Y es que cuando acaba una relación sentimental hay tres caminos: estamos dispuestos a tomar el tiempo necesario para que vuelva a suceder el poder iniciar, conocer y salir con alguien; tenemos vacíos que no hemos superado y de inmediato salimos a buscar una nueva relación, es decir, aquello de un clavo saca otro clavo; o bien, quedamos tan desconsolados que no dejamos que ni el sol nos acaricie porque tememos que nos haga daño.
Precisamente éste último caso es el del protagonista de la película, Theodore, quien evade abrirse a una relación de pareja humana y se adentra en una relación con el sistema operativo de su computadora, el que promete ser una entidad intuitiva con cada usuario.
¿Cuántos Theodore hay cerca de nosotros o cuántas veces hemos sido como él, que por falta de valor para enfrentar nuestros temores y sanar miedos e inseguridades, sostenemos “relaciones” (enfermizas) —con el trabajo, un videojuego, el alcohol, el cigarro, el ejercicio, la comida, la religión, drogas, el sexo y otras— para evadir la realidad?
Dejamos que la sombra de lo que nos ocurrió sea tan grande y tan negra, que no nos permitimos vivir o abrirnos a lo que la vida tiene para nosotros, retrasando que eso llegue. Creando barreras y muros. Abrazando el pasado tan fuerte y retenidos ahí, dando vueltas en los pensamientos y recuerdos que ni tan siquiera deberíamos darle importancia y hasta sentarnos cómodamente en un papel de víctima que los demás nos ayudan a alimentar.
Ante ello, decidí hacer una lista de algunos pasos para superar el pasado y poder superar una relación sentimental que dejamos atrás. Espero que te ayuden:
Ten claro que el pasado no puede cambiarse. Por ello, solo podemos evitar las consecuencias que éste puede tener sobre nuestra vida, sobre nuestro presente y sobre nuestro futuro y evitar que nos afecte negativamente.
Recuerda que lo que estás viviendo es producto de tus decisiones, así que ni hablar, sea lo que sea, está en tus manos modificar los resultados de lo que vas a vivir de ahora en adelante.
Todo pasa para algo. Reflexiona sobre lo que ha pasado, no para enfocarte en lo negativo o en el hecho de que pasó, sino para tomar la lección que lo sucedido te deja. Toma aquello que te ha hecho daño en el pasado como una enseñanza y utilízala para mejorar y crecer y no como algo que te estará haciendo daño constantemente.
Lo que los demás dicen o hacen, solo te afecta en la medida que tú le has dado poder. Lo que pasó, ya pasó, y tú decides si le das importancia unos días, una semana, un mes o años. Hay personas que viven un duelo por una relación por años, de hecho, incluso, se llevan todo lo que no han sanado a una nueva relación y entonces la nueva pareja paga las consecuencias. Hay que sanar antes de iniciar una relación.
Amarte para poder amar. No puedes empezar una relación si no te amas a ti y dependes de alguien para suplir carencias o llenar vacíos. Si no te tomas tiempo para trabajar ese aspecto siempre vas a ir por la vida caminando en círculo: cambiará la persona pero la situación será muy parecida siempre, ya que buscarás un patrón de conducta parecido, aunque la persona sea otra.
Si otras personas no supieron valorarte en el pasado o te han hecho sentir mal, esto no quiere decir que no valgas nada. Simplemente es hora de hacer borrón y cuenta nueva, empezar por valorarte y respetarte y de esta manera será más fácil encontrar otras personas que también lo hagan. Si tú no crees en ti, nadie creerá en ti.
Cambia tus pensamientos, deja de enfocarte en el porqué te pasó y sigue tu camino, avanza; en vez de menospreciarte y minimizarte, ámate, valórate, dite a ti mismo palabras de afirmación. Regálate algo que desees, pasa tiempo de calidad contigo mismo, haz cosas que te gustan y hace mucho no hacías. Recupérate.
Abandona todas las cosas y personas que te traigan recuerdos sobre lo que viviste. Si tus amigos son reales, entenderán e irán a nuevos lugares, así como no hablarán de cosas que te hagan recordar tu relación o a tu ex.
Cada quien tiene su opinión y lo que los demás digan de ti no te define. No te entristezcas por pensar en aquellos que no te hayan respetado ni valorado. Concéntrate en aquellos que sí estén a tu lado. Son los únicos que merecen tu atención. Valóralos y agradéceles el hecho de estar y mantenerse a tu lado.
Suelta y fluye. No puedes vivir cargando el peso de situaciones pasadas, suelta y deja ir. Asegúrate de no repetir conductas en una nueva relación en caso de iniciar una. Identifica qué es eso que siempre haces y repites.
Permítete sentir, puedes caer, el chiste es que te levantes. No te quedes ahí por mucho tiempo. Sin embargo, es normal sentirse triste, deprimido, decaído. Al reconocer esos sentimientos, busca la salida.
No dejes que las experiencias del pasado te controlen, que es muy frecuente cuando tienes una mala experiencia y la dejas continuar.
Abraza la oportunidad que la vida te da para iniciar de nuevo y vivir la vida que te corresponde. Recuerda que cuando la vida borra algo de nuestro camino, es para escribir algo mejor.
Escribe tus sentimientos. Haz una carta a esa persona que te ha dejado o dejaste y dile todo lo que le agradeces y todo lo que le resientes. Suelta, escribiendo, todo lo que necesites.
Si el ejercicio anterior no es liberador, entonces, pon una silla en frente de ti, con el nombre de la persona y dile todo lo que necesites. Grita si es necesario, saca toda esa energía. Deja todo fuera, no te quedes con nada.
Dejar ir las cosas nunca es fácil, pero cuando encuentres la fuerza para hacerlo, todo será posible. Es una decisión que debes tomar. Podrás empezar de nuevo cuando quieras.
Es válido y muchas veces necesario, buscar ayuda profesional. NO te sientas mal por ello, todo lo contrario.
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
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