martes, 10 de octubre de 2017

Cómo dejar ir a esa persona que ya no quiere ser parte de tu vida

Dejar ir a alguien se vuelve más y más fácil a medida que aprendemos a aceptarnos, apreciarnos y amarnos por quienes somos y por lo que no somos.

“Una de las cosas más difíciles de la vida es dejar ir a quienes más amamos”, escribe Luminita D. Saviuc. Pero en la vida es algo que tenemos que aprender a hacer una y otra vez. Bien sea porque ya no nos necesitan o porque ya no sienten lo mismo, es saludable saber despedirse de nuestros seres queridos cuando el ciclo ha terminado.


“Algunas aves no nacen para estar encerradas, eso es todo. Sus plumas son muy brillantes y sus canciones muy dulces y salvajes. Así que las dejas ir, o cuando abres su jaula para alimentarlas, de alguna forma se escapan y vuelan. Y la parte de ti que sabe que está mal tenerlas prisioneras se alegra, pero aún así, el lugar donde vives se siente vacío luego de su partida”, Stephen King.

Nuestro apego interfiere con el amor que sentimos por ellos, alejándonos de la pureza y la belleza de lo que nos ofrece el amor.


Deepak Chopra lo explica mejor con estas palabras: “El amor le da la libertad a tus seres queridos de no ser como tú. El apego pide que nos centremos en tus necesidades y tus deseos. El amor no demanda nada. El apego expresa una demanda insostenible: “Hazme sentir completo.” El amor se expande más allá de los límites de dos personas. El apego intenta excluir todo lo que no sean estas dos personas.”


He estado en una relación con mi ex novio durante 10 años, vamos y volvemos, a pesar de que nuestra relación se volvió muy tóxica luego de los primeros 3 años, sentía que no podía dejarlo ir simplemente porque sabía que sin él estaría triste y la ironía es que ya me sentía triste cuando estaba con él. Ambos nos sentíamos igual.

“No importa todo el sufrimiento por el que tuviste que pasar, nunca quisiste dejar ir esos recuerdos”, Haruki Murakami

Dejar ir no tiene que ser difícil, de hecho, se vuelve más y más fácil a medida que aprendemos a aceptarnos, apreciarnos y amarnos por quienes somos y por lo que no somos.

Dejar ir las cosas nos ayudará a volver a un lugar lleno de paz y tranquilidad.Llega un tiempo en nuestra vida en el cual tenemos que hacer lo correcto y honrarnos no sólo a nosotros mismos, sino que a quienes nos rodean. Lo que estás dejando ir es la relación, pero no el amor que sientes por la otra persona.

Si amas algo, si amas a alguien y si sientes la necesidad de dejarlos ir, si es necesario que lo hagas, hazlo.  Puede que al principio duela, pero una vez que el dolor se vaya, te sentirás más vivo que nunca. Comenzarás a ver las cosas desde una perspectiva completamente diferente y comprenderás que dejar ir es un signo de fortaleza, valentía y gran amor.


Dejaste ir a alguien no porque ya no te importara, no porque ya no los necesitaras o porque ya no los quisieras en tu vida, sino porque comprendes que serán más felices en otro lugar. Serás más feliz en otro lugar.

De eso se trata el amor de verdad.El amor de verdad trasciende el plano material y no importa si sus cuerpos están lejos porque sus almas siempre estarán conectadas.

“No existe algo llamado ‘familia rota.’” La familia es la familia y no está determinada por certificados de matrimonio, papeles de divorcio o documentos de adopción. Las familias se hacen con el corazón. El único momento en el que la familia deja de existir es cuando esas conexiones afectivas se cortan. Si puedes cortarlas, entonces esas personas no son tu familia. Si logras crear estas conexiones, entonces esas personas son tu familia. Y si odias esas conexiones, esas personas seguirán siendo tu familia porque lo que odias se queda contigo para siempre.” C. JoyBell C.


Si no has encontrado una manera de estar en paz contigo mismo, y si tampoco has encontrado la forma de ser feliz tu solo, entonces no serás feliz con la siguiente persona a la que ames. No puedes esperar que los demás te den lo que ni tú mismo te puedes dar.

Ámate.  Sé bueno contigo mismo.Cambia la forma en la que piensas y las palabras que dices. Purifica tu diálogo interno. Aprende a hablarte a ti mismo, y a hablar de ti mismo de la misma forma que le hablas a quienes más amas.

Medita. Pasa tiempo solo. Sal a caminar y explora la naturaleza con tus sentidos. Escribe sobre lo que piensas y lo que sientes. Haz algo que te apasione. Sal con tus amigos. Ríe, baila, haz cosas locas y extrañas, juega y sé como un niño. Haz todas las cosas que te traen felicidad y que te hacen reír.


Trátate a ti mismo con amabilidad, amor y compasión y aprende a dar las gracias por los muchos regalos que la vida te ha ofrecido hasta ahora.

Deja de fijarte en las cosas que te causan dolor, estrés, ansiedad, miedo y tristeza y concéntrate en las cosas que hacen que tu corazón cante, en las cosas que te hacen feliz.

Esto también pasará y mientras más aprendas a disfrutar de tu propia compañía, más cómodo te sentirás con la idea de dejar ir las cosas. Pronto tu vida será mucho más sencilla.


“Sé como las fuerzas de la naturaleza: Cuando sopla, sólo hay viento; cuando llueve, sólo hay lluvia; cuando las nubes se van, el sol brilla.” Lao Tzu, Tao Te Ching.

Deja ir las cosas, y confía que la vida tiene mejores cosas planeadas para ti.  Fluye con la vida y no vayas en su contra.


¿Por qué aferrarse a algo cuando la vida quiere que tengas algo mejor?.

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