Llega el fin de
semana o tienes unos días libre de tu trabajo, piensas en que tu tiempo debes
compensarlo con tu pareja, si esto te sucede siempre, entonces tienes
dependencia emocional.
Este tipo de
relaciones suelen ser inestables y tóxicas, porque el dependiente siempre busca
la felicidad del otro y no la propia y sus decisiones estriban en lo que piense
o determine hacer el otro.
La autoestima juega
un papel importante es este estado psicológico, porque ayuda a crecer tu parte
emocional e incluso espiritual y a centrar tu vida en lo que tú quieres. Para
superarlo debes aplicar la inteligencia emocional: vive tu propia vida, crece
como persona, evoluciona, fíjate metas y aprende a estar solo, verás que te
sentirás mejor.
¿Cómo identificas si
eres dependiente emocional?
Rompes tu rutina
diaria y pones como prioridad a tu pareja y por ende cualquier actividad que
decida.
No disfrutas de tu
propio espacio ni respetas el de tu pareja, siempre quieres estar con el otro y
hacer todos juntos.
La idolatría hacia
tu pareja, exaltar todo lo relacionado al otro e incluso creer que es un Dios.
La persona se vuelve
sumisa porque pone por delante las prioridades y necesidades del otro y no las
propias.
Llamas a tu pareja
con intensidad y le preguntas dónde está, qué hace o con quién anda?, quieres
saber todo del otro todo el tiempo.
No aceptas un
rompimiento por miedo a quedar solo.
Signos generales:Una persona
dependiente emocional suele mostrar signos de conducta conflictiva en
referencia a su manera de desarrollar sus relaciones con el entorno, sobre todo
con sus parejas. Hay una necesidad de afecto excesiva hasta un deseo vicioso de
ser humillado por el otro que lo lleva a considerarse una víctima. Visto de eso
modo, prefieren una relación tormentosa en el que el sufrimiento es el
sentimiento que siempre está presente y no el amor.
Lo ideal es…
Vive tu propia vida
Al vivir tu propia
vida empezarás a experimentar emociones nuevas, aprenderás a conocerte a ti
mismo, te sorprenderás con lo que descubrirás en tu interior: serás mejor
persona, te preocuparás por satisfacer tus necesidades, te fijarás primero en
lo que tú deseas y de esa manera podrás relacionarte mejor con todo lo que te
rodea, inclusive con la naturaleza y los animales.
Desarrolla tu
espiritualidad:Cuando precises tus
necesidades y conozcas cómo cubrirlas, comenzarás a darte cuenta que la parte
espiritual es primordial así te animarás a desarrollar más tu modo de ver la
vida y qué importancia le darás a las personas que lleguen a ella: te darás cuenta
que la felicidad sólo depende de ti y no de tu pareja.
Fíjate nuevas metas:Comienza a
evolucionar y avanzarás muy rápido si emprendes nuevas metas personales: puedes
estudiar una carrera, hacer cursos de aprendizaje personal o prácticos en
cualquier área que te guste. Has una lista de las actividades que más te
gustan, prioriza cuáles son las que puedes realizar e incluye aquellas que
siempre has querido hacer y que no lo has hecho por circunstancias ajenas.
Verás que experimentarás emociones nuevas, te sentirás feliz y útil.
Amate y disfruta tu propia compañía:Lo esencial ámate a
ti mismo y aprende a estar solo: disfruta de tu propia compañía, como caminar
sin nadie a ti lado, ir de compras sin las amigas, tomarte un café o
simplemente salir y mirar a tu alrededor, verás de a pesar de estar en ese
momento contigo mismo te darás cuenta que hay miles de personas en el mundo
viviendo sus vidas y tratando de ser feliz
No esperes nada de
nadie:Evita tener
expectativas de otras personas. Deja que tu relación con los demás fluya sola,
sin presión, sin esperar nada a cambio, sin obligaciones, simplemente que todo
se dé solo y que sea algo que nazca en ambos, porque vivir aferrados a lo
imaginario hace una imagen irreal de lo que es el otro y caerías nuevamente en
una dependencia emocional y sin darte cuenta.
Además eso te llevará a amar de forma saludable.
Intentas estas
recomendaciones sencillas:Debes descubrir el
origen de por qué sientes una extrema necesidad de afecto e intentar superar el
problema con la orientación de un especialista.
Aléjate de las
personas conflictivas, negativas y pesimistas, aún más de las parejas tóxicas.
Reconoce a una
pareja cuando es estable, sana y libre.
Establece tus
relaciones desde la base del equilibrio y la igualdad.
Sé tú mismo y sé
independiente en tus relaciones personales, familiares, laborables y con tus
amistades.
Controla tus
emociones y encamínalas hacía lo saludable.
Aprende a poner
límites en lo que no te gusta y expresa siempre lo que te incomoda. No permitas
que abusen de ti.
Responsabilízate de
tus necesidades, de lo que tú quieres y sueñas, en pocas palabras de tu vida.
Un secreto: Desarrolla tu potencial. Estimula todas tus
habilidades, virtudes y dones que quizás aún no conozcas, así que despiértalos
y cultívalos.
Para descubrir tus
habilidades debes buscar en las actividades que realizas cotidianamente, en tu
día a día y que te hacen sentir bien contigo mismo, en ese proceso de
indagación encontrarás tus talentos y los explotarás. Recuerda que el talento
es algo personal, que sólo tú puedes desarrollar.
Empieza de ese modo
a disfrutar de aquello que te conecta: los dones que Dios nos da a cada uno es
para ponerlos a funcionar, activarlos y compartirlos, siempre y cuando te
sientas bien haciéndolo y mostrándolos a los demás.
Al vincularle con tu
potencial te sentirás mejor y te ayudará a estar más creativa y ocupada, y en
consecuencia, estarás más centrado en tu presente, en tus necesidades, en lo
que deseas y por qué no, en tus metas a corto, mediano y largo plazo.
De esta manera
fomentarás tu independencia y llenarás esos vacíos afectivos que aparecen a
veces rondando los corazones y las mentes: cultívate y enriquece haciendo lo
que más te gusta.
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