jueves, 3 de agosto de 2017

El ejercicio del espejo para aumentar la autoestima

Gracias a este ejercicio podremos destacar nuestros puntos fuertes y débiles, tanto físicos como psicológicos, y aprender a convivir con ellos sin miedo a que nadie nos juzgue.

El problema de tener una autoestima baja puede llegar a afectar diferentes dimensiones de nuestra vida. Si como persona no te sientes lo suficientemente valiosa, puedes llegar a experimentar dificultades en tu profesión y tu trabajo, en tu relación de pareja, en la crianza de tus hijos, la interacción social y hasta problemas de imagen corporal.

Cuesta creer que hay hábitos sumamente sencillos ―y ampliamente recomendados― como el ejercicio del espejo para aumentar la autoestima. A continuación te contamos en qué consiste este ejercicio.

Recordemos que la autoestima es una combinación de ideas y de percepciones que tenemos de nosotros mismos, lo cual se manifiesta en nuestra imagen y nuestros comportamientos. Cuando se nos dice que es importante tener una autoestima alta, debemos tener presente que no se trata de volvernos arrogantes o engreídos. Mantener una autoestima alta es un aspecto muy importante en la salud de cualquier persona, y de eso se trata este ejercicio.

Si al principio te parece un poco extraña la manera en que se desarrolla el ejercicio del espejo, no te preocupes, de seguro que no eres la única persona que se siente de esta manera. Sin embargo, después de un tiempo de realizarlo, puedes empezar a notar rápidamente una mayor confianza en ti, así como aprender a estimarte y valorarte más como persona.


Escoge un momento del día en el cual tengas privacidad y párate de frente al espejo. Deja cualquier tipo de inhibición y no te preocupes por lo que no otros pensarían si te vieran haciendo esto. Es un momento para mirarte directamente a los ojos en el espejo, primero en silencio, sin miedo a mirarte honestamente y sin máscaras. Después, procede a repetir frases que todos necesitamos escuchar.

Si estás teniendo problemas con tu imagen corporal, repítete a ti mismo que eres atractivo o atractiva, que no debes prestar atención a los comentarios negativos que has escuchado sobre la manera cómo te debes ver o vestir. Si estás teniendo problemas en el trabajo, háblate a ti mismo, diciendo que eres capaz, que tienes la capacidad de tener éxito en tu profesión u oficio, que los obstáculos que estás pasando son simplemente oportunidades para dar lo mejor de ti. Si estás teniendo problemas en tus relaciones interpersonales, también repítete a ti mismo que aunque todos cometemos errores, eres una persona capaz de perdonar a otros así como de perdonarse a sí misma.


No tengas miedo en repetir cualquier otra frase que creas que es necesario que escuches, como que eres una persona divertida, una persona bien parecida y, por supuesto, no tengas ninguna inhibición en decirte a ti mismo que te amas y que te valoras mucho.

Trata de hacer de este ejercicio un hábito. Verás que a veces lo que se necesita para empezar a valorarse más a uno mismo es tomar pasos consistentes y crear hábitos que nos ayuden a apreciarnos más como personas. Recuerda, nada pierdes con intentarlo

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