Hay quienes están destinados a ser almas gemelas de por vida, y otros que piensan que lo son, sin embargo, en la convivencia es totalmente lo contrario. ¿Cómo saberlo?
Se dice que existe un alma destinada para cada quien. En muchas ocasiones esta llega sola y la dejamos pasar sin siquiera reconocerla. Podrán pasar muchos años y nunca encontrarse. Otras no lo pensarán dos veces y creerán haber encontrado el amor de su vida, pero es entonces cuando empezará su calvario. ¿Qué factores determinan una convivencia perfecta en pareja?
Toda relación humana no está libre de tener conflictos, lo importante es saber identificar las señales que nos permitirán unir nuestras vidas con aquella persona a la que consideramos parte de nuestro proyecto personal. ¿Cómo reconocer si realmente existe “química” pura, un “flechazo” de amor o “atracción” magnética?
Muchas veces la soledad, la costumbre, el cariño o la amistad son signos que podrían confundir a la pareja y pensar que al estar identificados uno al otro con estas variantes, podría ser el inicio de una estrecha relación. Por ello, es importante estar alertas a las señales que dé la pareja.
Por ejemplo, hay quienes piensan que por ser muy parecidas en acciones, pensamiento y objetivos ya son el uno para el otro, pero en la convivencia pueden descubrir que son incompatibles, así tengan los mismos sueños, pues cada una querrá alcanzarlo a su manera.
Otro detalle es cuando a fin de no crear conflicto o no querer complicarse la vida, le dice sí a todo, que lo que su pareja está haciendo es lo correcto, cuando piensa lo contrario. Este silencio podría ser una bomba de tiempo en un momento de crisis; por ello es importante reforzar la comunicación con cariño y respeto, y conversar con confianza y seguridad cuando se presenten los problemas.
Cuando el destino llama a la puerta, hay que saberlo reconocer. Encuentros seguidos sin proponérselo, pensar lo mismo en instantes o presentirse, podría ser un buen indicio a tomar en cuenta.
Por otro lado, la persona puede presentar vicios que adquirió en su hogar o en su entorno social; esto podría ser un problema en la relación, pero una vez identificados y visto cómo eliminarlos, solucionarlos o aceptarlos, pero juntos, ayudará a reforzar la comunicación. Pero si los vicios continúan, hay una tendencia a no querer cambiar, por más que prometa lo contrario, será la clave para estar a tiempo de tomar una decisión definitiva.
Por ello es importante establecer una química sincera, que no se debe dejar que se produzca con el tiempo, sino desde el inicio mismo de la relación. Es lo que marcará el paso de la convivencia futura.
Ambos, tanto el hombre como la mujer, deben ser auténticos por dentro y por fuera, pase lo que pase. Se trata de reaccionar tal como uno es y no como la otra persona quiere que sea; ese podría ser el secreto de la felicidad en la pareja.
A todo lo mencionado, hay una ventana que puede abrirse a medias, por completo o nunca; y hay que saber reconocer cuándo aprovecharla. Puede llegar un momento de clímax en la relación, cuando no se puede andar para ningún lado y todo se hace insostenible y dañino, es entonces cuando hay que armarse de valor para dar un paso al costado antes de llegar a un desenlace fatal.
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