Sólo
dirás “te amo” cuando sea importante. Cuando necesiten escucharlo. No piensas
en el futuro.
Cuando
amas menos, la persona que te toma de la mano no lo notará. De hecho, esto solo
hará que te tome la mano con más fuerza. Mirarán a ambos lados de la calle
antes que cruces y quizás te ofrecerán su brazo para protegerte hasta que sea
seguro caminar. Serán los primeros en notar que tienes frío y en pasarte su
chaqueta. Enredarán su cuerpo con el tuyo porque les encanta estar cerca. Te
susurrarán al oído lo hermosa que eres.
Serán
los primeros en decir “te quiero” antes de que cuelgues el teléfono. Sentirás
cada palabra que te digan porque las dicen con intención. Lo dirían más a
menudo, pero saben que te asustarías. Tú dirás, “Yo también”. No notarán la
diferencia en tus palabras simplemente porque eres tú quien las dice.
Cuando
tomen tu rostro para darte un beso de buenas noches, pausarán. Y cuando sus
labios se toquen, suspirarán, porque se siente igual de bien que la primera
vez.
Notarán
cuando estés rara. Te envolverán en un abrazo y te harán saber que está bien si
quieres hablar. Cuando tu cuerpo intente liberarse, te dejarán ir,
acariciándote la espalda con suavidad. Todo esto se debe a que aman las paredes
y los límites que te rodean. Los aman simplemente porque son tuyas.
Cuando
tu madre te llame para invitarlos a ambos a cenar, cancelarán cualquier tipo de
planes que hayan tenido. Tu madre pasará la noche hablando con ellos y cuando
no estén mirando, ella te dará toda su aprobación con un movimiento de su
cabeza. De vuelta a casa hablarán de lo genial que es tu familia y que deberían
pasar más tiempo con ellos.
Serán
los primeros en hablar del futuro. Pintarán una imagen de su futuro feliz.
Sonreirás. Tirarás sus sueños por sobre tu hombro como si fuera sal. Y debido a
que no estás diciendo que no, lo tomarán como un sí.
Te
enviarán mensajes de forma pasiva agresiva cuando no hayan sabido nada de ti en
un par de horas. Fue difícil cuando cambiaste los planes para poder salir con
tus amigas. Sin embargo, ellos respetan tu independencia. Dirán que tus
respuestas son demasiado vagas. Te preguntarán por qué no te importa. Te dirán
que no sienten que sean una prioridad para ti. Sin embargo, un beso tuyo
significa que lo sientes, y lo aceptarán felices. Simplemente porque eres tú.
Cuando
eres la persona que ama menos, tu mano se quedará quieta. No tomará la mano de
ellos, pero estará presente. Aceptarás su abrigo y cubrirás tu cuerpo con tus
propios brazos para estar un poco más tibia. Cuando se enojan, los dejas ser.
“Si quieren hablar, lo harán”, te dices a ti misma. No es tu trabajo
entrometerte.
Sólo
dirás “te amo” cuando sea importante. Cuando necesiten escucharlo. No piensas
en el futuro. Cuando hayas pasado suficiente tiempo con ellos, los dejarás ir.
Lo harás porque los amas y porque sabes que se merecen algo mejor. Llorarán.
Intentarán llegar a un acuerdo. Lucharán por ti. Pero sabes que es para mejor.
Te dirán cuánto te aman de cualquier manera. Pero no será suficiente, porque
para ti el amor nunca lo es.
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