
¿Qué es la dependencia
emocional?:La dependencia emocional se
caracteriza porque la persona que la sufre está sometida a otra por completo,
hasta llegar a anularse a sí misma. Aunque suele hablarse de dependencia
emocional, sobre todo, en lo referente a las relaciones de pareja, también
puede manifestarse en otro tipo de relaciones: familiares, de amigos, etc.
Cuando existe una dependencia emocional, las relaciones dejan de ser equilibradas,
la persona dependiente se limita a vivir para el otro, del mismo modo que lo
haría un adicto ante la droga o el alcohol.
El gran problema consiste en
reconocer que se sufre dependencia emocional, dado que, en muchas ocasiones, se
trata de un comportamiento muy arraigado en la persona que lo padece, hasta el
punto de que se consideran normales determinadas actitudes que, no solo causan
infelicidad y sufrimiento, sino que acaban por destruir la relación con la
persona que genera esa dependencia. Y tú, ¿tienes dependencia
emocional? Aquí te damos los ocho síntomas más frecuentes, para que lo
descubras. Avanza a la siguiente página para descrubrir el primer síntoma.

1.Idealizar y considerar a tu
pareja la prioridad absoluta:Amar a otra persona no
significa renunciar a nuestra propia vida y personalidad. El amor debe basarse
siempre en una relación igualitaria, en la que ninguno de los miembros de la
pareja se sienta en inferioridad de condiciones. Piensa, que si cedes siempre a
los gustos y a los criterios de tu pareja en todas las decisiones importantes
de la relación, acabarás por anularte como persona y sometiéndote en todo a lo
que el otro diga. Una relación afectiva sana no puede establecerse nunca desde
la desigualdad.
Tú, como personas, tienes tus
propias necesidades. Puedes darle a tu pareja todo el amor y la atención del
mundo, pero también tienes necesidad de recibir amor. Tener cariño a tu pareja
no significa idealizarlo ni, tampoco, ceder siempre a sus caprichos. Para que
tu relación funciones debes cuidarte también a ti misma, tener tu propio
trabajo y autonomía. Esto te hace mucho más atractiva y deseable, y podrás
aportar mucho más a la relación que siendo una mujer obediente y sumisa.

2.Carecer de suficiente
autoestima:Relacionado con el punto
anterior se encuentra la falta de autoestima. Las personas que establecen
relaciones de dependencia emocional tienen una elevada falta de autoestima lo
que les lleva a desear con desesperación el afecto del otro, en la falsa
creencia de que, solo de ese modo, valen como personas. Para conseguir el amor
del otro, la persona dependiente se olvida de sí misma y se somete por completo
a la voluntad del otro.
Pero esto genera una relación
enfermiza. Si nuestra pareja nos ama de verdad, puede llegar a cansarse de esa
constante necesidad de afecto que se le reclama. Pero en el caso de que la otra
persona se sienta cómoda en su papel de superioridad, puede llegar a generarse
algún tipo de maltrato o abuso psicológico, convirtiendo a la persona
dependiente en un muñeco a disposición del otro. Para evitar caer en esta
trampa, ama a tu pareja, pero establece una relación equilibrada, de igual a
igual.

3.Miedo a la soledad:Las personas que tienen poca
autoestima necesitan la presencia del otro para sentirse valoradas y queridas.
Tener una pareja es la única forma para ellas de sentirse seguras, como si no
pudieran existir por sí solas sin la aprobación de los demás.
Esta excesiva necesidad de
afecto, unida al miedo a la soledad es muy peligrosa, ya que la persona dependiente
puede verse abocada a sufrir relaciones de abusos, sin que la persona
dependiente tenga fuerzas para cortar esa relación que la hace desgraciada, por
miedo a estar sola. El resultado de todo ello son relaciones destructivas que
solo generan sufrimiento.
4.Necesidad de controlar
constantemente a la pareja:El propio miedo a la soledad y
la sensación de inseguridad llevan a una persona dependiente a querer controlar
constantemente a su pareja. Esto se traduce en llamadas y mensajes de telefoneo
a todas horas, interrogar a la pareja para saber lo que hace constantemente,
desconfianza, celos etc. Este comportamiento acaba por destruir una relación
sana de pareja, que debe basarse siempre en la confianza y el respeto mutuo.

5.Incapacidad de ser feliz sin
la pareja:Uno de los rasgos típicos de
la dependencia emocional es la incapacidad que tiene la persona dependiente de
hacer planes sin su pareja. La persona dependiente no solo no puede realizar
ningún tipo de actividad sin su pareja, sino que, además, en el caso de que su
pareja está lejos o no pueda estar con ella, siente angustia, desasosiego y
síntomas similares a los que sufren los drogadictos cuando tienen el síndrome
de abstinencia.
6.Renuncia al trato con otras
personas y aislamiento social:La persona que sufre
dependencia emocional suele volcar todas sus necesidades de afecto en su
pareja, lo que la lleva a renunciar al trato con antiguas amistades y a hacer
planes, de forma independiente, con otras personas. Esto conduce a un estado de
aislamiento social que, a su vez, vuelve a la persona dependiente todavía más
subordinada a su pareja, volviéndose incapaz de hacer nada por su cuenta sin
que intervenga su pareja.
7.Repetición de la conducta
dependiente con diversas parejas:La persona que sufre
dependencia emocional tiende a repetir una y otra vez la misma conducta a lo
largo de su vida, incluso con diferentes parejas, en mayor o menor medida. Esto
es así porque tiene una gran carencia de autoestima que la lleva a repetir
estos patrones erróneos, confundiendo el apego nocivo con el amor sano y
satisfactorio.

8.El autoengaño: Una relación basada en la
dependencia emocional genera mucho sufrimiento e inseguridad, pudiendo llevar a
la persona dependiente a sufrir una verdadera depresión. En muchos casos, la
persona dependiente se niega a asumir el problema y a ver el verdadero
conflicto que subyace en la relación o el abuso de poder que su pareja ejerce
sobre ella, soportando situaciones de humillación o infidelidades que todavía
la hacen caer más en la autodestrucción de forma inconsciente.
En un momento dado todos
podemos haber tenido alguno de estos síntomas a lo largo de nuestra vida, pero
si ves que reúnes tres o más de los síntomas descritos es el momento de que
empieces a valorar si estás sufriendo algún tipo de dependencia emocional. Si
es así, considera la posibilidad de poner fin a una relación que no te
satisface o de pedir ayuda profesional.
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