Me vuelven de nuevo a la
cabeza estos últimos años, el primero de muchos que estaré sin ti. Es una
locura darse cuenta que no has sido una parte de ellos en absoluto.
A veces todavía me cuesta
aceptar que esta es la manera en que van a ser las cosas. No sólo entre
nosotros, sino en mí. Es difícil aceptar que voy a
tener que seguir viviendo esta vida, viviendo con las decisiones que he tomado
y que no puedo deshacer.
Por favor, no me
malinterpretes. No es tristeza lo que escuchas en mis palabras. Esa fase ya ha
pasado. Ya no me siento triste por tener que dejarte ir. Ya no me siento triste
cuando apareces inevitablemente en mis pensamientos. Ya no me duele imaginar que
has seguido adelante con tu vida. Por supuesto, te mentiría si te dijera que
esos pensamientos me traen alegría, pero ya no me desgarran como lo hacían
antes, hace no mucho tiempo.
Me resulta difícil explicar
el estado exacto en el que me encuentro ahora mismo. Son aguas inexploradas.
Una vez estuviste en el faro que me guió a la costa, haciéndome sentir segura y
sabiendo donde puedo encontrar un hogar. Pero esa luz ya no brilla más. Al
menos, no para mí.
¿Suena raro si digo que
estoy bien con respecto a eso? Es raro pensar en ello, pero es verdad. No estoy
feliz por ello. Pero tampoco estoy triste. Simplemente lo acepto. Y creo que es
lo máximo que puedo pedir en este momento. La parte más difícil es aceptar que
nunca signifiqué para ti lo que tú significaste para mí.
Esto no quiere decir que no
me quisieras, porque sé que lo hiciste. Sin embargo, aquí estamos. Yo aquí
escribiendo esta carta y tú…en cualquier otro lugar. Sin mí, haciendo tus
propias cosas, siendo la gran persona que siempre has sido.
Sé que ya no ocupo un
espacio en tu mente, pero en mi mente y corazón tu siempre tendrás un lugar. Si alguien me pregunta si he
seguido adelante, le diría que sí. De hecho, no lo dudo. He superado un
obstáculo que no pensé que superaría jamás. No era sólo la angustia de saber
que tenía que hacerlo. Es todo lo que venía con ello. La tristeza. La falta de
voluntad. El mal humor. Todos esos hábitos que fui recogiendo como forma de
intentar distraerme a mí misma -un esfuerzo inútil en tratar de convencerme de
que no me importabas.
Pero sí lo haces. Me
importas más de lo que imaginas. Y lo loco es que nada va a cambiar eso.
Mientras siga siendo yo, mi amor por ti no desaparecerá totalmente. No te
quiero de la misma forma que Romeo y Julieta se querían. Te quiero como la Luna
quiere al Sol. Que aunque es posible que nunca nos crucemos, hay una conexión
que existe y continuará existiendo mientras nosotros lo hagamos.
He reflexionado durante
mucho tiempo sobre qué es realmente el amor, pero ahora lo sé. Es cuidarse.
Independientemente de que podamos ser o no amigos, siempre cuidaré de ti.
¿Y sabes qué? Que estoy
feliz de cuidarte tanto como lo hago. Estoy feliz de sentir esto por una
persona sin sentir la necesidad de poseer sus pensamientos, su tiempo, su
atención, o incluso su amor. No necesito que me quieras. Ya no. He descubierto
que el amor por uno mismo es todo lo que necesitas. Todo lo demás es adicional
-es más del mínimo necesario. En otras palabras, todo lo adicional es un
regalo. Y no me puedo enfadar contigo por no recibir un regalo tuyo. Después de
todo, un regalo sólo es un verdadero regalo cuando no esperas reciprocidad –
nada a cambio.
Así que, ¿por qué estoy
escribiendo esta carta? Esa es una excelente pregunta…Supongo que realmente no
es por ti, es por mí. A decir verdad, espero que nunca leas esto. No necesitas
oírlo. Eres feliz ahora mismo y quiero que lo sigas siendo. Esta carta es para
recordarme que las decisiones que he tomado, el camino que he andado y sigo
andando, es el camino que estaba destinada a tomar.
Me convertiste en una mejor
persona, en alguien que no era capaz de reconocer. De alguna manera me has
enriquecido. Soy más fuerte. Más sabia. Más consciente. Me siento…satisfecha.
Así que gracias por todo ello.
Puede que nunca te saque de
mí, pero a decir verdad, no quiero sacarte de mí. Quiero que este nuevo tipo de
amor que siento hacia ti se quede conmigo. Quiero estar contigo mientras
continúo con mi cosas, mientras logro mis objetivos, mientras conozco alguien
nuevo con el que compartir mi vida.
Quiero que mi amor por ti
perdure el resto de mi vida porque sea lo que sea que estoy experimentado es
tan real como cualquier cosa que he experimentado antes. Todavía es nuevo para
mí, pero es real. Es desinteresado. Es puro. Es sanador. La vida me ha enseñado
mucho, y aunque no andemos uno al lado del otro, estoy emocionada por ver qué
nuevas lecciones tiene la vida para enseñarnos.
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