martes, 19 de septiembre de 2017

Sanar el corazón para volver a creer y confiar en los demás


Cada separación produce dolor, quebranto del alma, y una profunda sensación de fracaso. Perdonar todo eso, y dejarlo en el pasado, es parte de sanar el corazón para volver a vivir. Amar y confiar de nuevo es un desafío que viene después del periodo de duelo donde lo importante es conocernos a nosotros mismos.

El psicólogo Ramón Torres, especialista en temas de parejas y matrimonios, brinda consejos y reflexiones para ayudar a las personas con problemas sentimentales.

“Cuando un amor se termina, parece que la vida se acaba. Los días se hacen largos e interminables y nada parece tener sentido. Es una gran complicación superar el duelo que a veces lleva mucho tiempo. Lo más normal es el miedo a lo desconocido, después de haber perdido la ilusión de un amor que creímos para toda la vida. Se agolpan en la mente las dudas, las culpas, y las preguntas sobre quién fue el culpable de lo que pasó. El duelo suele ser un tiempo de profundo dolor, que con el tiempo pasa y las malas experiencias se vuelven parte del pasado”, expresó el psicólogo Ramón Torres, especialista en temas de parejas y autor del libro “El amor, así de simple, así de complicado”.

“De igual forma, llega el momento de volver a creer, y querer empezar de nuevo la aventura de amar. En cualquier nueva relación de amistad, estará latente la idea de darle oportunidad al amor, cosa totalmente normal, pero hay que aprender a ir despacio, sin apurar mucho el trámite. El primer paso para superar el dolor y el sufrimiento de una relación que se acabó, es pensar en uno mismo, y de esa manera dar lugar a los proyectos personales, como por ejemplo estudiar, capacitarse, viajar, o alguna cosa que le ayuda a pensar en otras cosas, enfocar la vida en lo positivo, y en lo que se perciba como superación o avance en la vida”, mencionó el profesional como una sugerencia para las personas que se encuentren en esta situación.

“Como es obvio, en un divorcio sufre toda la familia, los que se divorcian, los hijos, los familiares, y también los amigos de la pareja. Y a veces uno tiene más temor de las consecuencias en los demás que en uno mismo. Es obvio que nadie sale sin heridas de una relación de amor que se termina, pero antes que nada, la primera persona de tu lista tienes que ser tú. Porque si estás bien, podrás consolar y contener a todos, mientras que si nunca piensas en ti, llegará un momento en que tu dolor y sufrimiento afectará a todos los que te aman”, manifestó.

“Ponerte en primer lugar, es el gran secreto para comprender lo que pasó, perdonar, y volver a vivir. Cada separación produce dolor, quebranto del alma, y una profunda sensación de fracaso. Perdonar y liberarse de toda la maldad de esos días son vitales para volver a sentir que vale la pena seguir, que hay muchas montañas por escalar, ríos por navegar, o mares por conocer. A veces recibimos consejos de nunca perdonar, porque ella o él no se lo merece, pero la gran verdad del perdón es que se libera el que perdona, y sigue presa del dolor o el quebranto, la persona que cree que perdonar es dar, y aún no comprende que perdonar es recibir la oportunidad de ser libre de la maldad ajena. También hay que perdonarse uno mismo, por los errores cometidos, y este paso suele ser muy difícil, porque somos muy duros con nosotros mismos”, puntualizó.

“La dependencia emocional es un grave error de concepto, pero con el paso del tiempo, no sería mala idea comenzar a cambiar la perspectiva de vivir, descubriendo que la verdadera felicidad siempre estuvo dentro de uno mismo, y que esa posibilidad de ser feliz está disponible con solo querer vivir mejor. La verdad, nadie debería vivir pendiente de otro ser humano para ser feliz, pero eso nadie nos enseñó, pues casi siempre hay que aprenderlo con la experiencia. No sería raro, en esta etapa de volver a creer en el amor, tener miedo o profundo temor a que nos vuelvan a lastimar”, enfatizó.

También aseguró que “siempre es un derecho personal darse el tiempo de saber cuándo es el momento de ilusionarse de nuevo. Cuidado con los amigos o la familia, que presionan a favor o en contra. El único indicativo debe ser la tranquilidad y la paz interior. Eso se da cuanto hemos pasado el duelo, y ahora ya tenemos una percepción de lo que estamos dispuestos a esperar en una nueva relación de pareja, razón por la cual es muy importante tomarse todo el tiempo del necesario para sentirse bien en volver a sentir algo por otro ser humano”.

En la vida no faltan las alegrías, y a veces es imposible evitar los momentos amargos. Esto es vital en las relaciones de pareja, en las que siempre pueden existir cientos de diferencias de opinión, de cultura, modales, o formas de interpretar la vida” añadió.

Concluyó con la siguiente reflexión: “ Por eso, es bueno darse el tiempo de pasar el duelo, y no querer saltar de una relación a otra, para no sentirse solo o vacío. De todas formas, siempre hay nuevas oportunidades para sentir que vale la pena estar con vida”, concluyó.

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