jueves, 10 de agosto de 2017

¿Cuándo tener otro hijo?

Realmente el momento ideal para tener el primer hijo o el segundo o el tercero no existe y este es un dilema común para todas las madres hoy en día. La pregunta no es fácil de responder.

Atrás quedaron aquellos tiempos de las abuelas en que se tenían los hijos que quisieran venir al mundo. La mujer de hoy decide y planifica cuántos hijos quiere tener, cuándo y cómo. ¿Te asalta la duda? No te apures. No eres la única. Esta es una decisión para toda la vida.


Son muchos los factores que cuentan y las preguntas que vienen a la mente: Cómo educarlos, darles estabilidad, seguridad, protección, hacerlos felices, mantenerlos a salvo y alejados de las drogas. Sin contar con toda la logística que implica traer un hijo al mundo: En qué hospital, con cuál doctor, cuánto cuesta, quién me ayuda a cuidarlo, cómo trabajo menos o dejo de trabajar. 

En fin, es mucho lo que hay considerar. Datos estadísticos muestran que en promedio la mujer de hoy tiene dos hijos, mientras a principios de siglo anterior tenía cuatro. Actualmente las hispanas son las que más hijos tienen. En 1998, por ejemplo, las cifras muestran 84 nacimientos por cada mil mujeres hispanas, mientras entre las blancas era de 57.2.

Aunque también es cierto que las hispanas actualmente usan más métodos anticonceptivos que antes.

Una decisión a conciencia “Después de tener a mi primer hijo, mi esposo insistió mucho para que tuviéramos otro. Antes de tomar la decisión, yo lo pensé mucho, me reuní con mi jefe para tratar de organizar mis horarios de otra manera y luego lo discutí a fondo con mi esposo”, afirma Patty Aubery, coautora del libro Chicken soup for the expectant mother’s soul y presidenta de Chicken Soup. “Este es un asunto muy importante. Tener un hijo transforma tu vida y es necesario renunciar a muchas cosas. El momento perfecto para tener el primer hijo o el segundo o el tercero no existe. Hay que tomar la decisión a conciencia”, agrega. Lo que hay que tener en cuenta Si la duda te asalta, la autora, madre de dos niños de seis y tres años, recomienda tener en cuenta lo siguiente antes de tomar una decisión:

Organizar un plan de acción antes de tomar la decisión. Si ambos padres trabajan, tratar de organizarse para que uno de los dos pueda dejar de trabajar por lo menos los primeros meses después del nacimiento del bebé (se pueden tomar las vacaciones acumuladas en esa época por ejemplo). Buscar opciones con familiares y amigos que puedan ayudar al cuidado de los niños. Analizar bien todas las diferentes alternativas: por ejemplo si es posible hacer parte del trabajo en la casa, o tratar de vivir cerca del trabajo, planificar para que el bebé nazca cuando ambos padres estén relativamente libres de estrés en el trabajo y no tengan compromisos fuera del sitio donde viven. 

¿Una decisión egoísta?.

Pensarlo bien antes de tomar la decisión es buena idea, porque una cosa es cierta: Tener un hijo te cambia la vida. La pregunta ronda la cabeza de muchos. “No queremos más hijos, pero no queremos ser egoístas con nuestro hijito… el nene ya tiene siete años, pero la gente siempre está preguntando que cuándo tendremos a otro y le decimos que no. 

Una persona me hizo la pregunta a mí y a mi esposo y al decirle que no queríamos más hijos me dijo que éramos egoístas ya que pensábamos en nosotros y no en el nene. Que él se criaría solo, sin familia, sin hermanos, sin sobrinos y sin donde reunirse en días festivos porque estaría solo y eso nos puso a pensar”, dice una lectora. Ni fórmulas mágicas, ni números exactos En materia de hijos no hay fórmulas mágicas, ni números exactos. 

Cada familia y cada pareja debe analizar su situación personal de acuerdo a sus gustos y posibilidades. Julián Vazquez, padre de una niña de cinco años, piensa que es más fácil educar a dos hijos que a uno sólo. “Cuando tienes un solo hijo, termina el pequeño, en nuestro caso la pequeña, gobernando a los padres”, dice. Cecilia Olivares por su parte, aunque se plantea a veces la posibilidad de tener otro hijo, está contenta con haber tenido un hijo único. “Yo no tuve hermanos y pienso que eso me permitió crear y explorar un gran mundo interior”. Esto sin olvidar otro aspecto importante a tener en cuenta: El económico, porque en la era en que vivimos, el viejo proverbio de que todo niño viene con su pan bajo el brazo, parece no ser tan cierto.


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