En
su mayoría las parejas, lo hacen simplemente por curiosidad, por creerse
actores/actrices o para no olvidar el acto con la persona que tanto te gusta.
Generalmente son los hombres quienes toman la iniciativa de hacerlo, y la chica
lo consciente por darse gusto o solo cumplir la fantasía de su chico. ¡Pero
cuidado, mucho cuidado con exponerse más aún, si ya se decidido hacerlo!
Internet
donde predomina el porno, con actos sexuales prácticamente para todos los
gustos, todo esto nos ha llevado a creer que esa es la vida real en la
intimidad, utilizamos el mismo como un producto de previa para tener relaciones
ya sea para despertar las fantasías o para aprender cumplir fantasías de
nuestra pareja. Se hace difícil establecer límites de intimidad lo cual se hace
particularmente cierto en la era de Facebook y Twitter donde se publican cosas
tan intimas y cotidianas como se desee. Esto se convierte particularmente
cierto en las generaciones más jóvenes donde los avances tecnológicos son parte
de sus vidas, más vulnerables a que sus relaciones íntimas pudieran ser
publicadas o sean extorsionados por la propia pareja o por parte de un tercero.
Cuando
accedes al Internet es posible que te encuentres con vídeos de artistas que han
tenido esa exposición. Y al ver a ellos teniendo intimidad permite preguntarse
¿Por qué no? ¿Si el/ellas pueden, por qué no puedo yo?
En
cambio, una foto cargada del más mínimo erotismo, tiene sus inconvenientes y
potenciales peligros. Miles de páginas porno que no se controlar podrían usarlo
sin que nunca te des cuenta, o en el peor de los casos que todo tu entorno
tenga en sus manos acceso a ella atendiendo que tu intimidad debería ser solo
tuya, son más muchas más la razones para no filmarse que para hacerlo.
La
persona que te pide filmarlo te expone, y en caso de que este un segundo en
Internet es prácticamente imborrable, ya que es inmenso. Ha habido casos que
incluían demandas judiciales y aun así siguen estando en la red. Si te grabas,
velo una vez y luego deshazte de ello. No lo envíes a nadie, por más que sea tu
pareja, ni por mensajes, ni WhatsApp, véanlo juntos y siente por satisfecho el
fetiche. Y no solo eso, a veces se nos descompone el celular o la computadora y
el técnico al revisar nuestros datos pueden encontrarse con ello.
Las
mujeres por lo regular las son más vulnerables a estas situaciones de chantaje
pues en nuestra sociedad se acepta al hombre como un ser libre en su
sexualidad. En cambio, a las mujeres, se les pude tratar de fáciles, y eso
conllevar a acosos de parte de otros hombres inescrupulosos, que piensan que
por que unos vídeos son “mujeres públicas”
En
caso de que quieras hacerlo, debes considerar estos puntos:
1.
Estar seguro(a) que quieres hacerlo. Si tienes alguna duda no lo hagas.
Tanto
tu como tu pareja estarán expuestos al mundo si cometen un error, por eso
háganlo estando seguros y asimilando cuales podrían ser las consecuencias.
Nunca por presión de una de las partes, entendemos que el sexo es un acto
hermoso, pero también un asunto delicado, ya que están muy atados a una moral
establecida en donde muchas cosas no están permitidas.
2.
Habla de esto, incluyendo detalles, previamente. No te dejes llevar por el
impulso. Háblalo
con tu pareja, sobre que implica filmarse, como cuidaran cada detalle, en qué
lugar lo harán, tengan todo previsto.
3.
Es preferible no tener conexión a Internet.Pon
tu celular (o tu cámara) en modo avión, a veces los teléfonos sincronizan
automáticamente el contenido multimedia a servidores con el afán de no llenar
la memoria del aparato electrónico para mejorar sus prestaciones, pero en este
caso no queremos que haga eso, acuérdate que una vez que estando en Internet
estas doblemente expuesta.
4.
Puedes tener todos los recaudos, pero ningún cuidado es 100% infalible solo
estas completamente salvo/a si no lo haces.
Como
consejo, solo podemos decirte, que si una de las partes no está seguro, no lo
hagan, las consecuencias podrían ser nefastas sino lo asumen desde antes de
hacerlo. Y que el firmarlo es solo un fetiche y existe muchísimas otras maneras
de satisfacer fantasías.
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