Dejar
ir a alguien se vuelve más y más fácil a medida que aprendemos a aceptarnos,
apreciarnos y amarnos por quienes somos y por lo que no somos.
“Una
de las cosas más difíciles de la vida es dejar ir a quienes más amamos”,
escribe Luminita D. Saviuc. Pero en la vida es algo que tenemos que aprender a
hacer una y otra vez. Bien sea porque ya no nos necesitan o porque ya no
sienten lo mismo, es saludable saber despedirse de nuestros seres queridos
cuando el ciclo ha terminado.
“Algunas
aves no nacen para estar encerradas, eso es todo. Sus plumas son muy brillantes
y sus canciones muy dulces y salvajes. Así que las dejas ir, o cuando abres su
jaula para alimentarlas, de alguna forma se escapan y vuelan. Y la parte de ti
que sabe que está mal tenerlas prisioneras se alegra, pero aún así, el lugar
donde vives se siente vacío luego de su partida”, Stephen King.
Nuestro
apego interfiere con el amor que sentimos por ellos, alejándonos de la pureza y
la belleza de lo que nos ofrece el amor.
Deepak
Chopra lo explica mejor con estas palabras: “El amor le da la libertad a tus seres
queridos de no ser como tú. El apego pide que nos centremos en tus necesidades
y tus deseos. El amor no demanda nada. El apego expresa una demanda
insostenible: “Hazme sentir completo.” El amor se expande más allá de los
límites de dos personas. El apego intenta excluir todo lo que no sean estas dos
personas.”
He
estado en una relación con mi ex novio durante 10 años, vamos y volvemos, a
pesar de que nuestra relación se volvió muy tóxica luego de los primeros 3
años, sentía que no podía dejarlo ir simplemente porque sabía que sin él
estaría triste y la ironía es que ya me sentía triste cuando estaba con él.
Ambos nos sentíamos igual.
“No
importa todo el sufrimiento por el que tuviste que pasar, nunca quisiste dejar
ir esos recuerdos”, Haruki Murakami
Dejar
ir no tiene que ser difícil, de hecho, se vuelve más y más fácil a medida que
aprendemos a aceptarnos, apreciarnos y amarnos por quienes somos y por lo que
no somos.
Dejar
ir las cosas nos ayudará a volver a un lugar lleno de paz y tranquilidad.Llega
un tiempo en nuestra vida en el cual tenemos que hacer lo correcto y honrarnos no sólo a nosotros mismos, sino que a quienes nos rodean. Lo que estás dejando
ir es la relación, pero no el amor que sientes por la otra persona.
Si
amas algo, si amas a alguien y si sientes la necesidad de dejarlos ir, si es
necesario que lo hagas, hazlo. Puede que
al principio duela, pero una vez que el dolor se vaya, te sentirás más vivo que
nunca. Comenzarás a ver las cosas desde una perspectiva completamente diferente
y comprenderás que dejar ir es un signo de fortaleza, valentía y gran amor.
Dejaste
ir a alguien no porque ya no te importara, no porque ya no los necesitaras o
porque ya no los quisieras en tu vida, sino porque comprendes que serán más
felices en otro lugar. Serás más feliz en otro lugar.
De
eso se trata el amor de verdad.El
amor de verdad trasciende el plano material y no importa si sus cuerpos están
lejos porque sus almas siempre estarán conectadas.
“No
existe algo llamado ‘familia rota.’” La familia es la familia y no está
determinada por certificados de matrimonio, papeles de divorcio o documentos de
adopción. Las familias se hacen con el corazón. El único momento en el que la
familia deja de existir es cuando esas conexiones afectivas se cortan. Si
puedes cortarlas, entonces esas personas no son tu familia. Si logras crear
estas conexiones, entonces esas personas son tu familia. Y si odias esas
conexiones, esas personas seguirán siendo tu familia porque lo que odias se queda
contigo para siempre.” C. JoyBell C.
Si
no has encontrado una manera de estar en paz contigo mismo, y si tampoco has
encontrado la forma de ser feliz tu solo, entonces no serás feliz con la
siguiente persona a la que ames. No puedes esperar que los demás te den lo que
ni tú mismo te puedes dar.
Ámate. Sé bueno contigo mismo.Cambia
la forma en la que piensas y las palabras que dices. Purifica tu diálogo
interno. Aprende a hablarte a ti mismo, y a hablar de ti mismo de la misma
forma que le hablas a quienes más amas.
Medita.
Pasa tiempo solo. Sal a caminar y explora la naturaleza con tus sentidos.
Escribe sobre lo que piensas y lo que sientes. Haz algo que te apasione. Sal
con tus amigos. Ríe, baila, haz cosas locas y extrañas, juega y sé como un
niño. Haz todas las cosas que te traen felicidad y que te hacen reír.
Trátate
a ti mismo con amabilidad, amor y compasión y aprende a dar las gracias por los
muchos regalos que la vida te ha ofrecido hasta ahora.
Deja
de fijarte en las cosas que te causan dolor, estrés, ansiedad, miedo y tristeza
y concéntrate en las cosas que hacen que tu corazón cante, en las cosas que te
hacen feliz.
Esto
también pasará y mientras más aprendas a disfrutar de tu propia compañía, más
cómodo te sentirás con la idea de dejar ir las cosas. Pronto tu vida será mucho
más sencilla.
“Sé
como las fuerzas de la naturaleza: Cuando sopla, sólo hay viento; cuando
llueve, sólo hay lluvia; cuando las nubes se van, el sol brilla.” Lao Tzu, Tao
Te Ching.
Deja
ir las cosas, y confía que la vida tiene mejores cosas planeadas para ti. Fluye con la vida y no vayas en su contra.
¿Por
qué aferrarse a algo cuando la vida quiere que tengas algo mejor?.
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