1.Dejarlo en tus contactos: El primer paso y el más importante después de un rompimiento es eliminar al personaje de todo, lo que quiere decir directorio telefónico, redes sociales y cualquier medio de contacto con esa persona. No devuelvas las cartas, tarjetas y en general cualquier detalle que en su momento significó algo valioso; si ver estos elementos te hace más daño, bótalos en secreto, pero no los devuelvas. No querrás quedar ante él como una adolescente.
2.Usar chantajes y manipulaciones: Si tu objetivo es mantenerlo a tu lado acudir a chantajes o "amarres", como por ejemplo, no cuidarte sexualmente para resultar embarazada, no funcionará. Además, la que terminará sufriendo eres tú. Frases como "Si me dejas me mato" tampoco servirán.
-3.¿Rogarle? ¡Jamás!: Si ya no te ama, te dejó por otra o hay diferencias en la relación que nunca pudieron conciliar; lo mejor es dejarlo ir con dignidad. Si le suplicas que no te deje lo único que lograrás es sentirte peor, porque, además de tener el corazón roto, tú misma vulneraste tu dignidad como mujer y él se fue.
4.Darle celos con otra persona: ¿Un clavo saca a otro clavo? No en este caso. Dale tiempo al tiempo. Sana tu corazón primero y después prepáralo para volver a amar, pero si lo que haces es lanzarte en los brazos del primero que se te aparezca en el camino, ten en cuenta que no es la mejor opción. No es justo con esa nueva persona ni contigo misma.
5."Stalkearlo": Las redes sociales son el peor invento cuando se termina una relación sentimental, pues son una forma de seguir en contacto con lo que nos resistimos a eliminar de nuestra vida. Sin embargo, convertirte en una 'stalker' profesional o una investigadora oculta en las redes sociales solo te hará enterarte de detalles que no quisieras saber.
6.Intentar saber de él: Ni por sus amigos, ni a través de su familia, ni de ningún modo intentes saber qué ha sucedido con él o si está saliendo con otra persona, pues esto solo ahondará la herida y será un obstáculo para sacarlo por completo de tu mente, tu corazón y tu vida.
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