Con el paso del tiempo, al
rutina, las costumbres, el acomodamiento, la confianza... Todos estos factores
pueden provocar que una relación se desgaste poco a poco, que se pierdan las
ganas, que falte la emoción y que se instale la monotonía en vuestras vidas. Pero,
¿por qué dejar que esto ocurra? Aunque es normal que los sentimientos adopten
otras formas con el tiempo, no tienes porque conformarte con ello,queremos animarte a cambiar de actitud, a ponerle ganas y a recuperar la chispa
de tu relación para que disfrutes al 100% de tu pareja. ¿Éstas dispuesto a
recuperar la pasión y el cariño para volver a sentir esas mariposas en el
estómago? Si la respuesta es afirmativa, este artículo te interesará. A
continuación te damos las claves que te ayudarán a saber cómo mantener una
relación viva.
¿Por qué se apaga la llama
de una relación?:El paso del tiempo, la
rutina, la monotonía o las prioridades van cambiando con el paso de los años. A
veces, todo ello puede afectar directamente a una relación de pareja, dado que
los sentimientos van cambiando y piensas que ya no es lo mismo que antes.
Existen algunas señales para ver si la llama de vuestra relación se está
apagando, algo que debes detectar si quieres ponerle remedio y saber cómo
mantener una relación viva. Revisa qué está fallando antes de ponerle solución.
A veces, es
habitual que con la costumbre y el acomodamiento pierdas el interés por verte
bien y dejas de preocuparte por tu aspecto. Esto puede traducirse en pérdida de
la atracción física. Aunque es normal que la pasión se calme y reine otro tipo
de amor después de mantener una relación duradera, no debes dejar que la
atracción se pierda.
Tiempo juntos: otra señal
que indica que la llama se está apagando es que ya no tenéis ni la necesidad ni
las ganas de pasar mucho tiempo juntos. Habéis establecido prioridades por
separado y eso puede hacer mella en la pareja.
Comunicación: una razón por
la que la llama se apaga es la falta de comunicación. No hablar antes de dormir
o a la hora de la cena, no poner en común cómo ha ido el día, las inquietudes,
los planes... Todo, en conjunto, es una razón importante por la que la llama
puede ir apagándose.
Confianza: la pérdida de
confianza en tú pareja, las dudas sobre la veracidad de vuestra relación, de
vuestra fidelidad, de vuestra entrega puede ocasionar la aparición de problemas
y regañinas.
Monotonía: la monotonía
puede establecerse en vuestra vida sin que os deis cuenta. En vuestras
conversaciones, en vuestras actividades, en el sexo... Es uno de los factores
que influyen más en el futuro, dado que los planes o proyectos van
disminuyendo.
Si ya no celebráis la vida
como antes, supones antes de preguntar, si las muestras de cariño han dejado de
ser evidentes, si el sexo se ha reducido o no es de calidad, si no hay entrega,
si se ha perdido la comunicación o ya no os prestáis la misma atención, es hora
de poneros manos a la obra y recuperar la chispa perdida.
Mantener viva una relación:
consejos
El primer paso para mantener
una relación viva es identificar qué falla, ser honestos y decidir si vale la
pena luchar por vuestra relación. Nosotros creemos que después de tantos años
de amor, seguro tenéis mil motivos por los que recuperar la chispa o, por lo
contrario, no dejar que los momentos de flaqueza hagan que lo vuestro se
convierta en algo aburrido y monótono.
¿La clave? No dejar nunca el
juego de seducción. Si quieres mantener viva tu relación, es importante que
revivas los mejores momentos que habéis pasado. ¿Recuerdas cómo empezó todo?
Pues intenta encender esos sentimientos de nuevo. Sabemos que no es fácil, pero
seguro que si volvéis a jugar a enamoraros, a seduciros, a complaceros vuestra
relación será mucho más agradable, emocionante, divertida y, por que no,
satisfactoria.
Presta atención a tu pareja:
tanto por las mañanas como cuando volvéis de vuestros trabajos. Buscad un
momento para comunicaros, para estar juntos, para que el mundo se pare y solo
estén los dos. Aunque solo sean unos minutos. Un poco de cariño, de
comunicación y de afecto hacia tu pareja a diario mejorará mucho las cosas
entre ambos.
Vuelve a las raíces: como
hemos dicho, para mantener una relación viva deberás reactivar el juego de la
seducción. Expresa tu amor y cariño a diario a tu pareja, recordad lo que más
os gusta de vosotros y volved a expresarlas de nuevo.
Pasad más tiempo juntos: es
importante que pongáis en común vuestros gustos y que realicéis actividades que
os hagan feliz en común. Compartir os hará disfrutar el doble. ¿Qué tal
apuntarse juntos a clases de baile o a un curso de cocina? O quizás podéis
disfrutar más del mar o la montaña. Pasar tiempo juntos y disfrutar de este
tiempo es un elemento fundamental para mantener viva una relación.
Más romanticismo: en la
misma línea, es importante enamorarse de nuevo y disfrutar del romanticismo en
pareja. Una cena romántica, una escapada... Buscad ese momento de intimidad en
el que el romanticismo debe ser vuestra bandera.
Sexo: no podemos obviar que
es un punto muy importante. Si lo vuestro se ha convertido en una rutina
monótona, es el momento de experimentar. Cambiad, probad cosas nuevas y volved
a disfrutar del sexo juntos. Esto será importantísimo para reavivar la llama de
vuestra pasión. Despierta el deseo de tu pareja.
Comunicación, tolerancia y
respeto: todas ellos son pilares básicos en una relación. Evidentemente
llegarán los momentos de flaqueza, las dudas, las decepciones, los errores...
Por parte de ambos. Así que si queréis superarlos, es importante ser sinceros
pero no hirientes, escuchar y ser escuchado, respetar y resolver juntos
cualquier adversidad. Trabajar en equipo los unirá mucho más.
Cosas que debes evitar: Para mantener viva tu
relación hay puntos fuertes que deberás potenciar, como el sexo, la
comunicación, el tiempo que compartís o los planes de futuro y los proyectos
comunes, pero también hay ciertos aspectos que no debes pasar por alto porque
es mejor evitarlos.
No dejes que la negatividad
invada tu relación. Es muy fácil jugar a enfadarse, no hacer caso o quejarse de
todo. Evitad este tipo de comunicación nociva, que a veces se convierte en una
rutina que hace que salten las chispas rápidamente por causas banales (siempre
dejas la tapa del inodoro abierta, te has tomado una caña de más, no paras de
criticar, etcétera). Si hay algo que te molesta de tu pareja, no lo digas en el
momento en el que estás caliente. Aprende a buscar los momentos adecuados para
la comunicación y míralo desde una perspectiva amplia, así evitarás discusiones
absurdas.
¿Qué es lo que realmente
importa? Piénsalo y céntrate en ello. Dedícale más tiempo a tu pareja y
priorizala antes de ver la tv, chatear con los amigos o prestar atención a tus
redes sociales. No dejes que las nuevas tecnologías maten la magia de tu relación
y activa la parte más erótica, divertida y real de tu pareja.
Entiende a tu pareja y
procura evitar aquellas cosas que le molestan.
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