viernes, 20 de octubre de 2017

8 cosas que jamás se deben exigir en una relación

Cuando una persona intenta recibir lo que “le hace falta” de una pareja, está claro que ella no busca ni conoce el amor, más bien intenta llenar los vacíos de un desequilibrio que no la deja avanzar.

Vivir no significa respirar, levantarte todos los días, cepillarte los dientes y salir a cumplir tus obligaciones. Esas actividades comprueban nuestra existencia, pero no le dan ningún sentido a nuestra realidad, es por ellos que necesitamos encontrar el equilibrio entre lo que deseamos y lo que estamos haciendo para conseguirlo.


Exigirle al otro que cumpla ciertas expectativas, que nos entregue partes de su vida o que nos resuelva partes de la nuestra, no tiene que ver con amor o solidaridad, sino con una dependencia sembrada en la inmadurez de nuestras emociones y concepciones.

Las cosas que una persona madura no le exige a su pareja en una relación van desde la forma en que se demuestra el cariño, hasta el futuro que planean compartir juntos. Finalmente cada uno decide qué y quién nos puede hacer felices, pero también quién ha dejado de hacernos sentir plenos.

1. Jamás esperes que te mantengan. El apoyo económico es importante, pero en una pareja ambos deciden cómo llevarán sus finanzas. Una pareja no es sinónimo de un ingreso mensual y demostrar una incapacidad para valerte por ti misma te arrebata toda tu independencia, pues eso también quiere decir que no eres capaz de tomar desiciones por ti mismo.

2. Nunca le pedirá que deje su trabajo o actividades para pasar más tiempo juntos. Una persona madura es quien sabe discernir entre cantidad y calidad cuando se trata de compartir tiempo con su pareja, por lo tanto no dejará de lado sus pasiones o su profesión para enfocarse sólo en ti. Así que tampoco intentarás que él no cumpla con su trabajo o abandone su prioridades por pasar más momentos juntos.

3. No pretenderá decidir quiénes serán sus amistades y a quiénes deberá dejar de frecuentar. Una persona racional no aceptaría perder el contacto con alguna amistad sólo porque su pareja se lo exige, por lo tanto uno tampoco puede pedir algo así.

4. Los planes a futuro y los compromisos en pareja son cuestiones que deben decidir entre los dos, por lo tanto una persona madura se aseguraría de elegir como compañero de vida a alguien que compartiera sus sueños.

5. No exige que su pareja aparente algún estereotipo, pues lo importante son los valores verdaderos y no los superficiales. Una persona madura conoce todo de su pareja y por lo tanto se enamora de una persona real, no de alguien a quien pretende cambiar para su conveniencia.

6. Nunca reclamaría sobre la forma en la que se le expresa su amor por medio de las redes sociales. Exigirle a una pareja que cambie su foto de perfil o nos dedique algún estado en Facebook es realmente estúpido, pues eso no prueba absolutamente nada. Si tu pareja disfruta compartir publicaciones sobre su relación tómalo como un cumplido, si no lo hace, una persona madura sabe que eso no afecta la complicidad de su relación.

7. Una persona adulta no espera que su pareja se convierta en una máquina de acero. Alentarse entre los dos a llevar un estilo de vida saludable es importante y provechoso para su relación, pero demandarle que pase dos horas en el gimnasio o forzarlo a que lleve una dieta especial es algo que una persona madura nunca haría.


8. Una persona sabia no requiere de ninguna “prueba” por parte de su pareja. Cuando una relación está construida sobre una base de confianza uno nunca le pediría a su pareja que le muestre su celular o que le dé las contraseñas de todos su asuntos privados. Para una persona madura eso sería una falta de respeto intolerable.

El respeto, la cordialidad, paciencia y empatía son algunas de las características que representan a una persona madura. Por esa razón es fácil diferenciar entre una persona que ha encontrado el equilibrio en su vida y una que sigue en busca de él.

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