La independencia emocional
tiene muchos beneficios. Al practicarla cotidianamente reduce el estrés y la
depresión, aparte de que nos hace sentir libres, fuertes y capaces. Siempre nos
dicen que ser egoísta no está bien.
Pero omiten un punto muy
importante: que ser un poco egoístas al cuidarnos y hacer lo necesario para que
estemos bien, no está del todo mal. Eso evitaría que estuviéramos con alguien
solo por miedo a quedarnos solos o sufrir maltrato y aguantarlo a pesar de
todo. Debemos pensar en nuestras propias necesidades y no ignorarlas.
Muchas personas se preocupan
demasiado por la soledad; están con quien sea sin importar las consecuencias y
creen que así se sienten bien. Sin alguna vez preguntarse si intentaron
enfrentar la soledad. Ven la soledad como algo negativo en sus vidas sin
haberla experimentado, ¿pero por qué ven la soledad de esta manera? Porque la
sociedad hace ver la soledad como algo malo, como una situación negativa y
karmática.
BENEFICIOS DE LA
INDEPENDENCIA EMOCIONAL
– Nuestra felicidad no
depende de cuánto nos quieran los demás: Esto significa que serás más feliz
estando al pendiente de unas cuantas personas que dicen te quieren. Sin embargo,
¿cuántas personas no sólo te martirizan y te deprimen mucho más? El no
necesitar la aprobación de otros para sentirnos bien hace que comencemos a
respirar con más tranquilidad, sentir más seguridad en nosotros mismos y
simplemente vivir los días con más serenidad.
– Nos sentimos bien con
nosotros mismos siempre: Podemos estar satisfechos con nosotros y con nuestras
cualidades; en lo que nos dedicamos, como caminamos, la manera de vestir.
Vernos al espejo es un festival al igual salir a la calle, donde podemos ser la
atracción principal. Somos grandes, valiosos e importantes.
– Sabemos decir NO a las
personas: Decidimos con facilidad cuando podamos y cuando no podamos hacer algo
para los demás. Nuestros asuntos son nuestra prioridad. No nos dejamos hasta el
último momento y tampoco nos molesta decirle a alguien que no podemos hacer lo
que piden. Somos racionales y si algo nos ocasiona problemas, no anteponemos
las necesidades de los demás. Nos cuidamos minuciosamente y también tomamos en
cuenta nuestras necesidades.
– No se aprovechan
fácilmente de nosotros: Todos podemos pasar por un chantaje emocional. “Ojos
vemos, corazones no sabemos”. La diferencia es que las personas dependientes
pasan por estos chantajes constantemente, porque son fáciles de engañar y de
manipular. La independencia emocional nos permite darnos cuenta con rapidez
cuando alguien quiera aprovecharse de nosotros o de los demás. Comentarios
como: “si lo haces me voy” o “voy a dejarte si no me haces caso” no funcionan
con nosotros. Las personas emocionalmente independientes son racionales, más
equilibrados y por ende las personas deben hacer un esfuerzo por ganarnos
nuestro interés.
– Las personas nos respetan
y valoran más: Por el hecho de reflejar seguridad en nosotros mismos y ser
personas que no permiten que se aprovechen de nosotros. Las personas que nos rodean
nos respetarán, apreciarán genuinamente, nuestra amistad y al ser tan difícil
ganar nuestra confianza, cuidarán la relación como un gran tesoro.
– Podemos hacer más cosas:
No tenemos que esperar que alguien nos diga lo que podemos hacer o cuando hacerlo.
Podemos tomar el control de nuestras acciones y hacer cosas de nuestro interés.
– El centro de nuestra vida
es más amplio: El centro de nuestra vida es lo que llamamos norte, eso que nos
mueve para seguir adelante. Son todas nuestras metas y anhelos. El motor de
nuestra vida. En vez de depender de una sola cosa y temer a que se vaya, nos
abrimos a nuevas posibilidades.
– Sentimos menos estrés y
ansiedad: La dependencia emocional produce miedo y frustración lo que conlleva
estrés y ansiedad. Son demasiadas cosas negativas para una sola persona. Si
somos libres emocionalmente no tenemos que estar cuidando que algo no se vaya.
Nuestra mente está menos saturada de pensamientos negativos; tenemos paz y
tranquilidad.
¿ERES UNA PERSONA
DEPENDIENTE EMOCIONALMENTE?
Todos podemos llegar a ser
dependientes emocionalmente y sin darnos cuenta, ya que muchas veces pasan
desapercibidas. Podemos depender de muchas cosas, en especial nos aferramos a
personas, como: amigos, pareja, hijos, demás familia, etc.
SEÑALES: ¿ERES DEPENDIENTE
EMOCIONALMENTE?
La siguiente lista pueden
decirte si eres una persona dependiente emocionalmente:
– No te tratan con respeto y
tampoco te valoran por la persona que eres; sin embargo, permaneces dentro de
esa relación sin importar que te menosprecien.
– Dejas de hacer las cosas
que te gustan solamente para complacer a los demás.
– Te olvidas de amistades o
de tu propia familia para darle más tiempo a la persona que sientes que
necesitas tener cerca siempre.
– Sientes que has tenido que
mendigar amor y cariño toda tu vida, por eso te vuelves insistente en
recibirlo.
– Pasas mucho tiempo triste
y alterado por no estar con la/s persona/s que “necesitas”.
– Tu felicidad se centra en
los demás.
– No expones tu opinión ni
puntos de vista para evitar ser rechazado.
– Sientes miedo
constantemente a estar solo o a que las personas te abandonen.
– Exiges demasiada atención
y esperas que los demás te den afecto de la manera que tú quieres.
– Piensas que NECESITAS de
personas para ser feliz.
– Sabes que estás siendo
perjudicado y lo aceptas para no estar solo.
– No tomas ninguna decisión
por ti mismo, dejas que los demás lo hagan por ti.
– Todo lo que eres y lo que
tienes lo compartes y si no lo haces te sientes culpable.
– Piensas que los demás son
más importantes que tu.
– Justificas el maltrato de
otros hacia ti.
– Te sientes miserable y que
no vales nada por los comentarios de otras personas.
¿QUÉ DEBO HACER PARA SUPERAR
LA DEPENDENCIA EMOCIONAL?
Primero que nada, hay que
aceptar que tenemos una dependencia. Hay que ver el problema con realismo y
analizar todas las cosas, enumerando las negativas y las cosas positivas,
reflexionando y sopesando el resultado. Es necesario ver la situación de una manera
realista y una vez que aceptemos de lleno que existe un problema, hay que
decidir ya no estar en esa situación dañina. En la vida podemos decidir si
queremos estar ahí. Después tenemos que pensar sobre la soledad, ¿realmente es
mala? Cambia tu actitud hacia la soledad, ya que no es algo negativo, al
contrario, tiene muchas ventajas personales.
VENTAJAS DE LA SOLEDAD:
1. Tienes más tiempo: puedes
decidir qué quieres hacer o qué no. Quizá quieras aprender a tocar un
instrumento o entrar al gimnasio.
2. Eres independiente: Tu
tiempo no está programado ni tomado por nadie. Cuando estamos con alguien es
importante prestarle atención y cultivar los buenos momentos. Si estás solo tu
agenda está completamente vacía, por lo que tú puedes decidir con qué y cómo
llenar tu tiempo.
3. Le das un descanso a tu
paciencia: La convivencia es difícil, no siempre nos gustan los hábitos de las
personas que nos rodean, pero las aceptamos porque todos tenemos defectos y
somos seres humanos. Ahora podrás descansar de hablar de cosas del trabajo,
entre otras cosas. De ahora en adelante, nada te perturbará porque estando sola
nada externo te puede tocar.
4. Puedes dedicarte a algo
sin perder la concentración: Cuando estamos dentro de relaciones o cuidando de
nuestros hijos, nuestra atención se dispersa. Andamos de aquí para allá,
haciendo varias cosas a la vez y pensando varias cosas a la vez. Cuando estás
solo puedes dedicarte a lo que te gusta y darle toda tu atención y tu
concentración a eso.
5. ¡Espontaneidad! Algo
maravilloso: Ser independiente emocionalmente no significa que te olvidarás por
completo de las persona, esto sólo implica no necesitar de ellos como el aire
que respiras. Estando solo puedes hacer lo que en ese momento te plazca y
cambiar de planes sin preocuparte si los demás están de acuerdo. Ir de compras,
bailar, preparar un pastel, viajar, hay un sinfín de opciones.
REFUERZA TU AUTOESTIMA:
Después de haber aceptado tu
problema, medita si realmente te has sentido poca cosa por ti mismo o tu
condición te llevó a pensar así; tal vez el maltrato de otros que aceptaste. Lo
más probable es que te encuentres que más bien aceptaste olvidarte y por tú
necesidad de aprobación, te restaste importancia. Ahora es momento para hacerte
feliz, mimarte, complacerte, valorarte, respetarte, halagarte. Hazte sentir
diferente usando perfume, cambiarte de look, mirarte al espejo y repetir que
eres importante. Ya no depender de otros para ser feliz. Valora tu salud y tu
vida; úsala para hacer cosas provechosas como ayudar a otros y demuéstrate que
eres capaz de hacer cosas de las que temías.
POTENCIA TU AUTONOMÍA: Si
dependías de los demás para hacer ciertas cosas, comienza a hacerlas por ti
mismo. A veces pensamos que no podemos hacer las cosas porque nos acostumbramos
a que otros las hagan por nosotros; intenta poco a poco y veras que no te hacía
falta tanta ayuda después de todo. Puedes comenzar también intentando borrar la
idea de que debes ir al cine acompañado. Comienza a experimentar con tus
miedos.
USA MOTIVACIONES EXTERNAS:
Piensa en las cosas que podrían causarte bienestar. Créate metas nuevas, como
ahorrar dinero o conseguir un buen trabajo. También puedes apoyar a personas
que se estén sintiendo como tu, hablándoles de tu experiencia o salvar gatitos
enfermos, ayudar a viejitos a cruzar la calle. Hacer cosas que te motiven, ya
que hay muchas cosas positivas en la vida que puedes probar y que te están
esperando. Ser una persona independiente emocionalmente te prepara para ofrecer
mucho más de ti a ti mismo y al mundo. Te convertirás en una persona atractiva,
más feliz, con más salud, te abrirá puertas a nuevas oportunidades y
experiencias mucho más positivas y llenas de armonía y felicidad. Entonces
comienza a plantearte el trabajar tu independencia emocional y desprenderte de
la agonía de estar atado a las necesidades de otros o mortificado con el miedo
a la soledad.
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