martes, 26 de septiembre de 2017

Cómo saber si estás con el amor de tu vida

Casi todas las mujeres sueñan con encontrar el amor de su vida. Muchas viven esperanzadas y lo esperan en cualquier momento, otras ya piensan que no llegará y se contentan con otros que no llegan a ese pedestal.Pero en ocasiones las cosas no son como aparecen a primera vista.

Ocasiones perdidas, relaciones importantes. Se dice que muchas veces se deja pasar a una persona que bien puede ser ese ideal, simplemente porque no se la reconoce. De hecho, la visión idealista del amor, reforzada por la literatura y el cine románticos, constituyen un gran obstáculo en este aspecto.

Hay ciertos aspectos que definen a una relación importante. Uno de ellos es que olvidas tus malas experiencias pasadas y estás dispuesta a embarcarte en la aventura de otra pareja, venciendo tus miedos. Incluso, un día te das cuenta que has olvidado por completo a tus desafortunadas experiencias o las sientes como algo lejano, ajeno y ya totalmente superado.

Otro aspecto, que parece menor pero que es fundamental: el buen humor de quien es tu pareja. Algunos dirán que es trivial, pero el buen humor permite enfrentar los problemas que todos atravesamos en la vida. Un tercer factor es que esa persona te reafirma en tu autoestima, realzando tus virtudes y poniendo en su justa medida tus fallos.

¿Habrá alguna manera de reconocer “al amor de tu vida”? ¿No será justamente la persona con la que estás saliendo ahora? ¿O será ese chico al que en ocasiones extrañas?

Tal vez estos aspectos te ayuden a saberlo.Cuando ves a esa persona o incluso cuando piensas en ella, se dibuja una sonrisa en tu cara, te tiemblan las piernas y sientes una extraña sensación extraña en tu estómago, como si volaran mariposas adentro.

Siempre que necesitas apoyo, para lo que sea, él está allí para ti, ya sea compañía para estudiar, despejar una duda o enfrentar un momento de dolor, tristeza o confusión. Hace cosas por ti que no haría por nadie más y que nadie había hecho. Te acompaña a donde necesites y tú haces lo mismo por él. Ve tus películas preferidas, aunque no le gusten tanto y lo hace siempre con buena onda.

Cuando estás con él, buscas la manera de ser una mejor persona, de superarte a ti misma, de lograr tus más íntimos anhelos. Asimismo, compartes los de él y te alegras por sus logros, además de trabajar juntos por las metas de cada uno. Simplemente esa persona saca lo mejor de vos y te inspira siempre.

Puedes compartir horas con él y siempre te parecen pocas. Cualquier tema se te hace interesante y sueñas con la posibilidad de un próximo encuentro. Esas charlas, aunque sea sobre un tema poco importante, ya te alcanzan para sentirte de buen humor y dormir con una sonrisa en la boca. Con él, hasta los silencios son una experiencia fascinante.

Sientes una extrema confianza cuando estás con él y además, sientes que él también la siente contigo. No dudas en decirle tus más íntimos secretos y te sientes bien, equilibrada, en armonía. Esto incluye una sensación de confianza como pareja: te sientes seguro de su lealtad y fidelidad y por eso, ni se te ocurre hurgar en su intimidad, incluyendo su teléfono, por ejemplo.

Te sientes feliz: más allá de los pequeños desacuerdos, en líneas generales te sientes de buen humor. Es más: los otros se dan cuenta y te preguntan por qué.

Esa persona te hace participar de su futuro y hace planes que incluyen una vida juntos y todo aquello que tú deseas. Además, te hace sentir tan bien que compartes tus propios deseos que coinciden con los de él.

Te hace participar de su vida actual y de sus actividades, te presenta formalmente a su familia y sus amigos.

Trata siempre de hacerte sentir bien, te pregunta cómo te sientes, hace lo imposible porque estés cómoda. Es siempre un “soluciona problemas” y sabes que puedes confiar en que cualquier cosa que te ocurra, él estará allí para vos.

Está atento a los pequeños detalles, sabe qué te gusta y qué no y trata de acercarte siempre lo primero. Te sientes segura por su visión de la vida y por su habilidad para solucionar problemas, sientes que con él no hay problemas que no puedas enfrentar.

En determinado momento, te pones a analizar y definitivamente, no es lo que habías soñado: no tiene el físico ni el cabello deseado, no estudia ni trabaja en lo que querías, no aspira a lo que habías imaginado, pero no te importa y sientes que, en definitiva sí, que él es el amor de tu vida.

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