miércoles, 4 de octubre de 2017

La Pareja Que Disfruta Unida, Crece Unida. ¿Sabías Por qué? Te Lo Contamos

Disfruté escribirles este artículo para contarles un elemento importantísimo que tiene que ver con el amor en la pareja y un elemento que si no se le presta atención con el paso del tiempo se va apagando. Les escribo de uno de los mejores asesinos del amor: la rutina.

He escuchado a pacientes que a veces piensan que los hijos pueden ser motivo de separación; otros, piensan que el dinero, la familia y algunos apuestan que un tema influyente para distanciarse es el trabajo. Y no, no es así, la peor plaga que puede caerle a la pareja es la rutina y es que uno de los errores más comunes, que a veces pasa por desconocimiento, es caer en la monotonía, siempre haciendo lo mismo: se come en el mismo lugar, se hace el amor de la misma forma, todo es repetido. Aburriendo hasta la mente más excitada dejándola sin motivos para seguir ahí.


Algunos estudios revelan que uno de los problemas que hace caer en la rutina a la pareja es el momento de definir qué compartir o qué hacer. A veces, los hombres y las mujeres tienen diferentes ideas de lo que es disfrutar en pareja. Es decir, que mientras los hombres consideran tiempo de pareja cualquier actividad como hacer deportes juntos, las mujeres tienden más a considerar tiempo de pareja alguna actividad que les dé la oportunidad de tener una buena conversación. La clave entonces es el equilibrio y comunicar los intereses de ambos sin caer en lo mismo de todo los días.

¡Ojo al piojo! Cuando en la relación todo es rutina, cuando siempre hacen lo mismo y cuando ya no hay sorpresa, novedad, ni alegría… Debes saber que el amor se aburre, se cansa y un día se acaba.



Cuando la rutina entra en la pareja el amor se va apagando, quizá porque el cerebro humano siente que está en una cárcel, deje eso a un lado y haga de su relación una experiencia divertida. Para vencerla, uno debe cambiar de conducta y estar dispuesto como pareja a cumplir y descubrir nuevas cosas cada día o cada semana. Quizá, no lo tenían planificado ese día pero salga a caminar, vayan al cine o prueben una nueva posición en la cama. Hagan que cuando ya no pase nada extraordinario, aun así ambos sientan que será extraordinario estar juntos para siempre y no dejen que el príncipe se vuelva sapo o la princesa se convierta en cenicienta.

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