Causa 3 veces más muertes
que el sida, la malaria y la tuberculosis juntas, y 15 veces más que todas las
guerras y otras formas de violencia.
Aunque las cifras son
contundentes, en algunos países todavía se debate si el cambio climático es no
o no real, mientras que en otros se ocupan de documentar lo que está sucediendo
y promover acciones de cambio.
En Inglaterra, una de las
revistas médicas más reconocidas, The Lancet, publicó un informe sobre polución
y salud, en el que se concluye que hoy la contaminación constituye la causa
ambiental más importante de enfermedad y muerte prematura en el mundo.
Solo en 2016 fallecieron 9
millones de ingleses por complicaciones relacionadas con la contaminación
ambiental, lo que representa el 16% de los fallecimientos totales ese año.
Según Phil Landrigan, epidemiólogo que participó en el informe, uno de los
mayores retos de la vida moderna es la contaminación, que pone en peligro los
sistemas ecológicos de la Tierra y amenaza la existencia de la humanidad.
Sin embargo, la
contaminación no ha sido tomada en cuenta en las agendas de la salud mundial ni
de ayuda internacional. Como si fuera poco, es un problema que afecta
principalmente a los países de medianos y bajos ingresos, donde se dan el 92%
de los casos de muertes relacionadas con la contaminación.
En cuanto a la edad de mayor
riesgo, los niños son particularmente vulnerables, pues la exposición incluso
en pequeñas puede resultar en discapacidad o muerte.
Los países más pobres son
más vulnerables, especialmente los niños.
Éstos son los principales
causantes: los vehículos que utilizan carburantes derivados del petróleo, las
centrales eléctricas, las plantas químicas, la minería y la deforestación. Solo
la quema de combustible causa el 85% de la contaminación por gases de efecto
invernadero.
Entonces, ¿qué se puede
hacer al respecto?
Según el informe de la
revista británica, esto puede darnos una oportunidad:
Que la lucha contra la
contaminación sea prioridad nacional e internacional.
Estimular la financiación
dedicada al control de la contaminación.
Incluir a la contaminación
en los planes de acción contra enfermedades no contagiosas.
Promover investigaciones
sobre los efectos de la contaminación en la salud.
Según el informe, existe
esperanza y estamos a tiempo de salvarnos a nosotros y al planeta, pero las
acciones deben ser tomadas inmediatamente y de forma contundente.
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