Vivimos
en un mundo de constantes cambios, de evolución, de cosas nuevas, y de mucho
consumismo, esto lleva a nuestros jóvenes a optar por modelos o prototipos que
juegan con su autoestima y le hacen querer cosas diferentes, luchar por
conseguir lo que uno quiere sin importar que pudieran sufrir en el intento por
conseguirla. Entonces mayormente las adolescentes y jóvenes se meten en una
carrera por modificar su cuerpo, lucir un cuerpo esbelto, pues no se aceptan
como son, los modelos que vende la publicidad las satura al punto de
sugestionar en ellas el cambio.
Las
chiquitas nunca están de moda:Ese
es el error de muchas jóvenes, pero todo pasa por el poco valor que se tienen,
por la baja autoestima que poseen y por lo influenciable que son, se dejan
consumir por el ambiente y por lo que ven. Entonces tenemos a jóvenes desenfocados
hasta para crear su personalidad. Las niñas o los chicos de estatura baja de
alguna manera son los más vulnerables ante tal situación, es que ven en los
modelos figuras tan delgadas, espigadas, muy altas y eso los lleva a frustrarse
al punto de pensar que la figura de ellos no encaja en lo actual. Grave error,
todos encajamos de alguna manera en algún molde, pero eso depende mucho de tu
actitud y de la manera sabia e inteligente que veas las cosas.
Cómo
enfrento la moda actual:Considerando
que la imagen corporal es aquello que cada uno de nosotros representamos en
nuestra mente, podemos decir, que la aceptación de la misma radica en el mismo
lugar, es en mi mente donde yo debo empezar a aceptarme así tal cual soy, no
todo lo que representa el espejo es lo que soy yo verdaderamente, detrás de ésa
imagen que proyecta el espejo hay algo más, existe algo más que unas curvas, o
unos kilos, o una estatura baja o media, detrás de esa imagen que proyecta el
espejo existe un ser humano, una persona, que debe aprender a conocerse,
aceptarse y amarse a sí misma. El secreto está en empezar por aceptarse a uno
mismo y comprender el valor que se tiene como persona.
Cuando
aprendas a aceptar que eres un diseño perfecto de la creación entenderás que no
hay necesidad de enfrentar a una moda, porque la moda es temporal y lo que tú
eres permanecerá a través del tiempo. La forma en que tú percibas o imagines tu
cuerpo es así como debes aceptarlo, tú debes aprender a crear en ti tus propios
modelos, sin imitar, sin pretender ser la copia de algo momentáneo, debes
aprender a ser tú de forma única y original.
Los
pensamientos negativos influyen:La
manera en que tú te veas influye, si tienes una imagen corporal negativa de ti
misma, debes entender que esa visión es la que te llevará a la insatisfacción
con tu cuerpo, pues al mirarte y verte poco atractiva, te sentirás del mismo
modo y esto podría provocar en ti una obsesión extrema por cambiar tu imagen,
entonces empezarás la batalla con tu peso, o tal vez contra aquello que no
aceptas de ti, pues la insatisfacción corporal es más que nada el resultado de
lo que rechazas de tu yo, de aquello que percibes y lo que quieres ser en
realidad.
Aceptar
aquello que es atractivo ante los ojos es universal, siempre nos dejamos llevar
por aquello que nos atrae, sea un objeto o una persona, y buscamos la manera de
conseguirlo, de tenerlo, y del mismo modo sucede en nuestra mente cuando vemos
algo en nuestro cuerpo con lo cual no estamos satisfechos, aceptarlo depende de
mucha madurez mental y emocional.
La
no aceptación de uno o la insatisfacción de la imagen corporal puede tener
efectos contraproducentes muy nocivos para la salud no solo física, sino en la
mental y emocional también, esto se ve en los trastornos en la alimentación, la
obsesión con el físico, variabilidad en los estados de ánimo, caída en
depresión o la constante ansiedad.
Cómo
caemos en la obsesión:Es
importante considerar que los medios de comunicación por medio de la publicidad
influye fuertemente en todo lo que deseamos, sea esto ropas, cosméticos,
alimentos, figura ideal o perfecta, todo aquello que entra a nosotros por los
sentidos y nos saturan, lo vemos en las revistas de moda, anuncios,
propagandas, películas, todo esto lo consumimos prácticamente las 24 horas, es
un bombardeo constante de imágenes muy idealizadas, de aquello que no eres,
pero que podrías llegar a ser, cuerpos ideales y perfectos, delgados y
tonificados, es un culto total al egocentrismo y lo irreal, ante esta realidad
la figura y el peso, pasan a ser fundamental para la valoración de la mujer,
aunque hoy por hoy los hombres también son presa de esta tendencia. El entorno
familiar puede influenciar Al cien por ciento, es impresionante como en estos
últimos años la tendencia de tener el cuerpo ideal ha tomado a la sociedad y
por ende al núcleo familiar, en muchos hogares existen padres que obligan a sus
hijos a someterse a dietas muy rigurosas para mantener el cuerpo armonioso y
sano según ellos, estos forman parte de la familia fitness, pues no solo están
sometidos a una alimentación controlada, sino también tienen una rutina de
ejercicios.
Pero
está el otro lado de la moneda, cuando son los hijos los que exigen a los
padres que se cuiden, son los hijos quienes someten a los padres a nuevos
hábitos alimenticios y rutinas de ejercicios y muchas veces se frustran en el
intento. También encontramos el lado negativo, y esto es cuando los jóvenes no
están contentos con su cuerpo, no les gusta lo que ven, pero no hacen nada al
respecto y ahí entra a tallar fuertemente la baja autoestima o la pérdida total
de la misma, en estos jóvenes las propagandas o las publicidades son aún más
nocivas pues al no conseguir seguir el modelo ideal que presentan, estos se
sumergen en el no lo lograré, nunca seré como ellos, yo soy feliz así, y en su
mayoría se convierten en personas obesas, descuidadas, jóvenes que pierden la
visión en cuanto a su apariencia personal denigrando ellos mismos su
personalidad.
En
todos los sentidos los medios de comunicación influyen en el entorno de manera
muy fuerte y mayormente en los jóvenes por medio de la publicidad, venden
imágenes muchas veces inalcanzables para muchos, frustrante para otros. Es muy
importante la madurez emocional y una buena salud mental para poder aceptarnos
tal cual y como somos, de hecho nunca viene mal cuidar el aspecto personal,
pero llevarlo al extremo es muy peligroso.
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