miércoles, 9 de agosto de 2017

Cómo saber la diferencia entre amor y capricho

Ya sea que estés en una relación o que admires a una persona desde la distancia, identificar tus sentimientos puede ser un verdadero reto. Y dado que no hay una forma clara e infalible para descifrar tus sentimientos por alguien más, hay algunas maneras de hacer que la distinción te parezca más clara. Sigue nuestros siguientes consejos para que te ayuden a diferenciar entre el amor, el capricho y el deseo.

Cómo reconocer si es amor verdadero: Examina cómo tratas al objeto de tu interés: como una persona o como un objeto. Quieres a esa persona, pese a conocer sus defectos. Estás comprometido a estar juntos a pesar de las circunstancias más difíciles. Puedes decirle todo sobre ti, aunque la verdad no te enorgullezca y sabes que aun así te aceptará. Solo ten presente que no existe manera alguna de hacer que alguien se enamore de otro, sin embargo, las acciones hablan más que las palabras. Si siempre eres tú el que da y recibes muy poco a cambio. 

Podrías considerar la posibilidad de preguntarle a un familiar o amigo en quien confías su percepción del asunto. Casi siempre es más probable que los que están fuera vean cosas que tú no, porque el amor es ciego.

Evalúa qué tan seguro te sientes. Sabes que tu pareja te apoyará pese a todo y estás preparado para comprometerte con tu pareja por el resto de tu vida.

Piensa en cuánto tiempo has estado en la relación. Conoces a esa persona por mucho tiempo y no puedes imaginar la vida sin ella.


Analiza la manera en que piensas sobre él o ella. Algo gracioso ha sucedido en el trabajo y no ves la hora de contárselo. Asimismo, tuviste una mala experiencia y quieres hablarlo con alguien que te entienda. Si tu pareja es la primera persona en la que pensaste para compartir esos pensamientos, entonces posiblemente estás enamorado.

Observa cómo enfrentas un conflicto. Cuando discutes con tu pareja, tratas de encontrar un terreno en común. Ninguna discusión puede borrar el compromiso de uno con el otro y valoras el hecho de que tu pareja te hable con la verdad, por más dolorosa que sea.

Cómo reconocer si es un capricho: Examina cómo tratas al objeto de tu interés: como a una persona o como un objeto. Cuando se experimenta un capricho, la mente se deja consumir por los pensamientos de la otra persona. No solo piensas en él o ella, sino que también en cómo quieres que te conozca. Tienes una versión idealizada de él o ella y tu visión podría estar equivocada.

Evalúa la seguridad que sientes. En lugar de sentir seguridad, piensas más en cómo impresionar al otro. Te centras más en gustarle y te sientes nervioso porque no sabes qué siente por ti.

Piensa en el tiempo que has estado en la relación. Tu relación es reciente y si bien piensas constantemente en la otra persona, no estás confiado en que tenga lo necesario para que sea duradera.

Analiza la forma en la que piensas sobre la otra persona. Piensas constantemente sobre la forma en que sonríe, cómo dice tu nombre o la manera en que te mira. Piensas obsesivamente en esos detalles y tratas de decidir cómo se siente esa persona basándote en cualidades triviales.

Observa cómo enfrentas un conflicto. La persona que te gusta está en desacuerdo contigo y te preguntas si la relación terminó. Te preguntas si conoces en realidad a la persona y si todas tus impresiones estuvieron equivocadas.

Consejos:Ten presente que habrá baches en el camino. Y si de verdad estás enamorado, te tendrá sin cuidado.

No busques a nadie perfecto, porque nadie lo es. La única persona perfecta es aquella perfecta para ti.

Si discuten, dense un poco de espacio y tiempo para pensar, porque si haces muchas preguntas en el momento, es muy probable que obtengas una respuesta que no te guste (es decir, tu pareja podría decir algo que no quiera decir).
No permitas que esa persona te cambie.

No apresures las cosas, sino saldrás herido.

La amistad también deberá influir en tu decisión para comprometerte. De aquí a 50 años, si no quieres sinceramente a tu pareja, serás infeliz.

No esperes a que él o ella te cambie.

El sexo puede complicar los sentimientos. Asegúrate de tener un firme entendimiento de cómo te sientes de antemano.

No te cases por presión, ultimátum, obligación, culpa, seguridad económica, miedo o incluso por sexo. Deberás hacerlo por los motivos correctos.


Casarse por los motivos equivocados inevitablemente conducirá a la separación y al divorcio. Además, si te casas por ceremonia religiosa divorciarse no está bien visto.

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