domingo, 23 de julio de 2017

10 claves infalibles para descubrir una infidelidad


La infidelidad está a la orden del día y muchas pueden ser las causas que llevan a una persona a engañar a su pareja: peleas constantes, celos que atormentan, sensación de desinterés por parte del otro, necesidad de vengarse por situaciones confusas o sospechas de coqueteo con otras personas o encuentros sexuales escasos, entre otros.

Los estudios revelan que hoy en día los engaños son cada vez más comunes y que incluso las mujeres superan al hombre en materia de infidelidad. Y es que ellas suelen ser más cautas y estrategas a la hora de engañar, lo que hace que rara vez sean descubiertas. Los hombres suelen ser más predecibles y dejan evidencias, lo que los hace un blanco fácil para ser detectados.

1) Cambio de comportamiento inexplicable: una pareja basa su accionar en la comunicación y las experiencias diarias, de manera que esta conducta permite predecir y entender el comportamiento del otro. Pero cuando se observa una conducta anómala, este hecho sugiere ya un interrogante que, entre la lista de posibilidades, puede contener a la infidelidad como elemento influyente. Estas conductas son netamente subjetivas y es usual que sólo la pareja logre notar algo diferente en la otra persona.

2) Preocupación anormal por la apariencia: las personas que están en pareja conocen cuál es la posición del otro con relación al cuidado de su imagen. Sin embargo, cuando se nota una actitud un tanto exagerada por la imagen o por llamar la atención con la apariencia, existen varias posibilidades y una de ellas puede estar relacionada con la infidelidad. Esto debido a que el acto del cortejo exige la necesidad de atraer la atención del amante.


3) Actividades anormales: la empatía con lo que una persona hace o dejar de hacer es uno de los elementos más notorios en una relación, de forma tal que casi todas las personas saben qué actividades les gusta o no a sus parejas. Los cambios indicarían un interés particular sobre esa nueva actividad y entre los motivantes tal vez pueda estar la infidelidad.

4) Nuevos círculos de amistades: no debería ser un motivo de sospecha de infidelidad, a no ser que esos nuevos círculos de amigos sean excluyentes del otro, de forma que la pareja no pueda participar en ellos por diferentes exigencias o situaciones. También están los que evitan y retardan lo más posible que sus amigos conozcan a su pareja, por temor a que alguien hable de más. No obstante, su sola exclusión no es sospecha de que algo malo esté pasando, lo que sí puede ocurrir cuando la relación amorosa se ve afectada.


5) Cuidado con los medios de comunicación: para que una relación de infidelidad exista es necesaria la comunicación entre sus integrantes. Tiempo atrás, la comunicación era a través cartas o mensajes dados por personas; luego por llamadas desde teléfonos convencionales. Pero hoy en día existe una amplia variedad, como el chat, las redes sociales, WhatsApp o Telegram. Esta última aplicación permite que los chats se eliminen luego de transcurrido un tiempo que se puede establecer y esto ocurre en ambos teléfonos que se comunicaron. Telegram tiene la ventaja de no tener que estar borrando las conversaciones y de asegurarse que éstas también desaparecerán del teléfono del otro. Estar pendiente del teléfono, quitarle el sonido o tenerlo siempre en la cartera, en el caso de las mujeres, o en el saco, en el de los hombres, también pueden ser indicios de infidelidad.

6) Disminución de los encuentros afectivos: en toda relación la demostración de afecto pasa por diferentes niveles. Desde los más intensos al inicio hasta los más memorables en épocas avanzadas, pero la intensidad de la entrega es siempre decisiva. Tanto los hombres como las mujeres conocen a sus parejas y saben que algo está bien o no en el afecto que reciben del otro. De modo que -si no existe otra explicación razonable como estrés, problemas médicos, financieros, laborales o de comunicación- es necesario considerar la infidelidad como causa de una disminución de atención.


7) Cambios de humor: más arriba se mencionaron los cambios de comportamiento, pero el cambio de humor adquiere una connotación especial, ya que es lo que produce la llegada de un amante: una sensación de placer que contrasta con la injusticia de esa práctica. En el infiel, este mismo razonamiento es mirado como una situación estresante, con un grado de impotencia y molestia hacia las decisiones que está tomando, lo que le genera un estado alterado del humor.

8) Despreocupación por asuntos familiares: cuando el infiel adquiere un momento de placer, suele hacerse "adicto" a ese lapso fugaz de tiempo, tanto que sin darse cuenta abandona mucho de lo que ha conseguido en años de convivencia. Esta despreocupación no sólo es vista por la pareja, sino que también los hijos se percatan de ello y son éstos quienes lo ponen de manifiesto.


9) Elementos sospechosos en sitios propios de la pareja: es evidente que cuando se lleva cualquier tipo de relación -como en todo evento humano-, ésta siempre deja huellas. Algunas son poco perceptibles, como en el caso de los besos, pero otras son evidenciables como facturas, tickets, recuerdos de lugares, prendas pequeñas o cualquier tipo de elemento que no tiene razón de estar en un lugar que es propio de la pareja. Su presencia implica que hubo un encuentro con otra persona y el elemento hallado sugerirá la naturaleza de la relación.

10) Recordar que son sólo sospechas: y en esto va una recomendación, ya que a pesar de todo lo dicho, nada de eso es patognomónico de una infidelidad, debido a que pueden confluir dos o más de los motivos expuestos y no estar frente a una persona infiel, sino a una que tiene múltiples problemas que no se relacionan con terceros en discordia.

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