Dar cariño porque sí, sin
obligar a que el otro haga lo mismo. Esa es la clave para que diariamente
recuerdes que debes conquistar a tu media naranja. Sobre esta recomendación
básica coinciden los expertos en terapia de pareja, Pablo García y Jacqueline
Estrada. De sus múltiples consultas, los especialistas brindan algunas
consideraciones que puedes poner en práctica para evitar que la rutina, el
trabajo y el tiempo afecten tu relación sentimental.
Los consejos no te dan la
solución completa y dependen de tu actitud. También, recuerda que los
resultados no serán inmediatos, pues toman tiempo. En muchos casos los
determina la intensión, dedicación y frecuencia que decidas darle a tu media
mitad.
Aceptar los desacuerdos. La
pareja debe aprender que vivir juntos es convivir en desacuerdo y con sus
diferencias. Esto ayuda a entender que no todo es armonía en la relación, para
sobrellevar los problemas.
Preocúpate por la sexualidad.
El aspecto sexual es muy importante porque es el que vuelve a un individuo
’exclusivo’ de la persona. El frío de la pareja lo determina la falta de la
sexualidad.
Identifica la etapa de tu
relación. Una pareja atraviesa diferentes niveles: el cortejo, la convivencia,
la formalidad para criar a los hijos y la madurez. Determina en qué momento se
encuentran ambos.
Ten presente siempre a tu
pareja. Habla de él o ella y exalta sus cualidades. A menudo se da por
entendido que el otro lo sabe, cuando no es así. Recuerden cosas buenas de
ambos.
Motivación. La relación de
pareja necesita cotidianamente un nutriente, un sentido para seguir adelante y
no caer en aburrimiento. Es importante que le hagas saber que él o ella está en
tus pensamientos. Según los gustos puedes enviar mensajes, o esconderle una
pequeña nota en la billetera y expresarle tu afecto.
Dedicación. Sorpréndelo con
los detalles. Tanto el hombre como la mujer deben demostrase que están al
pendiente del otro, con una llamada en la cual no le debes preguntar dónde
está, sino más bien un saludo. También puedes halagarlo con un regalo. Recuerda
que los obsequios no solo se dan en fechas especiales o para que te disculpen
por un error.
Expresión. Las miradas y hasta
el tono de voz son importantes al momento de comunicarte. Recuerda demostrar
cariño en cada gesto. No es cursilería, es más bien un modo de demostrar cómo
también te gustaría que el otro te trate.
Evita resentimientos. Aprende
a manejar los distractores de la convivencia, como rencores o desconfianza.
Aleja las dudas hacia tu pareja y mantén la comunicación. Generar afecto
físico. Toma la iniciativa sobre gestos como abrazos y besos.
Recuerda lo bien que les hace
el apego a ambos. Pide atención. Es prudente que también le hagas saber que
deseas las mismas manifestaciones de cariño. No esperes que tu pareja adivine
lo que a ti te gusta, si no se lo dices. Sé altruista. El amar a tu pareja no
se logra con el ‘dar para recibir’. Más bien debes pensar en que ‘doy cariño,
porque soy feliz dando”. De esta forma, te sentirás tranquilo porque diste
todo. Y si no funcionó es un problema del otro, no de la pareja.
Nunca pienses en que ‘te cansas de dar
afecto’. Acorta distancias con tus palabras. Ten en cuenta que una pareja con
más acercamiento se susurra, mientras que las que las que están alejadas,
gritan.
Respeta el silencio del otro. A veces es
prudente que la pareja no se diga nada. Sin embargo, recuerda que el silencio
debe permitir la reflexión. No elucubres cosas que no son, ni te enojes. Es
mejor saber qué decir y en qué momento.
Cuida tu imagen. Recuerda que
la atención que le dedicas a tu cuerpo demuestra el amor por ti mismo. Te
ayudará a sentirte bien. A la par, esto hace que tu pareja siga interesado.
Generalmente, al hombre le gusta lo que mira y a la mujer le gusta lo que
escucha.
Realiza actividades
diferentes. Los paseos y las salidas permiten cambiar la rutina y conocer otros
sitios fuera de la intimidad de tu casa. Salgan con parejas de amigos. Las
citas entre parejas similares permiten reflejarse ante los demás. Es importante
obtener el reconocimiento de ambos, frente a otros.
Colabora con las tareas del
hogar. Cuando decides ayudar al otro en labores domésticas, tu pareja tiene más
tiempo para dedicarte. En muchos casos incluso mejora la vida sexual porque existe
más disponibilidad. Caricias espontáneas.
Expresa el cariño que sientes
por tu ser querido cuando lo sientas. No te reprimas, ni avergüences. Respeta
el espacio y el tiempo de tu pareja. Siempre una persona siente el deseo de
estar consigo mismo. Sin embargo, esto a veces se complica cuando uno de los
dos es infiel.
Debes aprender a confiar.
Enséñale lo que te gusta. De acuerdo a la forma en como tú halagas a tu pareja,
le indicas que también te gustaría que te traten de esa manera. Dedícale tiempo
a ustedes dos. Es imprescindible que conquistes la voluntad de tu ser querido y
que disfrutes del tiempo que puedan pasar en complicidad.
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