Aunque no es una decisión fácil, después de habernos sentido vulnerados en algún aspecto, el perdón trae consigo innumerables consecuencias positivas para el bienestar emocional. Expertos nos cuentan.
“Perdonando, reconocemos que nada se puede hacer por el pasado, pero permite liberarnos de él”, asegura Fred Luskin, Ph.D. en Consejería y Psicología de la Salud, de la Universidad de Stanford, y autor del best seller ‘Perdonar es sanar’. “Perdonar es difícil ya que involucra un acto de voluntad para superar la parte animal o violenta de uno mismo y abandonar el deseo de venganza”, agrega Nancy Pulecio Vélez, autora de ‘Las 4 dimensiones del amor’.
¿Qué es y qué no es el perdón?
Según Luskin, perdonar es sanarse a sí mismo, recuperar el poder y responsabilizarse de los sentimientos propios, mejorando la salud física y mental. Perdonar no debe confundirse con olvidar completamente un evento, negar o desestimar el dolor y reconciliarse con la persona que ha ocasionado el daño, agrega el autor. Si no puedes perdonar a tu pareja es un indicio de estar en una mala relación.
Cuando perdonas te sientes bien, El perdón tiene efectos liberadores tanto para el alma como para el cuerpo. El perdón sana y libera a la vez, permitiendo que la talla de la persona continúe creciendo en sabiduría y gracia usando todos y cada uno de los talentos recibidos, para cumplir con su misión. El perdón, es el bálsamo de la alegría y paz interior necesarios para vivir plenamente la vida.
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