
Un
corazón que ha sido tantas veces partido por mitad, entiende que no necesita
una mitad más, sino que necesita otro corazón completo.
A
veces es con vino tinto, otras es con el techo de tu cuarto o hasta con el
mismo silencio que te hace compañía, pero siempre existirá ese diálogo interno
que hacemos cuando de cerrar ciclos se trata. A ese gran amor le toca una buena
despedida, quizá la más dolorosa para quienes nos toca darla pero decirle adiós
algunas veces es la cosa más sana que nos pueda pasar en este momento.

Fue
un gran amor, uno al que te aferraste, al que le echaste “los kilos”, con el
que te imaginaste viajes, momentos, cosquillas en la cama, el amor al que
continuamente le perdonabas que te ignorara, que te dejara sin un lugar frente
a sus conocidos pero al que a solas amabas por como era contigo.
Era
ese amor que te marcaba por las noches, o el que sólo te decía las cosas
importantes por mensaje; el que te “piropeaba” tu cuerpo, el que te decía
cuanto lo deseaba vulgarmente… y vulgarmente estaba bien.

Era
ese amor al que tú le contabas cómo habías sufrido en tu pasado, ese amor al
que no le importaba si el corazón lo tenías hecho pedazos, era ese amor que no
te decía que él no lo haría pero tampoco decía que sí. Era de esos amores
desinteresados.
Pero
era tuyo, le llorabas, le regalabas tu sueño, era ese amor que te hizo sentir
ansiedad, que te hizo cruzar tus propios límites e ignorarlos… Entonces te hizo
vivir sin límites, parecía uno bueno.
Pero
un corazón que ha sido tantas veces partido por mitad, entiende que no necesita
una mitad más, sino que necesita otro corazón completo.

Este
corazón herido en severas ocasiones nos advierte que es necesario decir adiós a
quien no admira y respeta un corazón agrietado, a un corazón bueno y dispuesto.
Por
eso te digo adiós a ti mi gran amor, para entender que no lo eres, para volver
a sentir y asombrarme de los corazones buenos y que también tú puedas tener uno
propio.Hasta
este momento fuiste un gran amor, pero este corazón no quiere ser tuyo, no se
siente tuyo.

Me
despido alejándome de los planes mentales, de las ilusiones y de las posibles
peleas, me despido en silencio. Adiós amor, adiós, adiós…
No hay comentarios:
Publicar un comentario