He escuchado a muchas personas
e incluso a profesores míos de la universidad (no sé qué tipo de vida personal
tendrían) que no se debe permanecer juntos cuando una pareja se rompe por el
bien de los niños, porque de este modo se evita que los pequeños vean cosas que
no deben.
Pero independientemente de si
los padres están separados o están juntos lo que importa es la actitud que
tomen tanto si deciden permanecer juntos como si están separados, porque si van
a tratarse mal igualmente, harán del mismo modo daño a los hijos.
Dicen que es mejor para los
niños tener dos padres felices separados que estar expuestos a la tristeza, la
distancia emocional, los reproches y los conflictos en familia. Y en cierto
modo tiene algo de sentido esta explicación.
Pero hoy quiero ir un poco más
allá porque después de ver en casos cercanos todo el mal que puede hacer la
separación de los padres a los hijos (siempre que es una separación
tormentosa), empiezo a ver esto desde otro punto de vista, pero soy consciente
de que este tema no está exento de controversia porque que los padres sigan
juntos sin quererse tampoco es la opción más acertada, entonces ¿qué ocurre?
Enamorarse es fácil, pero
cuidar el amor y que dure mucho tiempo es algo totalmente diferente que
requiere de grandes habilidades de pareja y sobre todo el entender qué se
siente a cada momento, creciendo con cada año que pasa.
Las relaciones suelen fallar
sobre todo porque no hay una buena comunicación, porque no se saben resolver
los conflictos de manera acertada, porque no hay un compromiso real, y los
cimientos de una relación sólida empiezan a tambalear.
Transformar el matrimonio: Si quisiste tanto a tu pareja
como para casarte con él y no hay ningún motivo (como una infidelidad u otros
motivos fuertes) como para dejarlo, la buena noticia es que "la piedra
siempre está en el fondo" por lo que podrán transformar un matrimonio
infeliz y aburrido en otro totalmente distinto, pero tendrán que poner ambos de
su parte, y si es necesario acudir a un profesional en parejas.
Los matrimonios rotos pueden
sanar, cambiar y mejorar con la ayuda adecuada, incluso sin ayuda profesional
si una pareja pone de su parte después con el tiempo puede llegar a ser mucho
más felices.
Posibles consecuencias:Pero hay padres que pueden
querer a toda costa divorciarse por las circunstancias que les ha tocado vivir
y la paciencia ha acabado. Estos padres piensan que los niños estarán bien,
pero esto no es así. Dejar un matrimonio con hijos siempre tendrá consecuencias
negativas en los hijos.
Todo cambio es difícil y que
una familia se disuelva es algo muy duro que sí o sí tendrá unas consecuencias,
los niños irán de casa en casa, el dinero se verá repercutido, los padres puede
que se critiquen delante de los pequeños (algo totalmente inapropiado), y un
etcétera igual de largo que las circunstancias personales de cada uno.
Lo importante es sobre todo
que se consiga una felicidad no sólo de pareja y para ustedes, sino y sobre
todo por el bien de los niños porque incluso con vidas separadas aunque estén
felices, están separados y eso los niños lo sienten. Si no saben que decisión
tomar, aconsejo que vayan a un psicólogo de parejas para que los ayude a
encontrar la mejor solución para todos.
Y como sé que este tema tiene
gran controversia, te invito a que nos des tu opinión al respecto e incluso a
compartir tu experiencia. ¡Estaremos encantados de leerte!
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