miércoles, 27 de septiembre de 2017

¿Quieres ser feliz? Entonces debes soltar y perdonar

No es raro que quien no perdona tenga su sistema inmune deprimido y que siempre “le duela todo” o se enferme por todo. Porque sus pensamientos negativos no dañan a la otra persona le dañan a usted. Siempre es bueno dejar de centrar la atención en lo negativo para enfocarte en lo bueno de la creación, eso mejora tu salud y bienestar.

La armonía del pensamiento se manifiesta en el cuerpo. Un recurso poderoso para conseguirla es reconocer la presencia del amor en la vida, por eso hay que pensar siempre en positivo. No importa lo que le hayan hecho, perdone, sane su corazón, salud y la alegría de vivir. El perdonar no es hacerle un favor a la otra persona, es dejar de sufrir por las acciones de otra persona. Si lo que te hace te lastima emocionalmente, aprende a no darle importancia.

Aprender a reírse de uno mismo y revitalizar determinadas situaciones nos ayudará a ser más positivos y flexibilizar nuestro pensamiento. Pruébelo alguna vez, la risa tiene un efecto inmediato en nuestro estado de ánimo. Animate a recordar que el tiempo lo va curando todo y se necesita de reflexión. Lo más triste es que uno entiende todo esto después de haber tocado fondo y de darse cuenta que el único que está mal es uno. No está demás intentar tener un conjunto de autoafirmaciones que nos ayuden en nuestro quehacer diario a sentirnos mejor, palabras tales como “Voy a poder con esto” o “Yo soy capaz de perdonar”. Si es que hay alguien cerca de nosotros que sea buena para nuestros sentidos ni para la salud por su actitud y estado de ánimo negativo, hay que saberlas identificar y alejarnos de allí.

Los pensamientos negativos nos persiguen y empañan nuestra vida. Sin embargo, son fantasmas que se pueden combatir. Existen varios motivos tangibles por los que estas ideas aparecen en nuestra mente. Suelen ser el resultado de varias razones que fácilmente podrían ser eliminadas al tomar un poco de conciencia y desear mejorar nuestra calidad de vida.


Es necesario disfrutar en grande todo lo que Dios nos ha dado porque los rencores envidias y tristezas solo estorban para vivir una vida plena. Resulta tan bello caminar por la vida llevando por dentro en el corazón lleno de paz, amor y buenos deseos para los otros porque eso se devuelve en la vida. Sobre esto, es ilógico e increíble: Cuanto más retienes, más te falta. Cuanto más das, más te sobra.

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