"No todo el mundo es
capaz de reconocer un problema de pareja o de saber que existen estrategias
para resolver problemas concretos", comenta Pilar Cebrián, para quien la
pareja perfecta no es aquella que no discute nunca, porque "los conflictos
son necesarios para la relación y para la rutina; son una oportunidad de cambio
e implican comunicación porque ambas personas no se encuentran en una zona de
confort y tiene que evolucionar". Uno de los primeros obstáculos a la hora
de comenzar una relación es la comunicación. Esta, según la psicóloga,
"tiene que ser sana, que permita expresar lo que necesitamos sin esperar
que el de enfrente adivine lo que necesitamos porque parece que nos quiere más
si adivina lo que queremos y no es así".
"No te puedes enfadar
porque tu pareja no te regale ese reloj tan bonito que quieres, esa sensación
termina en manías que pueden acabar con la relación", advierte Pilar Cebrián
en su libro 'Te quiero, luego insisto'. Este problema genera culpabilidad hacia
la otra persona al no emitir la conducta que se desea. La clave es centrarse en
si te quiere o no por elementos más normales como el respeto o el tiempo que se
dedica en hacer cosas en pareja. "Esa es la filosofía, no intentar crear a
la otra persona a tu imagen y semejanza, y aceptar las muestras de cariño que
tiene hacia ti", ha recalcado.
Otro de los
"monstruos" que suelen aparecer está en uno mismo, porque hay que tener
claro la forma en la que se inicia una relación y "si es realmente porque
queremos o por cubrir espacios vacíos". Las prisas al comienzo pueden ser
un impedimento para desarrollar una relación sana porque "tenemos que
entender que cada persona es distinta y no exigir que actúe de la misma manera
que lo haríamos nosotros".
Por tanto, para conseguir una
buena relación y evitar las crisis de pareja hay que evitar la comunicación
negativa y tóxica que puede convertirse en un hábito. Además, "es esencial
tener espacios individuales y espacios conjuntos porque cada persona debería
tener sus momentos y sus pequeños secretos". "Hay que tener una vida
independiente más allá de la pareja porque si no sales y haces otras cosas, no
tienes de que hablar dentro de casa y cada vez la comunicación es más
nula".
Problemas que hay que evitar:Sobre las infidelidades, los psicólogos realizan una reflexión sobre el uso de las nuevas tecnologías como
factor que potencia este problema, porque funciona como "una especie de
moderna celestina que pone a nuestra disposición conocer gente nueva". "Comenzamos
a charlar, nos distraemos, el contacto aporta aire fresco a nuestra rutina, nos
sueltan algún piropo y se propone una quedada inocente. Esta nueva tentación
cubre nuestras carencias, pero eso no es algo estable y va a hacer que tu
relación se vuelva tóxica porque si quieres rehacer tu vida de verdad con otra
persona, primero tienes que terminar con tu actual pareja", advierte.
No obstante, hay relaciones
que no tienen una segunda oportunidad y uno de los factores que provoca esta
situación es la pérdida del respeto. "El momento en el que empieza a haber
falta de respeto implica que hay falta de amor. Cuando hacemos llorar a nuestra
pareja y eso deja de importarnos porque nos molesta, más que nos aporta, es
cuando la relación está haciendo aguas".
En caso de ruptura, "la
mejor recomendación es cambiar de vida en todo lo que se pueda, porque si haces
los mismos hábitos vas a notar esas carencias. Por ejemplo, mudarte de casa y
tener ilusión al decorarla, apuntarte a un nuevo grupo de gente con clases de
cocina o de baile o algo sencillo como cortarte el pelo", explica Pilar
Cebrián.
Ejercicios para mejorar la
relación en pareja
Para salir de la rutina es bueno
que se planteen actividades que estimulen y consigan cambiar. Dar la vuelta a
los mismos hábitos y convertirlos en complicidad aportará beneficios personales
y de pareja que "contribuirán al buen funcionamiento de la relación".
En primer lugar, "hay que decirle a tu pareja todas las mañanas que es lo
que te gustaría que hiciera hoy por ti. Se trata de una crítica constructiva
porque, de forma oculta, le estás diciendo 'por qué esto no lo haces', y estás
cubriendo algo que necesitas".
De la misma manera, al final
del día "se tiene que comentar lo que te ha gustado hoy de tu pareja como,
por ejemplo, que llevaba una camiseta muy bonita, que la cena estaba muy rica o
que te ha encantado el mensaje que te ha mandado", recomienda Pilar Cebrián
porque "si lo hacemos durante más de 21 días se convierte en un
hábito".
Por último, a lo largo del día
"hay que darse un abrazo de dos minutos para liberar endorfinas que te van
a hacer sentir mejor y para establecer ese hábito de contacto", ha concluido
la experta en relaciones sentimentales, quién ha advertido que "no es
fácil mirar hacia dentro y darte cuenta de que aquello que construiste empieza
a hacer aguas, pero es necesario".
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