Admiro mucho a esas parejas en
las que, cuando peor van las cosas, buscan soluciones en vez de salidas de
emergencia por las que escapar corriendo. Pienso en la gente de mi alrededor y
solo podría identificar a dos parejas que tienen ese tipo de amor. Hoy en día
parece que la solución a muchos problemas es la de “darse un tiempo”, que
termina por ser, en la mayoría de los casos, una cobarde muerte lenta más
fácilmente asumible, o mejor, digamos, aparentemente menos dolorosa.
Que las relaciones con los
años pierden cierta magia no es ningún secreto, pero lo que no está claro es en
qué momento nos han repartido a todos unas anteojeras para no ver otra cosa que
el final de las historias de amor. Soy fiel defensora de no seguir con aquello
que no te haga feliz solo por miedo, comodidad o rutina, pero creo que antes de
dejar una relación y abandonar la lucha por alguien, hablo por experiencia
propia, deberías contestarte a ciertas preguntas que quizás te hagan cambiar de
opinión.
¿Por qué?: Quizás esta es la pregunta más
importante. ¿Cuántas veces has tomado decisiones dirigidas por emociones
espontáneas que no controlas? Hace un tiempo leí que no se debe contestar a un
email cabreado hasta treinta minutos después de haberlo leído, y desde entonces
lo hago siempre. Media hora es el tiempo perfecto para reposar una respuesta
calmada sobre algo que te ha tocado las narices; piensa cuánto necesitas para
reposar algo que te ha tocado el alma. Las decisiones importantes se deben
tomar desde la emoción, pero siempre con la mente lo más fría posible, porque
muchas veces elegir es renunciar y puede no haber retorno.
Y si el por qué no lo
encuentras, pregúntate el para qué.¿Tiene solución?: Una vez encuentres por qué
crees que deberías aparcar una historia, entonces piensa si existe la
posibilidad de que los problemas tengan solución. ¿Y sabes por qué esto es tan
importante? Porque la mayor verdad escuchada y refutada en todos los siglos de
los siglos es que “no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”.
Poner punto y final es la
decisión más rápida a corto plazo, pero cuando tratas de acercarte a alguien y
consigues poner por encima de todos los problemas lo realmente importante, has
logrado tener una historia de amor realmente envidiable. Las relaciones nunca
son fáciles, la gente no encaja de la misma manera con todo el mundo,
independientemente de la cantidad de amor que exista entre ellos.
¿Quieres a esa persona?:Seguro que la respuesta es que
sí, que por supuesto que la quieres, pero en ese caso, plantéate dos cosas muy
importantes: si ya no quieres que sea la primera persona que veas cada mañana y
si ya no quieres que sea la última persona que veas cada noche. Cuando sabes
eso a ciencia cierta, todo lo demás es solucionable, todo lo demás son minucias
que hablar y ajustar. Amar a alguien no solamente es sentir enamoramiento,
tiene mucho más que ver con querer seguir compartiendo el maravilloso viaje de
la vida junto a esa persona.
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