¿Eres incapaz de amar?

La sensación de vacío en el estómago, el ritmo acelerado del corazón después de una llamada, incluso los nervios al pronunciar un “te amo” o “te quiero”, no forman parte de la vida de muchas personas. Incluso, algunos son incapaces de sentir esas emociones, mucho menos expresarlas, a esta incapacidad se le denomina alexitimia.

De acuerdo a la Sociedad Española de Neurología, este trastorno afecta, aproximadamente, a 10% de la población a nivel mundial; pero, ¿qué hay detrás de la alexitimia?

El amor no es lo tuyo: Término de origen griego y descubierto por el psiquiatra Harvard Peter Sifneos en los años 70. La alexitimia es un trastorno neurológico que impide a las personas identificar las emociones que se experimentan en el amor, así como expresarlas verbalmente. No todas las personas presentan el mismo grado de afectación. Hay quien no sabe ni identificar ni expresar las emociones y otros que sí saben reconocerlas pero no pueden verbalizarlas.

Francisco Alonso Fernández, catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica de la Universidad Complutense en Madrid, señala que el perfil de una persona con alexitimia es el siguiente:

1. Incapacidad de identificar, reconocer, nombrar o describir las emociones o los sentimientos propios.

2. Falta de captación de las emociones o los sentimientos ajenos

3. Pensamiento muy concreto y pragmático.

4. Reducción o anulación de la fantasía, los sueños o ensueños y la vida imaginativa.

5. Falta de capacidad para la introspección y la creatividad.

6. Tendencia a recurrir a la acción para afrontar los problemas o los conflictos.

7. Discurso verbal monótono, lento, pobre en temas y enormemente aburrido.

8. Dificultades para establecer contacto afectivo con los otros o mantener una dinámica comunicacional.

9. Inclinación al aislamiento, sin tener sensación de soledad.

Dependiendo de su origen la alexitimia se divide en dos clases:

Primaría. Es producida cuando existe un daño en la estructura neurológica relacionada con las emociones.

Secundaria. Ésta se origina como consecuencia de algún trauma emocional grave.

Independiente de su origen, físico o emocional, la alexitimia afecta la vida de quien la padece ya que puede impedir su desarrollo emocional y profesional.