En muchas ocasiones, cuando
sucede algo fuera de lo común, buscamos rápidamente darle sentido y nuestra
mente es experta en encontrar argumentos negativos que estén en consonancia con
nuestra inseguridad, por lo que, terminamos germinando una historia que quizás
(en la mayoría de ocasiones) nada tiene que ver con lo sucedido en realidad.
Cuando, por fin, nos cruzamos con nuestra pareja para que nos explique lo que
ha ocurrido estamos en un estado emocional inadecuado que mezcla sentimientos
de rabia, ira, enojo, tristeza, decepción, celos y, sobre todo, desconfianza; y
que únicamente son fruto de nuestra mente pues la persona aún no ha tenido
tiempo para explicarse. Nuestra primera reacción es agresiva o a la defensiva,
cosa que la otra persona (ajena a todo lo que ha pasado por nuestra mente) no
entiende y le genera cierta sorpresa; nada puede hacer para evitarlo pues ya
hemos instalado la desconfianza en nuestro interior. Una vez aclarado el
asunto, nos damos cuenta de lo irracional de nuestro comportamiento.A continuación se exponen una
serie de claves que te ayudarán a mejorar la confianza en tu relación de
pareja:
Confía en ti mismo: piensa que
esa persona te ha elegido a ti por algo, hablar claramente sobre vuestra
relación y solicitar que cuando uno de los dos no quiera estar con la otra
persona lo exponga abiertamente. De este modo, podremos relajarnos y disfrutar
de la relación.
Mejora tu autoestima: a nivel
individual quiérete por lo que eres y por cómo eres. Si no te quieres y
respetas a ti mismo/a, es difícil que lo hagan los demás.
Radar positivo: en vez de
enfocarte en lo que tu pareja hace mal, activa el radar de cosas agradables y
positivas por las que estés satisfecho/a de tu pareja. Hazle saber a tu pareja
aquello por lo que te sientes orgullosa/o y agradéceselo en forma de afecto o
cariño.
Dar tu opinión: cuando quieras
expresar tu opinión primero escucha, comprende y después opina. Puedes seguir
el siguiente guión: “Entiendo que….. (demostrando empatía)….También es cierto
que….. (ofrece un punto de vista alternativo)……Por lo tanto, propongo
que…..(sugieres un cambio que pueda beneficiar a ambos)”. Evita las
acusaciones, ataques personales y quejas constantes a cualquier proposición.
Alta afectividad: utiliza el
afecto y el cariño como forma de expresión (besos, caricias, abrazos..), aunque
estéis enfadados. También es bueno recordar frecuentemente a la pareja lo que
sentimos hacia ella en forma de palabras (“te quiero, gracias por apoyarme…”).
No regañes: utiliza una forma
positiva de expresión, es decir, habla de lo que deseas instaurar en tu
relación y no de aquello que quieres evitar.
Evita el perfeccionismo: a
muchas personas les molesta que les corrijan continuamente. Cada vez que vayas
a corregir cualquier mínima cosa, recuerda que todos somos imperfectos,
incluido tú.
Sois un equipo: jugáis en el
mismo bando, no compitáis entre vosotros por ver quien es el más listo, el que
más veces lleva la razón…. Si tu pareja te quiere y te acepta como eres no
tienes que demostrarle nada por vencer tu inseguridad, probablemente surta el
efecto contrario, se sienta atacado/a y contraataque.
Antes de interpretar PREGUNTA:
como comentábamos antes, si hay algo que no sabes o no entiendes, es preferible
que preguntes directamente (sin ponerte a la defensiva) a tu pareja qué ocurre,
antes de generar en tu mente una historia que probablemente no se corresponda
con la realidad. Evitarás discusiones y sentirte emocionalmente mal. Las
personas solemos tener ciertos motivos más o menos razonables para hacer lo que
hacemos. Escucha lo que te tiene que decir y después actúa en consonancia, una
vez tengas todos los datos.
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