La
expresión de “¡salud!” después de estornudar es una costumbre que se lleva
realizando desde el año 590.
En esa época, para combatir a la peste que
amenazaba a Europa, el papa Gregorio Magno ordenó que los ciudadanos realizaran
plegarias y rezos constantes para evitar caer enfermos.
El
deseo del sabio papa, lejos de ser un método medicinal, se basaba en hacer que
aquel que estornudara debía ser inmediatamente denunciado mediante la
exclamación de “¡salud!”, que funcionaba como una oración para bendecir el
lugar y evitar el desarrollo de la enfermedad. Una orden que se mantiene en el
siglo XXI, da igual el idioma que se hable, pues conocidas son las expresiones
“Bless you”, “¡salud!”, “Jesús” o “Dios te bendiga”.
Por
ejemplo, en Rusia, Hungría o Eslovenia, un estornudo que ocurre después de
hacer una afirmación se interpreta a veces como una confirmación por parte de
Dios de que lo que se dice es cierto.
Por
otro lado, India y Pakistán se cree que cuando alguien estornuda es que
recuerda o es recordado por alguien querido.
Y en
Japón, estornudar dos veces seguidas es señal de que alguien está hablando de
la persona que está resfriada.
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