“¿Cuándo superaré esto?” Es
la pregunta que angustia a mucha gente. De hecho, más que la propia ruptura en
sí, la gente a lo que tiene miedo es a no superarla nunca. Cuando una pareja rompe la
persona experimenta una serie de fases o etapas que pueden mezclarse o
solaparse entre sí. Lo importante es saber que para completar el proceso de
curación hay que experimentarlas todas.
1ª fase: Negación:No aceptas la ruptura. Eres
incapaz de controlar sus emociones, que son muy variadas y confusas. No estás
en condiciones de tomar decisiones importantes y puede que el sueño y el
apetito se vean alterados. Error común en esta fase:
Suplicar a la otra persona. Perder el respeto propio y hacer cosas de las que
luego te puedes arrepentir.
2ª fase: Desesperanza: Te sientes deprimido, tienes
la autoestima por los suelos y todavía no te ha adaptado a la nueva situación.
Estás desubicado: ni esperas ni sientes nada. Empiezas a tener
pensamientos catastrofistas “nadie me va a querer”, “nunca encontraré a nadie
igual”. No quieres salir de casa ni tener vida social, lo que puede provocar
que el estado depresivo se alargue. Error común en esta fase:
Autoengañarse. Pensar que todo es una pesadilla y que pronto despertarás y todo
volverá a la normalidad.
3ª fase: Ansiedad: Idealizas a tu antigua
pareja: piensas que era perfecta. Te sientes culpable y te responsabilizas de
la ruptura. Sólo te acuerdas de los momentos buenos y en esta fase suele ser
habitual que ya empieces a hablar de ello con compañeros y familiares. Error común en esta fase:
Intentar mantener el contacto con la ex pareja.
4ª fase: Aceptación:El adiós. Aunque parezca que
lo peor ha pasado es la fase más difícil del proceso. No solo tienes que aceptar
que la relación ha terminado, también recuperar la energía que invertiste en
ella. Liberarte por completo. Mayor riesgo en esta fase:
Resignarse. Dejarte llevar pasivamente sin motivación para seguir adelante.
5ª fase: Superación: Empiezas a retomar el ritmo
de tu vida. Hay más días alegres que tristes y vuelves a enfocarte en ti mismo
y en tus propias necesidades. Es como si aprendieras otra
vez a andar después de haber estado en la cama un año. La persona está preparada
para salir de nuevo al mundo pero necesita reconstruir la seguridad en si misma
y la autoestima.
Un último consejo: Todo en
la vida sucede por algo. No te aferres a aquello que no podrás volver a tener.
Deja que llegue a ti lo que mereces. Si no superas tu pasado nunca serás capaz
de disfrutar tu presente.
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