martes, 10 de octubre de 2017

¿Qué es lo que primero que llamó tu atención de la imagen? Tu respuesta te dirá el rasgo más oscuro de tu personalidad

Todas las personas tenemos luces y sombras, virtudes y defectos. Pero las cosas, en la vida real, no son como en las películas. En el caso de los seres humanos de carne y hueso, todos esos aspectos, los malos y los buenos, se entremezclan.

Algunas de nuestras mayores virtudes pueden engendrar involuntariamente algunos de nuestros peores defectos; y lo mismo a la inversa. Por eso, lo ideal es no negar los aspectos oscuros de nuestra personalidad: ¿O acaso nunca has escuchado la frase "no hay luz sin oscuridad"?


En este test, te revelaremos cuál es el lado más oscuro de tu personalidad, y cómo interviene en tu forma de ser cada día.

Mira esta imagen y dinos: ¿Qué es lo que primero llamó tu atención? Responde de manera espontánea, sin pensarlo demasiado.

¿Ya elegiste? ¡Ahora, mira las respuestas!




Un tigre

Si lo primero que llamó tu atención en la imagen fue el tigre, es que tienes una personalidad muy fuerte, tanto que te convierte a veces en una persona un tanto agresiva.

No necesariamente desde lo físico. Pero defiendes tus ideas y tus proyectos con tanta vehemencia que no te importa quién se te pare adelante; como un tigre, eres capaz de devorar lo que sea que se cruce en tu camino.

Esta forma de ser tiene para ti una enorme virtud: eres capaz de lograr todo lo que te propones, porque nunca bajas los brazos y no hay obstáculo suficientemente grande para ti. Pero debes tener cuidado de no dejar heridas a las personas que se cruzan contigo.

Recuerda que a veces las palabras hirientes hacen más daño que los golpes. Trata de ser un poco más compasivo: serlo no es sinónimo de debilidad, sino al contrario, de un  espíritu poderoso.

Un mono

En el caso de haber prestado atención al simio, es que eres una persona inteligente, pero el lado oscuro de eso es que te vuelves muy intolerante con los demás. Te cuesta aceptar el pensamiento diferente al tuyo, y siempre consideras tener razón.

Aunque más de una vez estás en lo correcto, encerrarte en tu manera de mirar al mundo te impide ampliar tus horizontes y tener una perspectiva más amplia de las cosas.

Es importante que aprendas a escuchar más a los demás, pues incluso aquellas personas que están equivocadas tienen algo para aportar a tu vida y  tu pensamiento.


Un árbol

Si, en cambio, lo primero que llamó tu atención es el árbol, es porque eres una persona sumamente realista. Tienes los pies en la tierra, pero eso se puede convertir en un problema cuando tienes que enfrentarte a desafíos nuevos.

Estás enraizado en tu lugar, en tu forma de ser, en tus convicciones, y no tienes la flexibilidad de cambiar rápidamente. Eso te impide adaptarte a contextos nuevos, conocer personas distintas y a probar nuevas experiencias.

Puedes desempeñarte con esmero y eficiencia en una tarea una vez que la conoces, pero el más mínimo cambio te hará dudar y sentirte inseguro. Tu lugar, tus maneras, y tu modo de ver la vida pueden demostrar haber funcionado, y prefieres quedarte allí.

Pero si hay algo mejor en otro lado, te perderás la posibilidad de conocerlo. Trata de abrirte un poco a nuevas experiencias y verás que hay un mundo entero por conocer más allá de tu metro cuadrado.

Unos peces

Si lo que llamó tu atención fueron los pecesitos, es porque te dejas llevar por la corriente. Eres justo lo contrario del árbol: tienes facilidad de adaptación, y de vivir el día a día de acuerdo a lo que el Universo tenga pensado para ti.

Pero esta forma de ser te convierte en alguien un poco manipulable, y con convicciones débiles. Hoy crees una cosa, y mañana le compras una nueva al mejor postor. Tu capacidad de adaptación te ayuda a vivir relajado, pero muchas veces sientes que estás a merced de los demás.


Necesitas aferrarte más a lo que es importante para ti, y no de dejarte llevar tanto por lo que es importante para los demás. Pues ir demasiado con la corriente puede terminar colocándote a lugares donde en verdad no querías estar.

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