Cuando estamos en
una relación de pareja, esperamos que otra persona sea fiel solo por el simple
hecho de que nosotros lo somos, y la mayoría de las veces no hablamos del tema,
lo damos por entendido y luego nos sorprendemos cuando pasa.
La gente piensa que
los principales ingredientes de una relación son la seguridad y el interés, así
que cuando notas que la persona dejó de estar interesada en ti, estás perdiendo
tiempo tratando de retenerlo, pues ahora te has convertido en el plato de
segunda, en la suplente, en la velita prendida por si la otra se le apaga, pero
no tienes el valor de decirle por temor a terminar la relación.
Es necesario
entender que el amor no es lo que uno siente, sino lo que uno hace con lo que
siente. Es difícil decirle adiós a la persona que amas, pero el amor no se
obliga, y ser la segunda opción nunca es bueno, porque si tienes autoestima
suficiente entiendes que necesitas ponerte en primer lugar, para poder recibir
el amor que mereces y dar todo el amor que tú tienes.
Tenemos claro que
siempre habrá alguien mejor que nosotros y que nuestra pareja, alguien más
inteligente, más exitoso, más guapo, de mejor cuerpo, con más dinero, etc., y
tener interés por una persona con más cualidades que tu pareja actual no
siempre implica haber dejado de amar a la persona, pero necesitas aprender a
distinguir lo que siente tu corazón para tomar la decisión correcta.
Hay muchas personas
que piensan lo contrario, que el hecho de que tu pareja se haya fijado en
alguien más, es señal de que el amor ha terminado, por lo que prefieren decirle
a la pareja “si ha llegado ese momento en que alguien más llamó tu atención,
por favor, no me elijas a mí”.
Ha llegado el
momento en que no soy suficiente y quieres más, no me elijas porque sientes
culpa, porque sabes que merezco más, no me elijas solo porque tienes miedo de
que no funcione con alguien más, no me elijas solo porque hemos estado juntos
por mucho tiempo.
Te he descubierto
mandando mensajes incluso cuando estás conmigo, me he dado cuenta que estás
mirando a otro lado, tal vez pensando en que preferirías estar con ella que
conmigo, has dicho su nombre cuando estás conmigo, tal vez la amas más de lo
que me quieres a mí.
Si después de todo
este tiempo no estás seguro de que sea yo con quien quieras estar, no lo
intentes más, simplemente vete. No tengas culpa de que yo te ame más de lo que
te mereces, esa es mi decisión. No quiero estar con alguien que no está seguro
de que yo soy la persona con la que quiere estar, mejor vete y dame la
oportunidad de conocer a alguien más, a alguien mejor que tú, a alguien que
esté cien por ciento seguro de elegirme a mí cada día.
Elige a la otra
persona, porque yo no merezco ser una opción, no lucharé contra alguien más por
tu amor, no porque no quiera pelear por tu amor, sino porque tú has dejado de
quererlo. Si realmente me amaras, siempre sería yo tu primera opción. Entonces,
por favor, si hay alguien que se interponga entre nosotros, no te molestes en
pensar, escógela a ella.
Si estás en duda de
con quién estar, no soy yo, no soy la persona correcta, no soy una opción más,
uno debe estar seguro de lo que quiere, con quiere pasar sus días y sus noches.
Si has dudado de mí, entonces no soy a quien debes escoger, no podría pasar el
resto de mi vida con alguien que siempre se estará preguntando si fui la
elección correcta.
El amor es estar
seguro de alguien, no de estar compitiendo con alguien más por el amor de otra
persona. Si te enamoraste de mí con lo bueno y lo malo, pero has descubierto
que ya no me amas más, no puedes vivir con esa duda ( ni tampoco, puedo yo).
Amar es entregarse en cuerpo y alma,mas alla de las dudas y miedos.
No puedo vivir
pensando quién te hace más feliz, si ella o yo, si soy la elección correcta, si
soy lo que esperabas o si ella es mejor, si conmigo eres feliz o estarás más
feliz con otra persona.
Ten en claro que no
soy una elección, soy lo mejor que puedo ser, y si eso no es suficiente, si hay
cosas que no te gustan de mí y las encontraste en alguien más, quédate con esa
otra persona.
Las relaciones de
pareja no son simples, no se pueden catalogar las cosas ni pretender hacer un
patrón común con diversos tipos de comportamiento. Por ejemplo, “gustar”,
“querer” o “amar” no son lo mismo. Es por esto que no es imposible que uno
pueda amar o querer a una tercera persona, y seguir queriendo a la primera, en
cuyo caso es difícil tomar una decisión, pues hay que tomar en cuenta que hay
cosas que pueden pesar, como los años vividos juntos, las propiedades en común,
si hay o no hijos, etc. Incluso esta decisión es muy personal, hay gente que
prioriza el amor o la pasión sobre todo lo demás, y quien tiene un sentido de
la responsabilidad tan profundo que en lugar de escuchar a su corazón decide
continuar con el compromiso adquirido anteriormente.
Para concluir,
pensemos en la frase que dice “Si amas a dos personas al mismo tiempo, elige a
la segunda. Porque si realmente amaras a la primera, no te hubieras enamorado
de la segunda”. Cada pareja tiene sus circunstancias y hay tres puntos
importantes para reflexionar: 1. Ni todo el que vive en pareja lo hace por
amor; 2. No todo el que se enamora de una segunda persona, deja de amar a la
primera y 3. Ni todo el que se enamora de una segunda persona y ya no ama a la primera,
tiene el valor para cambiar su vida.
Consideremos que no
podemos generalizar las relaciones de pareja, si como seres individuales somos
únicos e irrepetibles, las relaciones de pareja también lo son. Si estás en
esta situación, reflexiona sobre lo que es importante para ti, tus valores, tus
creencias, lo que piensas del verdadero amor y decide, siempre pensando en tu
bienestar.
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