miércoles, 11 de octubre de 2017

A mi gran amor: adiós

Un corazón que ha sido tantas veces partido por mitad, entiende que no necesita una mitad más, sino que necesita otro corazón completo.

A veces es con vino tinto, otras es con el techo de tu cuarto o hasta con el mismo silencio que te hace compañía, pero siempre existirá ese diálogo interno que hacemos cuando de cerrar ciclos se trata. A ese gran amor le toca una buena despedida, quizá la más dolorosa para quienes nos toca darla pero decirle adiós algunas veces es la cosa más sana que nos pueda pasar en este momento.



Fue un gran amor, uno al que te aferraste, al que le echaste “los kilos”, con el que te imaginaste viajes, momentos, cosquillas en la cama, el amor al que continuamente le perdonabas que te ignorara, que te dejara sin un lugar frente a sus conocidos pero al que a solas amabas por como era contigo.

Era ese amor que te marcaba por las noches, o el que sólo te decía las cosas importantes por mensaje; el que te “piropeaba” tu cuerpo, el que te decía cuanto lo deseaba vulgarmente… y vulgarmente estaba bien.


Era ese amor al que tú le contabas cómo habías sufrido en tu pasado, ese amor al que no le importaba si el corazón lo tenías hecho pedazos, era ese amor que no te decía que él no lo haría pero tampoco decía que sí. Era de esos amores desinteresados.

Pero era tuyo, le llorabas, le regalabas tu sueño, era ese amor que te hizo sentir ansiedad, que te hizo cruzar tus propios límites e ignorarlos… Entonces te hizo vivir sin límites, parecía uno bueno.

Pero un corazón que ha sido tantas veces partido por mitad, entiende que no necesita una mitad más, sino que necesita otro corazón completo.


Este corazón herido en severas ocasiones nos advierte que es necesario decir adiós a quien no admira y respeta un corazón agrietado, a un corazón bueno y dispuesto.

Por eso te digo adiós a ti mi gran amor, para entender que no lo eres, para volver a sentir y asombrarme de los corazones buenos y que también tú puedas tener uno propio.Hasta este momento fuiste un gran amor, pero este corazón no quiere ser tuyo, no se siente tuyo.



Me despido alejándome de los planes mentales, de las ilusiones y de las posibles peleas, me despido en silencio. Adiós amor, adiós, adiós…

No hay comentarios:

Publicar un comentario