lunes, 21 de agosto de 2017

Cuando sufres más de la cuenta: la diferencia entre dolor y sufrimiento

Pasar por situaciones de dolor emocional es inevitable en esta vida y en esos momentos sólo estamos atentos a lo que sentimos, esperando que llegue el momento en que pase todo y podamos dejar ese dolor atrás de una vez.

Sin embargo, hay veces en las que la cosa se nos va de las manos y entramos en una espiral de sufrimiento que lejos de ayudarnos se convierte en una pesada carga que termina sacando lo peor de uno mismo.


Te quedas enganchado a ese dolor, incapaz de soltarlo, le das vueltas y vueltas a lo que pasó, lo hablas una y otra vez… y eso lejos de ayudar, lo que provoca es que te quedes atascado en las emociones dolorosas y no puedas abrirte a nuevas maneras de gestionarlas.

Me he encontrado muchas veces con esta situación. Lo veo en muchos de los clientes con los que trabajo. Lo he experimentado en mis carnes y he visto a gente cercana pasar por ello ello.


¡La de energía que gastamos lamentándonos por lo que pasó!

¿Cómo saber la diferencia entre dolor y sufrimiento?
El dolor forma parte de la vida, pero el sufrimiento innecesario lo único que hace es limitarnos y alejarnos de la felicidad.

Porque todas las crisis en realidad son oportunidades de aprender más sobre nosotros mismos, crecer como personas y adquirir nuevas herramientas de bienestar.


Por eso, para que aprendas la diferencia entre dolor y sufrimiento y cómo salir de ahí, he preparado un vídeo en el que te cuento cómo puedes hacerlo.


Como decía Viktor Frankl, cuando las circunstancias no se pueden cambiar, lo único que puedes hacer es cambiarte a ti mismo.

En ese sentido hay un fragmento de su libro “El hombre en busca de sentido” que es muy esclarecedor y que te comparto (y créeme, Viktor Frankl sabía de lo que hablaba!).


El modo en que un hombre acepta su destino y todo el sufrimiento que éste conlleva, la forma en que carga con su cruz, le da muchas oportunidades —incluso bajo las circunstancias más difíciles— para añadir a su vida un sentido más profundo. Puede conservar su valor, su dignidad, su generosidad. O bien, en la dura lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad humana y ser poco más que un animal. 

Aquí reside la oportunidad que el hombre tiene de aprovechar o de dejar pasar las ocasiones de alcanzar los méritos que una situación difícil puede proporcionarle. Y lo que decide si es merecedor de sus sufrimientos o no lo es.



Recuerda que si te cuesta mucho superar el dolor tú solo, un profesional de la psicoterapia te ayudará a que puedas hacerlo.

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