lunes, 21 de agosto de 2017

¿Cómo decirle lo que sientes a tu pareja sin empezar una guerra?

Expresar lo que sentimos puede derivar en conflictos con nuestra pareja. ¿Cómo evitarlo? Aquí te lo contamos.

¿Cómo le digo a mi pareja que lo que acaba de hacer me incomoda, que tengo una insatisfacción con lo que estamos viviendo en la relación o que me molesta su forma de ser?


Cuando queremos comunicar nuestras emociones frente a la relación, sobre todo aquellas que producen malestar, consultamos en los motores de búsqueda y nos  preguntamos cómo decírselo sin armar una guerra. Por eso, en el artículo de hoy, me interesa compartir algunos tips para comunicar nuestras emociones de forma asertiva y efectiva.

Sé específica: A veces tendemos a generalizar y no describimos lo que realmente nos pasa. Por ejemplo, nuestra pareja nos pregunta: “¿Qué te pasa?” Y le respondemos algo como “Es que estás siendo insensible”. En realidad estas siendo ambigua. 

La recomendación es seguir la fórmula: “Siento (la emoción que estás experimentando), cuando/porque/gracias a (la situación específica)”.

Ejemplo: “siento rabia porque me colgaste el teléfono”.


Evita juicios de valor negativos: Etiquetar a tu pareja con juicios como “insensible”, “desconsiderado”, solo logrará dañar al otro. Evita las etiquetas. La frase “Eres un desconsiderado y grosero al colgarme el teléfono” en lugar de favorecer la comunicación genera confusión en tu pareja y al mismo tiempo lo agrede.

Habla de tus emociones: Muchas veces vamos a decir que sentimos algo cuando realmente estamos en el rango de las emociones. Por ejemplo: “Siento que te estas alejando de la relación por ponerle atención a los videojuegos”. Lo que comunica es un imaginario que tienes de las acciones del otro, no una emoción. Intenta siempre comunicar la emoción.


Ejemplo: “Siento tristeza al ver que elijes pasar varias horas con los videojuegos”.

Verifica lo que estás imaginando: Como decimos coloquialmente, nos encontramos en una dinámica constante de “armarnos videos en la cabeza”. Cuando nuestra pareja nos deja en visto en los chats, no contesta nuestras llamadas o simplemente ha elegido dormir en lugar de verse con nosotros, empezamos a crear imaginarios: “no quiere estar conmigo”, “se aburrió de mí”, “le parece más importante dormir que estar conmigo”, “nuestra relación no es importante para él/ella”… la lista puede continuar.

Recomendación: verifica tus creencias y pregúntale a tu pareja asertivamente si alguno de estos imaginarios es cierto.

Hazte responsable de tus emociones: Es común creer que nuestras emociones nacen por lo que los demás hacen, pero lo cierto es que nacen de lo que imaginamos. Un ejemplo más: tu pareja ha decidido ir a comer con una amiga de la adolescencia. 

Si tienes una creencia (tu imaginario) en la que reconectar con personas del pasado es algo sano y valioso, seguramente te parecerá algo normal y satisfactorio para la vida social de tu pareja. Si, por el contrario, tu imaginario es que las personas del pasado pueden revivir emociones y sentimientos románticos, entonces tu emoción será ansiedad y miedo de que pase algo entre ellos. Tus emociones nacen de tus imaginarios, no de lo que hacen los demás.

Exprésate con serenidad: Podemos expresar nuestra ira sin necesidad de ser agresivos, nuestra angustia sin necesidad de armar un show o un drama superlativo. Trata de expresar tus emociones con serenidad y claridad.


Valida las emociones de tu pareja:Evita juzgar a tu pareja por tener un sentimiento determinado. Frases como: “no te pongas así por eso”, “cálmate”, “no es para tanto”, le dicen a tu pareja que no estás reconociendo la validez de sus sentimientos y que no te importa su emoción. Validar la emoción del otro con frases como “noto que estás molesto” o “comprendo que estés sintiéndote así por lo que hice”, permiten un espacio de respeto por el ritmo del otro y abren una oportunidad para la comunicación.

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