3 claves fundamentales para decir adiós a la ansiedad y la depresión

Cuántas veces a lo largo de tu vida te has sentido ansioso o depresivo?

Seguro que más de una… Y yo también.

Cuando tiendes a pensar mucho en el pasado o preocuparte de más por el futuro, es habitual contar con un repertorio variado de actitudes y sentimientos para evitar caer en ello, o en su caso, salir de ahí.

Y para qué nos vamos a engañar, unas veces funcionan y otras no tanto.

Dependiendo de  la historia de cada uno, o de si te encuentras más o menos en el lado oscuro o en lado luminoso, el repertorio de actitudes puede ser tan variado como:

Tomar ansiolíticos y antidepresivos sin hacer nada más, bloquear tus emociones, ponerte pedo, volverte loco comprando cosas que no vas a necesitar en la vida, volcarte en el trabajo, comer compulsivamente…

En un polo más positivo, quedar con gente, apuntarte a actividades, meditar, hacer deporte, hacer yoga, cuidar la alimentación, salir a la naturaleza, viajar, construir una buena red de apoyo emocional…

Pero a veces, incluso todo esto no es suficiente si no va acompañado de un auténtico deseo de cambiar.

Yo me he pasado media vida sintiéndome insegura y moviéndome entre la tristeza y la ansiedad. He probado todo lo que te acabo de detallar para tratar de sentirme mejor. Hay cosas que han funcionado mejor que otras.

En mi caso, no fue hasta que descubrí en terapia lo que te voy a contar hoy que realmente pude reconocer la insatisfacción que había en mi vida y pude integrar de verdad otra manera de vivirla.

Más consciente, saludable y amable conmigo misma.

El proceso no ha sido fácil. Hay resistencias, caídas, viejos patrones especialmente puñeteros. Pero mirando hacia atrás, veo lo que he cambiado y alucino.

A mí, este proceso me ha servido para darme en cuenta de que, por más excusas que me pusiera, podía dejar de andar por la vida preocupada y llorando por las esquinas.

Que para mi salud mental es mejor usar los recursos y actitudes SALUDABLES, los que sirven para conectar y no para tapar.

Y que son tres las llaves fundamentales para salir de la preocupación constante, la tristeza, la insatisfacción… Y disfrutar de tu realidad y tu presente.

Te comparto esas tres llaves.  Porque estoy convencida de que abrirlas es lo que te va ayudar de verdad a prevenir la ansiedad y la depresión. A equilibrar el lado oscuro con el lado luminoso.

Las 3 claves fundamentales para decir adiós a la ansiedad y la depresión

HACER EJERCICIO ES CLAVE PARA REDUCIR EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD: Innumerables son los estudios que afirman que practicar algún deporte o hacer actividad física es la clave para mantenerse saludable, pero además también está comprobado que es útil para reducir los niveles de estrés. Por esta razón dedica algunos minutos al día para hacer ese deporte o actividad que tanto disfrutas.

IDENTIFICAR LA MEJOR TÉCNICA PARA RELAJARTE: En los últimos años surgieron cantidad técnicas para hacer frente al imparable crecimiento que ha tenido el estrés. Los expertos explican que la clave es encontrar un método que te permita bajar las pulsaciones, respirar lentamente y alcanzar un estado de total tranquilidad. Entre las técnicas más recomendadas se encuentran las de relajación y meditación.

CONSEJOS MÉDICOS PARA ACABAR CON EL ESTRÉS Y ANSIEDAD :Ante el desafío de reducir los niveles de estrés y ansiedad, estas son las mejores recomendaciones médicas: descansar bien durante al menos ocho horas, no consumir bebidas energéticas, hacer deporte, llevar una dieta saludable. Además, si eres estudiante es bueno que evites memorizar todo lo que estudias.

Una cosa más…

Una vez que integras estas claves es importante que trabajes activamente en ellas. Mirando hacia adentro, dándote permiso para explorar, compartiendo con otras personas.

Haciendo el tipo de cosas que te enriquecen el alma, con conciencia, paciencia y buena compañía.

Espero que poner estas claves en práctica te ayude a tomar las riendas de tu vida, tanto como me ayudó a mí y como sé que ayuda a las personas con las que trabajo. Estoy convencida de que el resultado merece la pena.

Y recuerda, si te cuesta mucho hacerlo tú solo, ¡pide ayuda!