En
una sociedad acostumbrada a prejuzgar sin chances, es el primero de los
obstáculos que sabemos que tenemos que enfrentar si deseamos salir adelante. Es
en momentos como estos donde nuestra autoestima debe estar lo suficientemente
elevada como para ayudarnos a dirimir las cuestiones más críticas. El mundo es
redondo, por lo tanto, cada lugar puede ser el fin, pero también un comienzo, es
por eso que no debes bajar la cabeza si tienes la convicción de que lo que
estás haciendo es lo correcto.
Aprende
a valorarte:¿Cuánto
nos importa la opinión de los demás? Solemos preferir, antes que mirarnos a
nuestro propio espejo, mirarnos en los ojos de los otros que nos rodean y
sentir que su aprobación o desaprobación es la ley suprema. Si eso no nos
favorece, nos encontramos en medio de ese callejón sin salida que nos impide
levantar la cabeza intentando convencernos que no podemos lograr lo queremos,
que lo que hacemos no nos sale nada bien, que no somos capaces para el
emprendimiento que nos proponemos. Sin embargo, todo pasa por qué tan
importante es nuestra autoestima, nuestro amor propio y la confianza que
tenemos en nosotros mismos.
Primero
debes aprender a creer en ti misma, que eso que te estás proponiendo esté
dentro de lo que tú estás convencida de que eres capaz de lograr. Deja que
todos los miedos queden atrás, si tú estás segura de lo que quieres alcanzar,
solo camina hacia ello.
Ante
las opiniones de los demás, solo toma lo que te sirva, lo que creas que puede
ayudarte para analizar los pros y los contras de las situaciones adversas que
se te puedan presentar. Si las cosas no salen bien, aprende a analizar los
problemas con calma y pon sobre la mesa tu abanico de posibilidades que siempre
en algún lugar de la
madeja
estará escondida la punta del ovillo que te sacará de la crisis. Siempre hay
una puerta abierta, ya sea para encontrar una solución o para salir por ella y
buscar otros caminos, o simplemente, empezar de nuevo porque entonces, tendrás
aprendidos los errores y sabrás cuáles medidas tomar para que la vida no te
vuelva a sorprender.
La respuesta siempre estará en tus manos:No
bajar la cabeza es el desafío y la consigna. No permitas que nadie te haga
desistir de lo que deseas porque el entorno así lo considera. Los “de afuera”
no saben cómo te sientes tú, no saben cómo eres tú. De tu conocimiento, tu
capacidad, tu fortaleza, tu coraje y tu valía, solamente puedes dar testimonio
tú misma. Quien ha planificado sus objetivos en la vida, sus metas, su carrera,
su profesión, esa eres tú, porque tienes el conocimiento suficiente de lo que
has trabajado para llegar a proponerte lo que deseas, para llegar a las metas
que te planteas. Todo lo que hay dentro de ti es lo que te permite darte el
valor que te mereces y permitirte llegar al lugar que deseas.
Se
trata también de consignar el respeto que tú misma sientes por ti. Para que los
demás puedan llegar a verte como tú te ves a ti misma, debes sentirte segura de
esa persona que eres. Seguridad, confianza y esa autoestima por la cual
aprendes a amarte primero a ti para que todo lo que hagas en la vida sea desde
ese lugar tan preciado de tu interior y sobre todo con la mente positiva. Las
personas que cuidan de sí, que se respetan desde la tranquilidad y la paz
interior, el cuidado personal, salud y el aspecto físico que proporciona
bienestar, son las personas dispuestas a luchar con la mente positiva y la
confianza necesaria para llegar a ese lugar del mundo donde quieren estar
mientras ningún obstáculo físico o humano se lo impida;Tienes todo para
lograrlo, la respuesta siempre está en tus manos.
Solo
depende de ti:Ya
sabes lo que vales porque tú construiste tu trayectoria en el camino. Amarte es
el mejor regalo que puedes hacerte para despertar esa confianza necesaria que
no te dejará jamás bajar la cabeza, ante ninguna circunstancia ni ante
cualquier situación de riesgo y mucho menos ante las críticas y “el qué dirán”.
Valorarte a ti misma es aprender a trabajar por tu felicidad, recuerda que no
se consigue de un día al otro, que no es un puerto de partida ni un punto de
llegada, no está al final del horizonte, se encuentra en las formas que tú
tengas de encarar la vida tal y como se presenta ante ti, en construir todos
los días ese lugar para ti donde llegue a habitarte la paz interior tan
necesaria para respirar la vida, solamente allí está la felicidad y la debes
trabajar un poco cada día.
Significa entonces, que nadie puede decidir por ti. Jamás agaches la cabeza, pues solamente tú sabes lo que es mejor y te conviene. Solo depende de ti.
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