1. La gente no te pertenece:Las personas no son
posesiones. Esto quiere decir que no tienes derecho a reclamarle nunca a nadie
cómo debe vivir su vida, independientemente del tiempo que hayáis estado
juntos.
No puedes controlar lo que
los demás hacen, pero sí puedes controlar cómo tú te lo tomas. Lo mejor que
puedes hacer es marcar límites sanos, honrando a tu amor propio y a la otra
persona.
2. Todos necesitamos nuestro
espacio:Estar enamorado de alguien
no significa que tengas que pasar cada hora de tu vida con esa persona,
fusionar tu personalidad con la suya y olvidarte de tus propios sueños y
necesidades.
Encontrar el amor significa
sacar el máximo provecho de los momentos que tenéis juntos y respetar el tiempo
que dedicas a solas haciendo las cosas que te hacen sentir bien. Es muy
doloroso perderse uno mismo en el proceso de amar a otro.
3. Tú te completas:No necesitas encontrar a tu
media naranja porque tú ya eres una naranja entera. Si buscas fuera el amor que
deberías estar dándote tú mismo nunca podrás ser independiente y feliz. Siempre
necesitarás que otros te amen para amarte tú mismo.
Si no eres feliz contigo mismo
no serás feliz con nadie. Si tu autoestima depende de tu pareja, en el momento
en que no tengas pareja tu autoestima quedará por los suelos. Tienes que
cultivar el amor propio y la felicidad en ti mismo primero para luego poder
compartirla con los demás.
4. Sólo puedes cambiarte a
ti mismo, así que no te engañes creyendo que cambiarás a tu pareja:Claro que podemos motivar a
otros con nuestro ejemplo, pero obligar a alguien a cambiar no es darle la
libertad de poder hacerlo.Tampoco es una estrategia muy eficaz para conseguir
lo que quieres.
La gente cambia cuando
siente el deseo interno de cambiar. Ser presionado para hacerlo puede producir
mejoras temporales, pero seguro que dará lugar a futuros resentimientos y
reproches.
Las personas se motivan a
cambiar por el ejemplo que das, no por las palabras que dices. Y si estás
desesperado para que alguien cambie, pregúntate qué haces con una persona que
necesita tantos arreglos.
5. La pasión no es eterna:Mariposas en el estómago,
vestirse para impresionar, hablar por teléfono durante horas…todo esto son
signos de pasión. Y todas estas cosas suelen desaparecer para dejar sitio al
amor.
El amor significa aceptar a
un ser imperfecto y amarlo tal y como es. Es ser auténtico y compartir tus
defectos con alguien sin miedo a ser juzgado. Cuando compartes con alguien lo
mejor, lo peor y lo más feo de ti el amor crece.
6. El perdón no se lo debes
a él o ella, te lo debes a ti:Las mentiras que os dijisteis,
los reproches, los insultos. No puedes cambiar lo que pasó, no puedes deshacer
tus lágrimas y no puedes hacer que vuelva.
Así que deja de sentir odio,
deja de pensar en la mejor venganza que puedes trazar y para de torturarte
recordándolo todo una y otra vez. Perdónale no porque se lo merezca, sino
porque mereces tú algo de paz interior.
7. Algunas relaciones
simplemente vienen para enseñarnos cómo dejar ir:Dejar ir con auténtica
libertad y amor por la otra persona requiere comprensión y mucho auto-perdón.
Algunas relaciones que aparecen en nuestra vida no llevan la etiqueta de
“felices para siempre”, vienen a nosotros simplemente para enseñarños a dejar
ir. Ser capaz de soltar tu
pasado te permitirá estar plenamente presente en tus futuras relaciones. Física
y emocionalmente hablando.
8. Tienes que reconocer lo
que pasó para seguir adelante:El mejor consejo que la
gente puede dar a alguien que está pasando por una ruptura es que se mantenga
ocupado y tenga su cabeza en otras cosas. El problema es que a veces nos lo
tomamos demasiado en serio, y hacemos cualquier cosa con tal de llenar el vacío
que esa persona ha dejado.
Pero la verdad es que
necesitamos llorar, escuchar nuestras emociones y darnos tiempo para que
nuestros corazones se curen antes de retomar nuestro camino de nuevo.
No dejes de hacer las cosas
que te gustan, pero no te engañes fingiendo que nada de esto te afecta en
absoluto. Reconoce y acepta lo que ha pasado hasta que salga al fin todo el
dolor que tienes ahí dentro y puedas realmente seguir adelante.
Damos mucha importancia al
primer beso, al primer amor y a la primera pareja. Estoy de acuerdo con que ser
el primero es importante, pero en el ámbito de las relaciones es la última
persona la que importa.
Todos hemos pasado por
relaciones pasadas -más o menos traumáticas, más o menos difíciles de superar-
pero todas tienen algo en común. Te han convertido en la persona que eres hoy.
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