El
amor es el sentimiento más profundo que existe; aquel que nos pone en contacto
con nuestras posibilidades, necesidades, deseos y limitaciones. El amor es
capaz de exponer nuestra intimidad incluso ante nosotros mismos, de
sensibilizarnos y brindarnos alegría.
Pero
formar una pareja y construir un proyecto común no es tan fácil como parece.
Aunque en un principio la pasión y el enamoramiento llenan de energía a ambos;
el tiempo, la rutina y los conflictos van proponiendo, a diario, un desafío
nuevo para la relación.
A
este proceso que resulta natural en todas las parejas (aunque el proceso y la
manera de abordarlo sea diferente en cada una de ellas) se suma que el
paradigma actual del amor y las relaciones se está poniendo en cuestión
constantemente. La fidelidad, la insatisfacción, la libertad, y otras temáticas
comienzan a aparecer con mayor facilidad en las conversaciones con amigos e,
incluso, con la pareja misma.
¿Cómo
hacer para que funcione? ¿Cómo lograr un equilibrio entre el espacio personal y
el compartido? ¿Cómo sentirse libre estando en pareja? Éstas y muchas otras
preguntas se plantean una y otra vez en distintos lugares del mundo y en
diferentes idiomas. Porque el amor, en este sentido, es universal. Y lo que
estamos viviendo es la transición hacia un nuevo paradigma.
Cómo
hacer para que la pareja funcione:El
concepto de la pareja está siendo puesto en cuestión. Cada vez es más fácil
escuchar a quienes ponen en cuestión las distancias, la decisión de tener
hijos, el concepto de monogamia, y otras cuestiones que, hasta ahora,
parecieran ser sinónimo de la vida de a dos.
Estamos
viviendo un cambio que recién vivirán con mayor fluidez las próximas
generaciones. Lo que se cuestiona es el amor como una visión ideal y global,
sin fisuras, sin nada que lo perturbe. Una visión que entiende que el otro
viene a completar o "llenar" lo que falta, porque cada uno tiene que
sentirse completo consigo mismo, y querer (no necesitar) al otro.
La
nueva tendencia emergente es la relación consciente.Una relación consciente las dos partes están comprometidas con el propósito de
lograr juntas un crecimiento, ya sea individual como de pareja. La mayor parte
de las personas busca tener una relación para satisfacer sus propias
necesidades y, con la intención de mantenerla, puede terminar reprimiendo o
apaciguando sus deseos y aspiraciones por temor.
Pensando
el crecimiento juntos, la relación avanza hacia algo más que la propia
satisfacción y se convierte en una oportunidad de evolución conjunta. Para
desarrollar una relación consciente es importante primero conocerse y compartir
diferentes experiencias, viviendo cada momento con la consciencia y el registro
de lo que está sucediendo.
Lo que
tiene que cambiar es el foco: el motor de la relación debe estar en el
crecimiento conjunto, y no tanto en los resultados.
¿Por
qué? Porque el encuentro con otro debería ayudarnos a crecer mental, emocional
y espiritualmente; y el conjunto de los dos, el equipo que se forma debería
fomentar todo lo que pueda ese crecimiento, tomando responsabilidad por hacerlo
y asumiendo que más allá de compensar carencias o vacíos, el otro viene a
ayudarnos a crecer, a desarrollarnos plenamente. Y está ahí la felicidad.
En
este sentido, la nueva idea de pareja apuesta por aceptar los problemas del
pasado para construir con ellos una realidad que los supere y los asuma. Y, por
sobre todas las cosas, la pareja consciente está comprometida con el amor como
práctica de aceptación, de perdón y de mantener el corazón abierto y atento a
compartir una exploración del crecimiento con un compañero que esté dispuesto a
asumir la misma aventura.
Consejos
para lograr una relación consciente
1.
Acepta a tu pareja tal como es. Los cambios no deben imponerse ni esperarse;
solo podemos expresar aquello que nos hace sentir bien o mal, pero las
modificaciones deben ser una decisión individual; y de ello nunca debe depender
que continúe la pareja.
2.
Respeta todo lo que el otro es. No juzgues ni quieras influenciar al otro en
contra de sus gustos, empleos, sueños, familia o cualquier otro círculo y/o
deseo que lo haga feliz.
3.
Habla siempre desde el amor. En la pareja el diálogo es fundamental, pero es
importante hacerlo desde el amor, sin juzgar las emociones o sentimientos del
otro.
4.
Sé siempre fiel a ti mismo y a lo que sientes. No intentes ser de la manera que
piensas que al otro le agradaría ni tampoco dejes de ser fiel a lo que sientes
o piensas por temor. Eso podría llevar a la frustración y la insatisfacción de
ambos.
5.
Alimenta la pareja con pequeñas cosas. Puede ser una comida especial, una nota,
una sorpresa, un "te quiero", o lo que se te ocurra.
6.
Ten siempre en cuenta que todo es un aprendizaje. Lo que te molesta del otro
posiblemente sea algo que te enfade de ti mismo. Mantente siempre conectado
contigo para aprender a ver registrar qué es lo que el otro te está mostrando
de ti mismo.
Y,
siempre, en todas las ocasiones, ¡disfruta y celebra el amor!
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