martes, 4 de julio de 2017

Frustración en niños: Cómo aprender a tolerarla


Por qué es bueno aprender a tolerar la frustración: Todos los niños pasan por la etapa de sentirse frustrados. Algunos la llevan mejor que otros, pero todos llegan a sentir rabia cuando están jugando y pierden. Es inevitable. Esta fase del desarrollo evolutivo sirve para asentar las bases de los conceptos tiempo y empatía. Los niños pequeños no distinguen el ayer del mañana, por eso les cuesta mucho postergar las gratificaciones. Dicho con otras palabras, les cuesta entender que en la siguiente partida pueden ganar o que mañana podrán ser los primeros de la fila. Les cuesta entenderlo porque no son capaces de estimar el tiempo que eso puede tardar en llegar.  Dentro de la dinámica familiar es importante mantener un estilo educativo que permita al niño aprender de los errores. Y eso se consigue con las siguientes claves:

1. No sobreproteger. El niño debe equivocarse para aprender a buscar soluciones por él mismo.

2.Marcar límites claros y mantenerlos. Aprenderá que por medio de las rabietas y las pataletas no se consigue nada.


3.Ver los fracasos como oportunidades de aprendizaje. Perder en los juegos son excelentes oportunidades para enseñar a los niños que de los errores también se aprende. Porque podemos volver a jugar intentando nuevas estrategias.

4.Educar en el esfuerzo y la constancia. Esforzarse para conseguir lo que se propone y perseverar hasta lograrlo es un aprendizaje que llevará consigo toda su vida. Seguro que ahora te preguntarás ¿Qué hago cuando está enfadado y no quiere seguir jugando? En esos momentos debes recordar lo que te decía al principio del artículo: la frustración es un conglomerado de emociones desagradables. Por ello debemos enseñar al niño a gestionarlas para que las pueda sobrellevar.

5.Ayudar a tu hijo a gestionar emociones:Enséñale técnicas de relajación. La respiración abdominal o tranquila le ayuda a calmarse y facilita que se pueda hablar con el niño. Aprender a respirar profundo y lento ayuda a que los músculos se relajen y envía una señal al cerebro contradictoria con la tensión del enfado.Ayúdale a identificar la emoción. Ponle nombre a lo que el niño siente. Dile que se llama frustración y que es normal sentirse enfadado cuando algo no es como queremos, pero que por quererlo mucho debemos volver a intentarlo para conseguirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario