No es que no se sienta
enojo, tristeza o miedo, sino que se sabe qué hacer con ellos.
¿Imaginas cursar estas
materias en la Universidad? La vida amorosa de las personas sería sumamente
distinta si aprendieran en la escuela algo de inteligencia emocional. Ésta es
la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones propias y de
los demás de una manera sana. No es que no se sienta enojo, tristeza o miedo,
sino que se sabe qué hacer con ellos.
Autoconocimiento,
autocontrol y automotivación para uno mismo; empatía, respeto y aceptación para
los demás. ¿Fácil? No; pero sí es necesario para construir relaciones sólidas y
reales. Si siempre te va mal en tus relaciones, quizá no tener este tipo de
habilidad sea lo que las esté matando.
¿Reconoces estas señales?
Lloras cada vez que te dice
“no” a algo.
Piensas que está saliendo
con alguien más si no te contesta el teléfono.
Si no va a una fiesta
contigo, tú tampoco vas.
Lo presionas para hacer
cosas que sabes que no le gustan sólo para que te demuestre que te quiere.
Manipulas con celos para
que se aleje de sus amistades.
Explotas cada vez que
discuten por algo y comienzas a ofender.
Te enojas cuando no está de
acuerdo contigo aunque no tengas la razón.
Le pides constantemente que
te diga que te quiere.
Insistes en que “algo
tiene” pero en realidad quien tiene algo eres tú.
No pones atención en lo que
te cuenta, sólo esperas que se calle para hablar de ti.
Manipulas con llanto, aun
cuando sabes que tú te equivocaste.
Le dices constantemente que
si te deja, te mueres.
Buscas maneras de pelear
aunque las cosas estén bien.
Le reprochas todo el tiempo
cosas del pasado.
Permites que te diga cosas
que te desagradan sólo por no provocarle un disgusto.
Amenazas constantemente con
terminar la relación.
Le pides insistentemente
que “por favor nunca vaya a dejarte”.
Ocultamente, te agrada
hacerle sentir celos y miedo a perderte.
Cuando hace algo lindo por
ti comienzas a “sospechar” de que hace algo malo.
Constantemente temes que te
deje y sólo el pensar en eso te deprime fuertemente.
Efectos en quienes viven con
una persona sin inteligencia emocional:Estar en una relación con
alguien que tiene temores constantes e infundados, alguien que busca todo el
tiempo una manera de lastimar si se siente amenazado, alguien que es en extremo
egocéntrico y narcisista no es, en lo absoluto, algo sano.
Al comienzo, si hay un
interés genuino, el otro se arma de paciencia y trata de entender los miedos de
su pareja. Acepta en silencio y busca demostrar que no hay nada que temer. Si
las cosas no cambian, esta persona comienza a enfermarse del mismo mal; empieza
a adoptar las mismas actitudes nocivas y se abre un círculo vicioso en el que
sólo van de mal en peor. Pasado el tiempo, todo se reduce a la existencia de
dos opciones: o comienza a manipular dado que encuentra a la otra persona
sumamente vulnerable o huye. Esto último es, quizá, lo mejor que puede hacer.
Saber si eres una persona
sin inteligencia emocional no es difícil. Incluso, lo sabías antes de abrir
este artículo. Si eres honesto contigo mismo, podrás aceptar que existen muchas
cosas que debes trabajar en tu interior. No será fácil ¿qué cosa que valga la
pena lo es, pero seguro valdrá el esfuerzo.
Si tu relación fracasó o
está por fracasar por tu falta de madurez emocional, no es razón para que te
flageles. De los errores se aprende y no hay manera en la que puedas crecer si
no te das cuenta primero de quién eres. Con paciencia y amor, date a la tarea
de resolver tus pendientes emocionales, sana tu alma y cuando sientas que es el
momento, inténtalo sin miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario