Superar una traición no es fácil, y si la persona nos importa mucho,
puede llegar a afectar a las diferentes áreas de nuestra vida. Ahora
bien, estas situaciones tan delicadas y dolorosas pueden llegar a
hundirnos durante un tiempo, pero también pueden suponer valiosas
experiencias y aprendizajes de incalculable valor por y para la vida.
Pero, ¿qué hacer cuando nos traicionan? ¿Cómo superar este momento tan
delicado? En las siguientes líneas te damos unas claves para hacerlo.
1. Analiza las circunstancias en que ocurrió la traición
Tras una traición, y como en cualquier situación de duelo, la primera
etapa que experimenta la persona es la de conmoción. La traición es una
situación tan dolorosa que algunas personas experimentan un nudo en el
estómago y una terrible decepción y tristeza. En estas situaciones es
importante hablar con alguien cercano, porque canalizar este tipo de
emociones puede no ser fácil. Hablar con otros individuos, además, puede
permitirte ver las cosas desde otra perspectiva.
También es importante que analices el contexto y el motivo por el cual
ocurrió la traición. Por ejemplo, si hablamos de una infidelidad de
pareja, puede que no tuvieses en cuenta las necesidades de la otra
persona. Es bueno hacer autocrítica una vez que pasa la fase de
negación.
2. No seas duro contigo mismo
Es frecuente que, en estas situaciones, aparezca la ira y también la
tristeza. La tristeza suele experimentarse cuando una persona comienza a
reconocer el alcance de la situación. Pese al dolor y el sentimiento de
traición, también es habitual rememorar cosas buenas de la relación y
lo que uno echa de menos. Si te sientes traicionado es porque la otra
persona era importante para ti.
Lo cierto es que durante el tiempo de tristeza necesitas liberar esas
emociones, y, de hecho, esto puede ocurrir al mismo tiempo que sientes
ira. La inestabilidad emocional es frecuente en estos momentos
delicados. Lo que debes hacer es tratarte con compasión, y si tienes que
llorar, ¡hazlo! Lo importante es que no seas duro contigo mismo.
3. No guardes rencor
Si bien debemos tratarnos a nosotros mismos con cariño, tampoco debemos
guardar rencor hacia otras personas. Cuando sentimos ira, experimentamos
una necesidad de desahogo, especialmente en contra de la persona que
nos lastimó. Tenemos ganas de vengarnos.
Sin embargo, esto no es una buena forma de canalizar las emociones, y lo
que podemos conseguir con esta acción también nos perjudique. La mejor
alternativa es, en realidad, no guardar rencor.
7. ¡Perdona!
Perdonar a esa persona que te ha traicionado no significa que tengas que
volver a aceptarlo en tu vida o que estás de acuerdo con su
comportamiento, sino que es un acto de madurez, en el que se ha aceptado
la situación y la persona se libera de sentir rencor. De hecho,
perdonar tiene muchos beneficios.
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