martes, 4 de julio de 2017

Cómo dejar de fumar superando la dependencia mental


Dejar de fumar se ha convertido en objetivo difícil de conseguir para muchos fumadores.Fumar es una adicción muy peligrosa porque controla hasta cierto punto al fumador. La propia persona cree que recibe placer cuando en realidad lo único que está haciendo es autoengañarse a sí mismo.La mayoría de las personas piensan que pueden aplacar las necesidades de su propio cuerpo y darse un cierto beneficio momentáneo. Muchas personas afirman que necesitan fumar cuando terminan de comer porque les relaja. Otras recurren al tabaco en momentos de estrés porque creen que les aplaca la tensión y el nerviosismo.Nada más lejos de la realidad, de hecho el que fuma lo único que recibe son restricciones mentales y físicas en su organismo y ningún tipo de mejoría. Se cree que las adicciones, entre ellas la que estamos tratando ahora, provocan una especie de dependencia en nuestro cuerpo. Recuerdo una persona que llegó a mí y me dijo: El problema real del fumador, es un problema mental y no físico como hemos hablado antes. Cuando te dices a tí mismo que necesitas fumar para quedarte más tranquilo, eres tú mismo el que se está creando ese nerviosismo y esa tensión. Nadie te la está provocando, tan sólo tus pensamientos. El tabaco lo único que te aporta es tortura , además de aumentar tus niveles base de ansiedad y tensión. Sólo sientes cierta mejoría cuando el cigarrillo de turno te rebaja dichos niveles. Sin embargo el problema de hoy radica en que las personas que deciden dejar de fumar, lo hacen usando la fuerza de voluntad y resistiéndose a sí mismos. Ten en cuenta estas recomendaciones.

1. No tienes que dejar de fumar porque te digas a tí mismo que te conviene o porque comprendas que es nocivo para tu salud, sino que todo se basa en que comprendas lo que verdaderamente te aporta el tabaco……..¡¡nada!!.

2. Cuando consigues hablarte a tí mismo y descubres que un cigarrillo no te aporta absolutamente nada, empiezas a ver que estás haciendo algo que en realidad no tiene ningún sentido. Esto hace que te sea relativamente fácil dejar de fumar. De hecho las personas a las cuáles les he explicado este método y lo han comprendido ellos mismos, han conseguido dejar el tabaco en tan sólo cuatro días.

3. ¿Sabes que las personas que ocupan su mente con algún tipo de pensamiento distinto al fumar, pasan el tiempo de una forma mucho más placentera? Esto es así cuando descubres que tú mismo puedes llegar a ser tu peor obstáculo y a la vez tu mejor ayuda para saltarlo. Te aseguro que cuando libras tu mente de algo tan inútil como es el tabaco, empiezas a descubrir las mejorías ue tiene el “no fumador”: se reduce significativamente tu nivel base de ansiedad y de tensión, con lo que no necesitas nada adicional.

4. Focalizar que el problema no es el tabaco sino el concepto que tienes de él, el concepto que tienes de lo que te aporta y el concepto que tienes de tu propio estado mental y físico. Dejar de fumar es tan fácil como tú quieras hacerlo. Tan fácil como tu capacidad para darle a cada cosa el lugar que se merece. ¿Merece ocupar el tabaco tanto espacio en tu mente? ¿Has analizado sinceramente lo que realmente te aporta para que tú mismo lo hagas tan importante? Fumar no es necesario porque no te aporta nada excepto tortura y cargas innecesarias a tu organismo, y si no fumas tu salud mejora.

5. Mentalízate estos puntos, céntralos en tu mente y actúa en consecuencia de ésta. Comprobarás que dejar de fumar no es tan difícil como muchos dicen.

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