viernes, 15 de diciembre de 2017

Resiliencia: la capacidad de renacer luego de una adversidad


Todas las personas, en algún momento de sus vidas, sufren algún tipo de situación traumática. Sin embargo, no todas las afrontan de igual manera, quizás porque algunas gozan de mayor o menor resiliencia. La cuestión es, ¿cómo renacer luego de una adversidad?

Las experiencias las hay muy duras (la muerte de un hijo, una enfermedad grave o ser víctima de un atentado, por ejemplo), pero algunas más “simples” y cotidianas como perder el trabajo, tener problemas económicos o terminar con una pareja también pueden ser motivo para que una persona se venga abajo y acabe pensando que su vida no tiene sentido.


"Renacer luego de una adversidad es responsabilidad de cada persona. Pues tú puedes decidir si tomar esa situación difícil y traumática como una oportunidad o como una desgracia".

Sin embargo, cada individuo tiene la capacidad inherente de renacer luego de una adversidad y sobreponerse a ella, así como de adaptarse a la nueva situación que se genera. A esto se le llama RESILIENCIA.


Las personas resilientes:Cuando se habla de que una persona es resiliente, no quiere que decir que esta carezca de sentimientos, o que sea incapaz de sentir malestar o dolor emocional ante una dificultad; realmente significa que, tras un tiempo de dolor, incertidumbre e inseguridad, tiene la capacidad de sacar la suficiente fuerza para continuar con su vida.

Pero no es fácil y no consiste en que una persona tenga o no tenga resiliencia, sino que comprende determinadas conductas y formas de pensar que pueden aprenderse y desarrollarse. Un individuo puede ser, genéticamente, más vulnerable a la hora de enfrentarse a una situación adversa, pero puede ser resiliente si ha crecido en un ambiente propenso a ello.


Las personas más resilientes tienen un modo de pensar más exacto, realista y flexible, además de ser menos proclives a sacar conclusiones precipitadamente o exagerar. Además, comparten tres características principales:

-Aceptan la realidad como es.
-Creen que la vida tiene un verdadero sentido.
-Poseen una enorme capacidad para mejorar

“La resiliencia es un proceso dinámico que tiene por resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad”.
-Luthar-

De este modo, y al igual que el Ave Fénix resurge una y otra vez de sus cenizas, los seres humanos somos capaces de dejar esas tragedias atrás, aprender de ellas y salir fortalecidos. Sin embargo, la familia, la escuela y la sociedad cumplen un importante papel a la hora de que una persona sea más o menos resiliente.


Beneficios de renacer luego de una adversidad

Renacer luego de una adversidad no es nada fácil, pero hacerlo tiene muchos beneficios. Ser resiliente ayuda a saber identificar las causas de un problema (para que así no se repita en el futuro) y a controlar las emociones y los impulsos ante situaciones de crisis.

Asimismo, el individuo resiliente tiene un optimismo realista, con una percepción positiva de su futuro y la idea de que controla su vida, además de que le brinda la capacidad de saber buscar nuevos retos y oportunidades para lograr una mayor satisfacción vital.

Por otra parte, las personas resilientes son sinónimo de buena salud (y no solo física, claro): poseen una mejor imagen de sí mismas, se autocritican menos, tienen más éxito en los estudios o el trabajo, tienen una mayor satisfacción con sus relaciones y son menos propensas a sufrir depresión.


“Un buen indicador de resiliencia es la capacidad de recuperarse luego de enfrentar vientos adversos”
-Mariela Dabbah-


En definitiva, renacer luego de una adversidad nos hace mucho más fuertes y ganar en resiliencia, una capacidad que sin duda no nos vendrá nada mal para posibles situaciones futuras. En ocasiones, tendemos a escapar de los problemas, a victimizarnos por ellos o a intentar ignorarlos. Nada de esto sirve. Es mejor hacerles frente y crecer gracias a ellos.

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