los dos no se encuentra totalmente dispuesto a trabajar en la relación, ésta jamás funcionará.

6. Asume la responsabilidad de ti mismo. Recuerda que nadie más puede hacer las cosas por ti. Para que las cosas funcionen hay que empezar por uno mismo. Ser consciente de lo que puedes ofrecer o no a la relación te permite ser auténtico.

7.Los sentimientos son como los sistemas meteorológicos que proporcionan información fértil para la vida, pero son demasiado cambiantes e inestables, por tal razón se debe trabajar en ellos. A veces el trabajo más difícil en una relación como cimentar la confianza, es lo que se necesita para fortalecer la capacidad de amar.

8. La atención es importante para la pareja; conocer a detalle gustos e intereses fomentan el amor. La relación prosperará si diariamente ambos hablan un poco de las actividades cotidianas, de las aficiones o simplemente comentan las noticias del día.

9. Deja que el cuerpo hable por ti; la expresión corporal tiene el poder de comunicar lo que está detrás de las palabras, hecho que propicia una conexión emocional más cercana y afectiva con tu pareja.

10. Cultiva pensamientos positivos en tu relación, nunca trates de adivinar lo que el otro está pensando con respecto de algo; generalmente resulta un grave error que interrumpe la comunicación y crea malos entendidos.

Para la psicóloga, Arocha, el amor es complicado, pero es uno de los sentimientos más bellos que existen y por lo que vale la pena luchar; si piensas que tu relación ya no puede dar más, analiza y aplica estos sencillos consejos y verás que con un poco de paciencia tu relación mejorará.

Carta a mí misma para cuando todo esté yendo mal


“Sé que no te amas, pero yo te amo”: Sé que te estás muriendo. Sé que lloras cuando nadie te ve. Sé que nada de lo que soñabas se está cumpliendo. Sé que nunca vas a ser una princesa de Disney. Sé que estás sola en la oscuridad. Sé que necesitas ayuda. Sé que estás buscando quien te ame.

Sé que estás buscando confiar en alguien. Sé que no eres perfecta y estás lejos de serlo. Sé que no te entienden, que eres diferente. Sé que se burlan de ti y te discriminan. Sé que no te amas.

Por todo eso, sé que vas a vivir. Vas a vivir una vida larga, con muchas piedras. Te van a sangrar las rodillas y cuando quieras curarlas te va a doler, pero después de la cura viene la calma y lo vas a entender. No hay recompensa sin sacrificio.

Sé que no vas a tolerar las injusticias ni la maldad de este mundo, pero vas a hacer algo respecto. Porque el universo cambia, cuando cambia uno.

Sé que vas a seguir llorando, desconsoladamente contra la almohada, pero también estoy segura de que vas a levantarte, secarte las lágrimas y enfrentar la adversidad con una sonrisa, porque siempre en cada cosa negativa hay una moraleja y hay esperanza.

Sé que se van a cumplir tus sueños, porque el alma no envejece, no tiene tiempos sólo tiene fe. Ten fe que vas a ser todo lo que te propongas porque eres de acero y porque lo mereces.

Sé que no vas a ser una princesa de Disney, porque no existen, porque eres de carne y hueso. Eres real y vas a vivir tu propio cuento y que lo vas a escribir tú, hoja por hoja, tachando, reescribiendo y cambiando finales. Tú decides por ti, vas a ser independiente.

Sé que vas a seguir sola en la oscuridad, pero que vas a conocer ventanas que se abran y te enseñen las estrellas. Sé que en la incertidumbre vas a encontrar tu fuerza mayor, tu sentido, tus dones.

Sé que vas a necesitar ayuda, de ti. Porque eres la única capaz de entenderte y darle valor a tu vida. Y sé que te van a acompañar en este camino.

Sé que vas a encontrar quien no te ame. Quien no de nada por ti, quien te haga sufrir, quien no te valore. Pero que al final, algún día, quien menos lo esperas en el momento que más lo necesites, va a ser incondicional, un amor para toda la vida.

Sé que te va a costar confiar, pero sé que el único secreto para sobrellevar esta tarea de vivir, es entregándose al 110%, confiando en que lo que tenga que pasar, pasará.

Sé que nunca vas a ser perfecta, pero vas a ser tú. Y créeme que no hay nada más maravilloso que ser uno mismo.

Sé que vas a seguir siendo incomprendida, porque eres revolución, porque eres cambio y porque eso jode, eso perturba pero no te para. Porque sabes lo que quieres, y vas a ir a todo o nada.
Se van a seguir burlando y te van a insultar de todas las maneras posibles. Pero vas a aprender, a reírte de ti, a reírte de la vida. Porque nadie puede hacerte sentir mal sin tu permiso, porque tienes derecho en tu vida.

Sé que no te amas, pero yo te amo. Y hoy te estás muriendo, pero no te das una idea de la mujer que eres. Eres única y te amo sin medida, no te olvides de mí, porque yo recuerdo lo fuerte que eres.

Nunca le pidas a tu pareja que haga las siguientes cosas


En teoría, el amor te lleva a aceptar al otro tal cual es; sin embargo, siempre encontramos algo que no nos encanta y queremos cambiar...

Si tienes pareja y constantemente buscas que cambie algunas cosas de su forma de ser, entonces tal vez no estés del todo enamorado. En teoría, el amor nos hace aceptar en totalidad a las personas y a menos de que no sea algo que realmente le afecte al otro en su forma de vivir, no podemos exigir cambios.
Hay peticiones inapropiadas que jamás debes hacerle a una pareja no solo por amor, sino por respeto. Según la revista Prevention, jamás debes aceptar que tu pareja te pida o que tu le pidas lo siguiente:

Cambiar tu apariencia: Si te dicen que serías más atractivo bajando de peso o si tuvieras menos arrugas o incluso el cabello más largo, te están violentando.

Que experimentes algo sexual con el que no te sientas cómodo: Si te dice que hagan tal posición o que intenten algo exótico y no te agrada y como resultado hay peleas y reproches, están cayendo en abuso y es una señal de alerta que debe considerarse antes de continuar la relación.

Que te prohíban ver a tus amigos o familiares: Si esto ocurre en tu relación, estás a lado de una persona insegura y controladora que en lugar de felicidad, te dará mucho estrés.

Si te pide tus contraseñas de cualquier cosa: Invadir la privacidad es una forma de control que puede escalar rápidamente, nadie tiene derecho de meterse en tus cosas y mucho menos de estar enterado al 100% de lo que haces.

Si te pide que dejes atrás tus “traumitas”: Todos tenemos una historia y no siempre es fácil salir adelante, tu pareja debe entender que es un proceso del que incluso puede formar parte, sin presionar
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Esta carta es para el hombre que no supo amarme


El amor nunca podrá ser una emoción pasiva ni unilateral.
Supongo que cuando nos enfrentamos a una ruptura amorosa lo primero que hacemos es buscar culpables. En este caso, y para no dejar de lado esta importante tradición, me gustaría culpar a mi propia inocencia por haberme enamorado de ti de la forma que lo hice. La verdad es que nunca imaginé que un sentimiento de esta intensidad se desarrollaría en mi interior. Fue casi como ver crecer a una pequeña planta, lentamente, cuadro a cuadro y pronto verse enfrentado a que esta pequeña se había convertido en un árbol.

A pesar de la lentitud, no fui capaz de comprender los signos de advertencia que se daban a mi alrededor. Lentamente comencé a ahogarme en la profundidad de tu mirada y tus silencios me ponían cada vez más ansiosa. Supongo que fue esto lo que me hirió más: la falta de palabras junto a las expectativas y sueños que lentamente fui tejiendo entre mis manos.

Me hirió que a pesar de que podía sentir la verdad en mi cuerpo y hasta en el frío que sentía en los huesos nunca fuiste capaz de decírmelo. Con nosotros no hubo despedidas ni palabras desgarradoras, tú simplemente te desvaneciste, como si repentinamente hubieses tenido la habilidad de hacerte uno con el aire que respiraba.

Nunca admitiste la real razón y es por eso que muchas noches sigo especulando si es que la culpa habrá sido mía. Hoy, y mientras escribo esto, he decidido que si alguien será culpable ese serás tú con tu falta de madurez y tu incapacidad de decir las cosas por su nombre. Tu silencio fue una constante casi desde el principio y las únicas veces en las que nos conectábamos era cuando decidías que tenías, finalmente, ganas de besarme.

Nunca llegué a ver más de ti que eso. Creo que estaba siempre a la espera de ese momento en el que finalmente te quitarías la máscara y me revelarías a tu verdadero yo. Imaginaba que ese sería el momento en el que nos daríamos cuenta que éramos el uno para el otro porque yo sería la única capaz de comprenderte y ayudarte. Fui ilusa e ingenua.

Finalmente me decidí a dejar ir tu recuerdo. Tu presencia ya no formaba parte de mi vida cotidiana hacía meses. Creo que he comprendido que ambos nos merecíamos el mismo tipo de felicidad, que el amor no es ni nunca podrá ser una emoción pasiva ni unilateral. Supongo que es por esta misma razón que me niego a decir que lo que tuvimos fue “amor.” Si puedo hablar de amor, y si se me permite hacerlo, llegué a la misma conclusión que muchos otros antes que yo: que el amor que realmente importa es el amor propio y que amarse a uno mismo antes que a los demás nunca pasa de moda.

Sé que el hombre a quien le escribo esta carta nunca la leerá. O quizás sí, ya no puedo asegurar nada. 

Independiente de lo que suceda, espero que puedas sacar una lección de esta vivencia de la misma forma que lo hice yo. Después de todo, cada cosa que nos pasa en la vida es una lección que debemos atesorar.

El día que decidí dejarte ir


No negaré que quiero sacarte de mi mente, y no porque ya no te ame, sino porque me duele no tenerte cerca.

No me considero un experto en relaciones de pareja, tampoco me considero el chico que una mujer quisiera tener o un modelo a seguir, pero sí me considero afortunado de lo que aprendí de cada relación que tuve, de cada error, de cada engaño que viví, de cada te amo que se fue con el viento, de cada sonrisa que ahora se esconde en una mirada seria.

Aprendí que a todos nos llega el día en que debemos dejar ir a esas personas que en algún momento fueron todo para nosotros. Hoy es un día muy especial porque fue cuando realmente comprendí que la mayoría de las personas sabe cerrar un ciclo, que la mayoría sabe cuándo es suficiente, cuándo la dignidad puede más que eso que sentimos en nuestro corazón.
Aprendí que esas personas saben cuándo te están tomando en serio, cuándo en realidad es solo un pasatiempo, cuándo estás ahí solo para tapar un hueco emocional en otra persona… Pero no, ¿a quién quiero engañar?, nadie sabe nada del amor ni de cómo actuar cuando realmente se ama con lo más profundo de nuestro ser, solo el tiempo y las acciones de las otras personas nos dicen cuándo es el día para rendirse o luchar, para decir ‘hasta acá con esto’ o ‘lo intentaré nuevamente’, cuándo aceptar que la otra persona ya no camina a nuestro lado.

Hoy aprendí que mi felicidad depende solo de mí, que no necesito una relación para amar a alguien, aprendí que aún esa persona que te ama con el alma puede cansarse de un día para otro y decir no más, aprendí que el sol realmente se puede tapar con un dedo, que una persona puede seguir adelante sin mí. Hoy aprendí que te tengo que dejar aunque te ame, pero estoy dando el primer paso y no me voy a engañar en decir que será fácil, en que no te pensaré, en que no recordaré lo lindo que viví a tu lado. No negaré que quiero sacarte de mi mente, y no porque ya no te ame, sino porque me duele no tenerte cerca.
Hoy solo quiero aceptar que por primera vez doy el paso para ser feliz, que espero que encuentres esa persona que te ame como yo quería hacerlo. Hoy acepto que te perdí, que fue culpa de ambos, pero aunque duele decirlo así, aprendí que quien te quiere te busca, quien te ama lo demuestra, quien te ama lucha por ti y no te hace a un lado. Hoy te dejo ir aún cuando te llevaste lo mejor de mí, y quiero que sepas que te amo, y que quería luchar por ti, más hoy en este día en especial decido dejarte en libertad.

Mientras más inteligente seas, más trabajo te costará enamorarte

Si crees que tus relaciones han sido malas y no sabes qué hiciste mal, la respuesta está en tu coeficiente intelectual.
Si eres una persona inteligente, tu vida amorosa puede ser bastante complicada. Encontrar el amor y mantenerlo puede ser algo muy complicado para ti. Es posible que sientas que en las relaciones no eres correspondido, y constantemente dudes sobre lo que haces mal y aunque no lo creas, la respuesta puede estar en tu coeficiente intelectual.

En teoría, la gente inteligente es muy buena en la escuela, sus carreras están floreciendo, su vida social está llena de emoción, y sus personalidades pueden ganarse casi a cualquier persona. Sin embargo, tienen dificultad en encontrar una pareja adecuada, enamorarse y formar relaciones duraderas.

Si eres una persona muy inteligente, lo más probable es que tu intelecto sea realmente responsable de hacer tu vida amorosa un tanto complicada, por lo que tu entendimiento del amor es diferente al resto:
1. Las personas inteligentes valoran la independencia: Las personas inteligentes valoran su independencia más que cualquier otra cosa. Como pensadores independientes, a menudo transfieren esta calidad a otras áreas de su vida. No es que ellos no sientan amor o la necesidad de tener a alguien en su vida, sino que su libertad no se detiene una vez que están en una relación. Esto crea tensión con sus parejas, especialmente una vez que se van a vivir juntos. Sus parejas sólo tienen que entender y respetar su tiempo personal con el fin de formar una relación fuerte y duradera con ellos.


2. Nunca se precipitan en las relaciones: Cuando las personas inteligentes son individuales, por lo general es porque han tomado la decisión consciente de hacerlo. Aunque puedan parecer desinteresados a sus posibles parejas, a veces es beneficioso porque reflexionan sobre sus relaciones pasadas, encuentran errores y aprenden mucho sobre sí mismos. Esta característica los hace parecer distantes y fríos, pero eligen a alguien después de haber meditado la situación.
3. No pueden dejar de analizar las cosas:Las personas altamente inteligentes parecen tener cerebros diferentes. Son demasiado pensadores y demasiado analíticos, algo perjudicial para ellos, ya que la gente no siempre debatirá los pros y los contras de algo. Sin embargo, en muchas ocasiones, esta cualidad los salva de caer demasiado rápido. Sí, el amor no debe ser racionalizado; sin embargo, a veces estamos cegados por las emociones y sufrimos mucho una vez que tocamos la parte racional.


4. Son cautelosos: De manera similar a la característica anterior, a las personas inteligentes les resulta difícil creer en el concepto de amor a primera vista. Una vez más, no es porque les falta el gen romántico, sino simplemente porque pueden recordar más vívidamente el dolor del pasado. Por lo tanto, tienden a ser más cautelosos. A pesar de que pueda parecer sospechoso, es sólo su mecanismo de defensa frente a hacerse daño.

5. Lo profesional antes de la pareja: Las personas inteligentes a menudo parecen estar más centrados en su carreras que en su vida amorosa. Esto no es ninguna sorpresa, después de todo lo mencionado anteriormente, tienden a ser mal entendidos en las relaciones y en sus profesiones se sienten bien, apreciados y exitosos. Sus carreras son su zona de confort, ya que les ofrece la oportunidad de utilizar su lado racional y su análisis se usa en el trabajo.

lunes, 26 de febrero de 2018

Amigos con derecho, tarde o temprano sale un corazón roto.


Estuve saliendo con un chico durante cuatro meses. Nuestra relación estaba definida: éramos amigos con derechos, pero ambos concordamos que no tendríamos relaciones con nadie más que nosotros. Durante esos meses todo fue increíble. Mientras estábamos él y yo juntos nada más nos hacía falta. Bueno, por lo menos a mí.

El último día que lo miré le pregunté: ¿has estado con otras, aparte de conmigo? Su respuesta fue no, pero sin embargo ese fue el último día que lo vi.
Pasó un tiempo, y me enteré de que tenía novia. En ese momento sólo quise morir. Me sentía terrible, porque sólo pude pensar en que no fui suficiente para él. Nunca fue frío conmigo, de hecho al contrario, era muy cariñoso, parecíamos novios sólo que sin formalizar la relación.
Me enamoré de mi amigo con derechos y me rompió el corazón. No siempre se termina una historia con un final de cuentos, en ocasiones una historia feliz termina en una pesadilla y así me paso a mí.

Después de no saber de él en más de dos meses por fin logré salir. Estaba con mi mejor amiga y ahí, en media plática, a lo lejos veo que está él con un amigo. Mi corazón se detuvo de nuevo. Volteé con mi amiga para decirle que me iba acercar para saludar y cuando me di vuelta lo vi con su novia. Sentí un hueco en el corazón y no miré siquiera cómo era ella. No me importó si era bonita o alta o qué tenía mejor que yo, sólo pude notar cómo la miraba; la miraba como a mí nunca me miró, la miraba con amor.
Mi peor pesadilla se había convertido en realidad. En mi libro favorito “Bajo la misma estrella” de John Green, nos dice Augustus Waters: “no puedes elegir si te harán daño en esta vida, pero sí puedes elegir quién te lo hace”; yo lo elegí a él y sí que me hizo daño.

Pareja y dependencia hasta donde

1.No hay que confundir el amor con la dependencia. Se puede querer a alguien y tener al mismo tiempo una vida personal, ser nosotros mismos y permanecer solos sin la necesidad de estar siempre con el otro. Las relaciones de dependencia no son saludables y al acabar suelen dejar una sensación de que no somos nada sin el otro que resulta muy problemática.

2.Una de las primeras señales de que somos dependientes de nuestra pareja es que dejamos de vivir nuestra vida por estar a su lado. Los planes con los amigos, los almuerzos con la familia, los viajes con los compañeros, todo o bien debe hacerse junto a esta persona o simplemente se deja de hacer. Se sacrifica la independencia porque no nos sentimos seguros o cómodos sin esa persona.

3.Cuando eres dependiente de tu pareja no concibes estar mucho tiempo sin saber de esa persona: le escribes constantemente, le llamas muchas veces aunque no tengas nada que decir. Para quienes están afuera este comportamiento puede parecer exagerado e incluso preocupante, y es que en ocasiones dejas de atender tus asuntos porque para ti esa es la forma de estar comprometida en una relación.

4.Has dejado de pasar tiempo con todas las personas cercanas a ti por dedicarte de lleno a tu relación. No se trata dolo de una "etapa transitoria", cuando es algo común es un signo de que eres dependiente de tu pareja. Esta señal se observa con frecuencia en los noviazgos.

5.¿Toman las decisiones del día a día en conjunto o siempre es tu pareja quién decide?. En este tipo de relaciones el dependiente sigue los pasos del otro casi sin participar convirtiéndose en una especie de sombra de su pareja. El equilibrio es fundamental en una unión y cuando está ausente se generan conflictos e inseguridades.

6.Una relación de este tipo podría deber a una dependencia emocional, si sientes que es tu caso te recomendamos que visites a un especialista y que no lo dejes pasar por alto. Este tipo de conductas tienen solución pero requieren de trabajo para conseguir el anhelado crecimiento personal.

Poliamor: Amar a más de una persona



El poliamor no es algo nuevo, se trata de un concepto que fue acuñado a principios de los 90, se inició como un movimiento social que defendía y ofrecía una nueva forma de relacionarse. Las personas implicadas en este movimiento (“poliamoristas”) consideran que se puede amar a más de una persona, y que el amor no está restringido a solo un individuo con quien compartir sus vidas.

La filosofía del poliamor: En sus ideas y filosofía de vida, las personas poliamoristas entienden que amar a más de una persona y convivir junto a más de una persona no implica querer a una menos que a la otra. El amor es una energía ilimitada, por lo general limitamos y restringimos ese amor a un ideal de persona perfecta, capaz de satisfacer y cubrir nuestras necesidades, aunque luego la realidad sea bien distinta.

Las personas que aplican esta filosofía en sus vidas pretenden eliminar la necesidad de la posesión y del amor romántico que nos ata a una única persona, aunque luego aparezcan infidelidades y formas poco saludables de relacionarse.

Relacionarse desde la perspectiva del poliamor requiere, sin duda, un gran trabajo interno, en el que despojarse de las ideas y los mensajes que hemos adquirido sin cuestionamiento ninguno. Las personas que deciden relacionarse de esta forma, congenian la necesidad de mantener un apego seguro con la necesidad natural de experimentar sexualmente y amar a más de una persona.

¿Existen los celos en el poliamor?: Cuando conocemos los fundamentos y la filosofía del poliamor, una pregunta que resulta inevitable hacerse es: ¿qué hacen las personas poliamoristas para no sentir celos? Pues bien, esto más bien tiene que ver con cada persona que conforma este tipo de relaciones, puesto que no todas las relaciones basadas en el poliamor son iguales.

Una persona implicada en una relación de poliamor no significa que no tenga dudas, miedos, inseguridades, etc., simplemente es una persona como cualquier otra que necesita de atención, ser querida y reconocida.

Los celos en este tipo de relaciones se sobrellevan a través de la comunicación, (como en cualquier otra relación), hablando con quien se sienten así, sobre por qué se sienten así, y cómo poder resolverlo. Quienes practican este modo de relacionarse saben de la especial importancia que tiene establecer ciertos acuerdos, y por lo general suelen estar más abiertos a resolver estas dificultades, al practicar un amor con menos restricciones y represiones.

Los celos y las dificultades aparecen como en cualquier otra relación, aunque este tipo de personas tienen una especial apertura para indagar en sus sensaciones y llegar a acuerdos, que no dependan de los chantajes emocionales y de la manipulación.

La sociedad ante el poliamor: Actualmente esta opción de amar y relacionarse es poco conocida y minoritaria, es por ello por lo que este conjunto de personas se sienten aisladas y poco comprendidas, en una sociedad que educa y ofrece un mayor valor a las relaciones románticas de pareja. El poliamor no es una opción fácil ante un contexto que invita a la culpabilidad si te sales de lo establecido.

La mayor parte de estas relaciones se mantienen en secreto, solo pudiéndolo contar a las personas de más confianza, cercanas e íntimas. Reconocer socialmente este tipo de relación sentimental supone, generalmente por desgracia, un rechazo y discriminación debido a la incomprensión. Se han realizado diversas investigaciones científicas acerca de las relaciones no convencionales, en las que se incluye el poliamor. Estas investigaciones nos muestran como las creencias que tenemos sobre este tipo de relaciones como: que son menos estables, más conflictivas, poco saludables, y son una estructura familiar que afecta negativamente al desarrollo psicológico de los niños. Son ideas totalmente infundadas que carecen de objetividad.

En el desconocimiento y falta de entendimiento reside el rechazo ante las personas que han decidido relacionarse a través del poliamor. Esta opción es tan respetable y digna como otra cualquiera que se base en el respeto y la confianza; si somos capaces de comprender esto, dejaremos de dañar y culpabilizar a las personas que deciden por propia voluntad relacionarse y amar de una forma distinta a lo establecido socialmente.

viernes, 23 de febrero de 2018

Cómo desenamorarte y olvidar a quien te hizo daño


En el amor no hay garantías y mucho menos en las relaciones amorosas. 

Los amores eternos existen, pero no son algo con lo que nos topemos todos los días. 

Por diversos motivos, las relaciones terminan y si tenías un afecto muy fuerte por esa persona, seguramente derramarás muchas lágrimas, especialmente si el que puso el punto final fue él. 

Pero es necesario que te recompongas, un tropezón no es caída y tras una experiencia decepcionante, puede venir algo mucho mejor para ti. 
Aunque a veces, no resulta tan fácil. 

Dejar atrás:Tradicionalmente se piensa en el amor como algo que no podemos controlar y en casos extremos, que él llega a dominarnos. 

El problema es cuando nos enamoramos de personas nocivas o tóxicas para nosotros. Sabemos que no nos conviene, pero parece ser que eso que sentimos está más allá de nuestras posibilidades. Dejar de sentir amor por alguien puede hasta ser bueno para la salud y más claramente en los casos que existen abusos, con presencia de violencia física y verbal, pero también cuando hay un amor no correspondido. 
Se establece una verdadera batalla entre el corazón y el cerebro. 

Puede ser difícil, pero existen ciertos hábitos y conductas que hacen más probable que podamos desenamorarnos de alguien. 

Cómo hacerlo:Puede ser una relación antigua o una de poco tiempo, pero en algún momento el lazo afectivo se rompe. 

Peor aún: se rompe del lado de él, que se va dejando de lado lo que tú sientes. 

Puede tratarse también de una relación conflictiva, dañina para ti. 

Pero hay un problema: aún lo amas. Sabes que debes dejar de hacerlo, pero aún lo amas. 
Tus pensamientos se dirigen una y otra vez hacia él y los buenos momentos que pasaron juntos. Luego, sabes que eso no estará más y te sientes mal. 

Tu cerebro sabe que debes olvidarlo, dar vuelta esa página de tu vida, pero tu corazón no lo entiende. 

No es fácil, pero puedes. No es un camino fácil, pero puedes transitarlo. 

Decir que queremos desenamorarnos es más fácil que hacerlo, pero no es imposible. 

Con estos consejos lograrás olvidar a esa persona que te rompió el corazón y hacer que esos sentimientos vaya debilitándose, para lograr tu bienestar y autonomía personal. 

– No huyas del dolor o trates de enmascararlo recurriendo a medidas extremas como sumergirte en el alcohol, drogas o salir de parranda sin ton ni son. No huyas del dolor, llora si es lo que sientes, no te reprimas. Después de esa liberación emocional, te será más sencillo superar la ruptura. 

– No te tortures, deja de recordar una y otra vez los momentos más románticos y hermosos que viviste con esa persona. Está bien que te quedes con los mejores detalles, pero deja de ver sus fotos y los momentos más lindos que compartieron. No caigas en la tentación de retomar el contacto. 

– Date tiempo para sanar, no tiene por qué ser de un día para el otro. Este tiempo de sanar heridas es totalmente tuyo. Lo mejor que puedes hacer es disfrutar las cosas que más te gustan, tener actividades que te distraigan y te alegren e inclusive, probar nuevas aventuras y retos, retomar actividades que tenías abandonadas, etc. 
– Sal a correr, ten actividad física, no te cierres únicamente en lo que estás sintiendo. Tienes la oportunidad de disfrutar de un momento de soltería nuevamente, aprovecha para reconstruir tu vida con nuevas rutinas que te hagan independiente. 

Muchas personas, al comenzar una pareja, hacen que su vida gire exclusivamente alrededor de su pareja, alejándose de sus amigos y personas más cercanas, incluyendo en ocasiones su familia. Si este es tu caso, deberás reconstruir esas relaciones para reencauzar tu vida, con rutinas individuales. 

– Corta totalmente el contacto con tu expareja. Al tener contacto, provocas la producción de oxitocina, hormona relacionada con el afecto. Al no verlo y tener contacto con él, ayudará a que tus deseos de tenerlo cerca disminuyan, pues lo sacarás de tu corazón y de tu cabeza. Ese es el primer paso para “desintoxicarte” de ese amor que ahora te atormenta la vida. Tomar distancia de todas las maneras posibles será algo muy bueno para ti. 
– Recompone tu amor propio. Es normal que al fracasar en una relación amorosa nos sintamos mal, constituyendo un duro golpe a nuestra autoestima. Pensamos que nadie querrá estar con nosotros de aquí en más. 

Esto es, por supuesto, fruto del momento. Haz una autoevaluación de tu propio concepto y tu imagen, aprecia la persona que eres, lo que has logrado hasta ahora y lo que merece. Dí no a la frustración, un tropezón no es caída: lo que te ha pasado debes asimilarlo como una experiencia, no como algo definitivo en tu vida. 

– Concéntrate en las cosas que te son necesarias o útiles. Eso te ayuda a alejarte de la rumiación, que funciona como un círculo vicioso, ya que casi todo lo que hacemos o vemos nos recuerda a aquello que nos hace sentir mal. De esta manera, te sientes triste, piensas en el origen de eso y como resultado, te sientes aún más triste. 

– No concentres tu energía, tu enojo o tu frustración sobre quien te ha dejado. Por ejemplo, en algunos casos aparecen pensamientos relacionados con la idea de que tenemos derecho a ser amados por esa persona en concreto; entendemos que hay una especie de “pacto” que él ha olvidado. Obviamente esta idea es absurda y no basada en nada real, pero las situaciones más emocionales pueden generar este tipo de ideas descabelladas y hacerlas parecer razonables. 

– Habla de lo que sientes con las personas que te quieren bien. Existirán veces que ya no puedes guardarlo más, busca gente de confianza que te escuche, puede ser una familiar, un amigo o una amiga, pero también un consejo profesional puede resultar imprescindible. 

De todo se aprende: encuentra algo bueno a la relación, un aprendizaje que te haya dejado. No saldrás alegre de esta situación, pero sí fortalecida. 

Piensa también que de alguna manera, has logrado algo importante: salió de tu vida alguien que no te merecía y no te apreciaba. 

Recuerda: lo mejor está por venir.