Una de las situaciones más
difíciles de solucionar, son las secuelas de una ruptura afectiva cuando hay
hijos de por medio. No importa cuántos hijos sean, ni tampoco si son niños o
niñas, porque el principal problema tras la ruptura es de tipo afectivo, una
situación muy dura para los hijos.
Luego aparecen otros
problemas, como el reclamo y división de bienes comunes, el reparto de
responsabilidades de la crianza, y muchas veces la disputa de la patria
potestad sobre los hijos o adjudicación legal de la responsabilidad de su
cuidado. Tras esto último, emerge la exigencia del aporte económico para el
sustento de los hijos, a quien resultó adversa la adjudicación de su cuidado.
La salida del hogar: La
relación se destruyó, pero tienes hijos de por medio. Te damos algunos consejos.
Una de las situaciones más
difíciles de solucionar, son las secuelas de una ruptura afectiva cuando hay
hijos de por medio. No importa cuántos hijos sean, ni tampoco si son niños o
niñas, porque el principal problema tras la ruptura es de tipo afectivo, una
situación muy dura para los hijos.
Luego aparecen otros
problemas, como el reclamo y división de bienes comunes, el reparto de
responsabilidades de la crianza, y muchas veces la disputa de la patria
potestad sobre los hijos o adjudicación legal de la responsabilidad de su
cuidado. Tras esto último, emerge la exigencia del aporte económico para el
sustento de los hijos, a quien resultó adversa la adjudicación de su cuidado.
La salida del hogar
Este es el momento donde se
materializa la ruptura de la relación, porque hasta ese momento, a pesar de lo
expresado y pasos adelantados, siempre existe la posibilidad de repensar la
situación, dando un espacio de tiempo para confirmar la decisión, o recuperar
la relación alrededor de elementos que atan sus vidas en pareja.
Lo anterior significa meditar
más la decisión pensando en tus hijos y su futuro. Desde hace décadas, cada día
es más difícil asegurar el porvenir de los hijos en una pareja estable; pero
hoy, en medio de esta crisis global en desarrollo, será mucho más duro el
futuro para hijos de padres divorciados.
El extrañamiento: Cuando
no queda alternativa a explorar, probar y consultar con la almohada, se produce
la inevitable separación del hogar. Ello produce en quien sale hacia otro
espacio, una sensación de vacío y desorientación, los cuales se apoderan de tu
pensamiento; mucho más, cuando todavía sientes amor hacia tu relación rota y
apego por tu hogar.
Esto a veces conduce al
deterioro de la salud, manifestando el síndrome de los refugiados, cuyo
desarrollo más peligroso presenta falla renal y pérdida de la orientación y
memoria, causados por un shock psicológico debido al cambio de ambiente: el
extrañamiento del hogar. Sufrir una desfamiliarización.
La apertura de una oportunidad:
En
algunas relaciones con hijos, por lo general, la madre evita romper la relación
pensando en ellos. Muchas veces queda presa de la dependencia económica
machista durante mucho tiempo o por su decisión de abandonar su actividad
económica cambiándola por cuidar hijos, atender su pareja y ocuparse de las
labores del hogar.
Pero en otras relaciones, esta
crisis abre oportunidades a quien reprimido, sufrió por largo tiempo, repetidas
veces, expresándolo de manera abierta o en silencio, sin rectificación del
otro. Ante un problema severo, se aprovecha la oportunidad para dejar de
resignarse y sufrir, terminando con la relación. Esto eleva tu ánimo, mejorar
la relación con tus hijos y renovar el ambiente de vida para todos.
La protección de tus hijos:
Proteger
a los hijos luego de acabada una relación, es algo que acarrea problemas entre
los padres, entre estos y los hijos o solo con uno de ellos.
A menudo sucede por reclamos
de exceso de responsabilidades sobre los hijos cargados a la madre, algo muy
común provocado por padres machistas; o también, por la sobrecarga del peso
económico para sustentar los hijos en cualquiera de los padres.
Los hombres latinoamericanos,
amparados en leyes machistas discriminatorias de la mujer, aportan a sus hijos
muy pocos recursos económicos monetarios y materiales cuando terminan una
relación.
Otros, más bien aumentan el
aporte a sus hijos. Algunos para obtener mayor influencia en ellos, otros por
conservar su cariño y respeto; y los menos, por amar en silencio su pasada
relación.
Las nuevas relaciones de los
padres: Una
nueva relación establecida por el padre o la madre luego de terminada una
relación, despiertan celos en los hijos. Esto se refleja en el rechazo inicial
y la resistencia de los hijos, para aceptar a alguien extraño intimando con su
padre o madre; y además, opinando sobre asuntos que hasta ese momento solo eran
pertinentes a hijos y padres.
Esto a veces se supera con el
tiempo y los hijos aceptan la nueva pareja de sus padres; pero en otras
ocasiones crea situaciones explosivas, mucho más cuando la nueva pareja de sus
padres, es distinta en su comportamiento y actitud frente a ellos, y tiene
valores distintos a los de sus padres.
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