Bebés estresados ¿cómo identificarlos?

Aún me llama la atención que estos pequeños puedan sufrir una enfermedad de los adultos. La semana pasada viendo un programa de televisión dedicadas a las bebés fue cuando escuche que a ellos también les afecta el estrés, por eso he decidido buscar información sobre esta afección y acá tengo todo lo que ustedes podrán necesitar para detectar si su bebé está estresado.

Como en los adultos, el estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones extremas que perturban el equilibrio emocional de la persona. Los adultos, por la vida de locos que llevamos, estamos más propensos a estar estresados que lo que un niño o un bebé, pero se ha demostrado recientemente que hay muchos más bebes estresados de los que había 15 años atrás.

En el estrés, el organismo libera una hormona, llamada cortisol. Esta hormona ayuda a afrontar situaciones de estrés. La clave está en que estos niveles de hormona se encuentren en equilibrio.

¿Cuáles son las situaciones que pueden generar estrés en el bebé?

Aunque no puedas creerlo, cuando el bebe está enfermo, cuando siente mucho frío o mucho calor, cuando tiene hambre o cuando tiene sueño, cuando tienen el pañal sucio, los ruidos fuertes, actividad agitada en la casa, discusiones de pareja o cuando reclama mimos y abrazos, todo esto y muchas otras situaciones pueden generar en el bebé el estrés.

La manifestación más evidente del estrés es el llanto, pero no cualquier tipo de llanto, es un llanto mantenido angustioso y agudo. También se manifiesta el estrés en trastornos de la alimentación, del sueño y en una menor interrelación con los adultos.

¿Qué hacer para evitar el estrés en el bebé? Promover situaciones en las que el niño se sienta atendido, querido, cubrir todas sus necesidades, tanto las de hambre, sueño, abrigo como por supuesto, las afectivas. Atender al niño significa también jugar con él, prestarle atención, pasar horas juntos en calidad y cantidad, reforzar el vínculo de apego, estar rodeado de seres queridos, etc.

Todo ello contribuirá a crear un estado de confianza en el bebé que le ayudará a sobrellevar mejor las situaciones de estrés. Un bebé que ha sido atendido completamente a sus necesidades durante la primera etapa de su vida será un niño seguro y un adulto que sabrá lidiar con el estrés en el futuro.