A veces me pregunto ¿quién
eres realmente? o ¿qué fui para ti?
Pasa el tiempo y sigo sin
poder entender qué fue lo que nos unió o peor aún, qué fue lo que un día nos
alejó.
No entiendo el comportamiento
de los seres humanos en estos casos; te conocí, nos caímos bien y decidimos
iniciar una buena amistad. Después de ser grandes amigos y compartir una gran
confianza y muchos buenos momentos de compañerismo, un día se te ocurre decirme
que te gusto y que podríamos ser algo más. Cualquier persona hasta este punto
diría que todo pinta para bien, pero la realidad no fue así.
Pasamos semanas, meses,
compartiendo momentos lindos, alegres, románticos; algunas discusiones y una
que otra inconformidad, pero nada fuera de lo normal. Conocíamos cada vez más
del otro y no podíamos estar una hora sin enviarnos un mensaje. Admito que mis
nervios aumentaban al estar junto a ti y el darme cuenta que de pronto perdieras
tu mirada en la mía, me hacía sentir especial, pero y ¿eso qué?
Si estábamos escalando
niveles, ¿cómo fue que todo acabó sin darnos cuenta? La respuesta: Tú.
Después de todo el tiempo
compartido, llegó el momento en el que empecé a abrir los ojos y ver la
realidad de las cosas. Definitivamente estabas muy lejos de ser lo que yo
creía.
Ahora me doy cuenta que los
amores que nunca fueron tienen un objetivo principal en nuestras vidas:
ayudarnos a identificar quién no vale la pena, con pequeñas enseñanzas que si
bien, duelen, nunca se podrían comparar con el sufrimiento de un amor que fue,
duró y no resultó ser sincero.
Ya depende de cada uno de
nosotros si tomamos a consideración lo que nos depara el destino y aprendemos
de eso, o si nos gusta la mala vida y nos mantenemos en constante repetición de
errores.
Hoy por lo pronto, te escribo
a ti, mi querido amor que nunca fue, deseándote que aprendas a querer sin
medida, que te muestres tal cual eres, sabiendo que la persona que te quiera no
te va a juzgar, porque un día, alguien podría hacer de tu cariño algo
inconcluso, algo que no será y entonces sabrás, que nada valió la pena.
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